El domingo 26 de julio murió Natacha, hija de Pedro Henríquez Ureña y de Isabel Lombardo Toledano --hermana menor de Vicente. Don Pedro, dominicano ilustre, filólogo notable y maestro de América, llegó a México muy joven y se incorporó al movimiento de intelectuales que, formados al lado de Justo Sierra, iniciaron el movimiento de renovación intelectual y literario, promoviendo el estudio riguroso de las humanidades, las ciencias y la educación popular. Este movimiento congregó a Antonio Caso, Alfonso Reyes, José Vasconcelos, entre otros. Don Pedro obtuvo su grado de licenciado en derecho por la Universidad Nacional y su tesis versó sobre la autonomía de dicha institución. Vicente Lombardo Toledano, el gran dirigente obrero, Alfonso Caso y Daniel Cosío Villegas figuraron entre los más inmediatos discípulos de don Pedro.
Natacha nació en México, poco antes de que sus padres se trasladaran a Buenos Aires. A la muerte de don Pedro, en compañía de su hermana Sonia, volvió a México donde casó --siendo muy joven-- con Pablo González Casanova, el distinguido sociólogo y profesor universitario, con el cual tuvo tres hijos: Pablo, Pedro y Fernando; los tres, jóvenes profesores e investigadores de la Universidad.
Natacha se distinguió no solamente por su trabajo editorial y por sus notas de libros, publicadas en distintos periódicos, sino por ser una gran conversadora y una amiga entrañable; como su padre, supo hacer de la amistad un culto, y configurar amplias y profundas relaciones familiares, basadas en las afinidades electivas.
Su muerte ha sido llorada por todos los que la conocimos y tratamos; al acompañar el duelo, al día siguiente de su fallecimiento, estuve con sus hijos, y sus amigas y amigos más cercanos. Henrique González Casanova me había dado la noticia y estuvo conmigo en el funeral.
En esos grupos familiares descansa buena parte de nuestra cultura. Los forman maestros universitarios, periodistas, médicos, economistas, antropólogos y no pocos de ellos integran el personal de instituciones como El Colegio de México, El Colegio Nacional y otras más que fueron fundadas por sus maestros.