La Jornada 29 de julio de 1998

Pobladores establecidos ahí por 30 años ratifican que no dejarán la zona

Ricardo Olayo &3164; Personas que viven desde hace 30 años en las inmediaciones del río San Borja, en Cuajimalpa, expresaron ayer su decisión de permanecer en el terreno del que se consideran propietarios. En tanto, durante su segunda visita a la zona, el jefe de gobierno capitalino, Cuauhtémoc Cárdenas, dijo que deben abandonar el lugar por su propia seguridad y porque, en algunos casos, están ubicados en la zona federal.

Los colonos pueden apoyar al gobierno saliendo del área de riesgo, ``y así se ayudan a sí mismos'', estableció Cárdenas, quien aseveró que se investigará si hay responsabilidad de constructores que hayan arrojado cascajo o afectado de alguna otra forma el caudal del río, y que se colaborará en lo que sea necesario con las 26 familias damnificadas.

En la zona donde la noche del sábado pasado fallecieron tres personas y continua desaparecida una menor, el gobernante dijo que las autoridades tienen una propuesta para reubicar a los vecinos en la misma demarcación, la que se les presentará en breve.

Interrogado sobre la negativa de los vecinos a dejar el lugar, señaló que ``tratarán de convencerlos'', y pidió ``no adelantar vísperas''. Sin embargo, al reiterarle la pregunta, respondió a los reporteros: ``Ustedes quieren la catástrofe. Nosotros no... Ustedes, los medios, quieren la catástrofe, a nosotros no nos interesan las fotografías espectaculares''.

Cárdenas Solórzano visitó ayer la zona donde apenas la noche anterior los vecinos hicieron sonar las campañas de la iglesia por la torrencial lluvia que nuevamente hizo crecer el caudal del río. Se reunieron para ver el comportamiento del agua, que esta vez iba libre, sin piedras ni ramas, y no representó mayor riesgo.

El jefe de gobierno caminó por las calles del pueblo de San Mateo Tlaltenango para supervisar la limpieza de la zona, e incluso llegó a la represa Teófilo García, la cual, comentaron los colonos a los reporteros, es propiedad de un particular del mismo nombre, quien vende el líquido en pipas a la propia delegación y a establecimientos comerciales.

Los vecinos pidieron a Cárdenas que entrara a algunos de los domicilios dañados, a lo que accedió, y subrayó que los trabajos continuarán y que en cuanto puedan acceder a la zona los camiones, se seguirá trabajando.

Temen habitantes que las autoridades les quiten su predio

Habitantes de San Mateo Tlaltenango entrevistados sobre la situación legal de sus terrenos --que habitan desde hace 30 años-- señalaron en varios casos que no tienen papeles para demostrar la legalidad de su estancia, pero consideraron que al ser ejidatarios o comuneros, la tierra les ha sido heredada y les pertenece.

Desde hace años se ubican en las inmediaciones del río y nunca había ocurrido algo similiar a la tromba del sábado. Expresaron su negativa a salir de la zona, porque entonces las autoridades van a querer quitarles su predio, dijeron.

En las casas de algunas de las familias todavía se puede apreciar la huella del agua, la cual alcanzó hasta un metro de altura. En otras partes se observan pedazos de pared a medio derruir, que fueron golpeados con la fuerza del agua que bajó por el Valle de las Monjas.

Indicaron que el martes, personal de la delegación canceló las obras de construcción de viviendas que se ubican cerca de la afluente del río; asimismo, pidieron apoyo sicológico y material, pues dijeron estar muy tensos ante el riesgo de que los vayan a desalojar.

Los funcionarios delegacionales explicaron a Cárdenas que hay litigios sobre las tierras entre comuneros y ejidatarios, y que lo recomendable es retirarlos de los márgenes del San Borja.