Alberto Aziz Nassif
La hipótesis de Castells

En una de las obras más importantes de las ciencias sociales de los últimos años, Manuel Castells hace un aporte vasto y original para entender el mundo de fin de siglo. La obra se compone de tres volúmenes publicados por Alianza Editorial: La sociedad red; El poder de la identidad; y Fin de milenio. En el tomo dos, hay un capítulo dedicado al análisis de la crisis del Estado-nación, y se ejemplifica con los casos actuales de México y Estados Unidos. Por razones de espacio haremos sólo un esbozo de lo que llamaremos la hipótesis Castells sobre México.

1. El autor ubica una premisa general: ``la danza de la muerte actual entre identidades, naciones y Estados deja, por una parte, Estados-nación vacíos de historia que van a la deriva en el altamar de los flujos globales de poder; y por la otra, identidades nacionales atrincheradas en las comunidades o movilizadas por la conquista de un Estado-nación asediado; en medio, los Estados locales se esfuerzan por reconstruir la legitimidad e instrumentalidad navegando por las redes transnacionales e integrando a las sociedades civiles locales'' (Tomo II, pág. 305).

2. La aplicación del presupuesto general al caso mexicano es el siguiente: ``el Estado priísta mexicano, tras haber sido uno de los regímenes políticos más estables del mundo durante cerca de seis décadas, se desintegró en unos cuantos años bajo el impacto combinado de la globalización, la identidad y una sociedad civil transformada'' (pág. 305-306). En el transcurso de una década, de 1985, mitad del sexenio de Miguel de la Madrid, la crisis económica, el ajuste, el rompimiento del pacto social corporativo, a 1994, sucesión presidencial, entrada en vigor del Tratado de Libre Comercio (TLC), Chiapas, asesinato de Colosio, crisis económica y comienzo del sexenio zedillista, el Estado priísta, como funcionó antes, se derrumbó. Los acontecimientos de 1997, la pérdida de la mayoría priísta en la Cámara de Diputados y la llegada de Cárdenas al gobierno de la ciudad de México, son otros rasgos que muestran, según Castells, que el viejo PRI ha terminado su ciclo histórico. Se puede matizar que --hasta el momento-- el derrumbe no ha sido definitivo, por ejemplo, el PRI sigue ganando elecciones, pero en condiciones distintas.

3. Las principales piezas del cambio del Estado mexicano son para Castells las siguientes: la globalización económica que marcó una modificación en el modelo económico, y quedó cifrada en el TLC, el cual supuestamente había sido exitoso, porque permitió reformar la economía antes que la política; sin embargo, todos los graves acontecimientos de 1994 mostraron que el éxito se convirtió en un rotundo fracaso; luego viene el caso de Chiapas y el zapatismo, un movimiento indígena que devela la situación miserable de amplios grupos sociales excluidos del nuevo modelo económico; movimiento que estableció una red simbólica de identidad y tendió puentes entre los sectores más pobres y los grupos urbanos más educados, como una utopía movilizadora; el otro factor es el papel del crimen organizado (narcotráfico y lavado de dinero), como una poderosa red de intereses que han penetrado al sistema político en todos sus niveles; esta variable fue clave en el asesinato de Colosio y en el cambio de condiciones que generó ese crimen; se trata de un ejemplo en el cual la globalización del crimen desestabiliza al Estado-nación.

4. La conclusión es que los asesinatos políticos, la penetración del crimen organizado en el Estado, el reto de los zapatistas y su apoyo en la opinión pública, los conflictos internos en el PRI, la reestructuración económica, han generado un escenario de fracturas que es ocupado por diversos grupos sociales (clases medias, empleados públicos, estudiantes, campesinos) que golpean cotidianamente la vieja legitimidad priísta.

5. La hipótesis Castells arma las piezas del escenario actual y ubica el rompecabezas de una trama que sigue sin soluciones. Su actualidad nos sirve para leer cuatro rostros problemáticos del país: la crisis económica que reaparece hoy con los recortes presupuestales y el cada vez más espinoso caso del Fobaproa; los expedientes abiertos de los asesinatos políticos y la penetración criminal; una sociedad civil movilizada --llena de incertidumbre-- y una estructura de medios de comunicación segmentados; y el polo de Chiapas y el zapatismo que sigue siendo un asunto central del país.