La Jornada 26 de julio de 1998

Clero guatemalteco: campaña contra el esclarecimiento del asesinato de Gerardi

Afp, Dpa y Reuters, Guatemala, 26 de julio Ť La Iglesia católica guatemalteca afirmó hoy que existe una campaña en su contra porque ``busca la verdad'' respecto al asesinato del obispo capitalino Juan Gerardi, ocurrido hace tres meses, al tiempo que el procurador de Derechos Humanos, Julio Arango, denunció presiones por parte de un fiscal general para que se abstenga de hacer declaraciones sobre el crimen.

En tanto, los legisladores demócratas estadunidenses Nancy Pelosi, George Miller y Ciro Rodríguez pidieron al gobierno guatemalteco intensificar las investigaciones sobre el homicidio de Gerardi que, aseguraron, tiene connotaciones políticas y afecta los acuerdos de paz.

Juan Gerardi fue asesinado a golpes el pasado 26 de abril, dos días después de haber presentado un informe en el que responsabilizó al ejército de 90 por ciento de los crímenes cometidos durante la guerra civil.

Los dos principales sospechosos del asesinato, el sacerdote Mario Orantes y la cocinera Margarita López se encuentran en prisión.

El arzobispo de Guatemala, Próspero Penado Barrios, aseguró a la prensa que la existencia de un plan contra la Iglesia católica ``es algo que suponemos, pero que no podemos fundamentar'', y que al parecer estaría motivado por la posición de los responsables de la Iglesia católica de ``buscar la verdad''.

``La Iglesia y el gobierno son víctimas de un complot. Aun cuando se compruebe la participación del sacerdote Orantes, la institución católica va a continuar como víctima'', afirmó a su vez el director de la Oficina de Derechos Humanos del Arzobispado (ODHA), Ronald Ochaeta, quien subrayó que ``perseguiremos la verdad independientemente de quién haya ejecutado el crimen''.

La ODHA acusó hace dos semanas a dos militares de haber asesinado a Gerardi, pero aún no presentó la denuncia formal ante el Ministerio Público.

Así las cosas, el procurador Arango denunció ante los legisladores estadunidenses que el fiscal general Adolfo González le pidió que se abstuviera de hacer declaraciones en torno al asesinato de Gerardi, la captura de Orantes y López, así como sobre las evidencias encontradas durante las investigaciones ``para no buscarme problemas''.

Sostuvo que el asesinato ``tuvo motivaciones políticas'', agregó que las pruebas presentadas contra Orantes y López ``son débiles'' y rechazó la versión acerca de que el perro Balú, propiedad de Orantes, hubiera atacado a Gerardi.

El fiscal encargado del caso Gerardi, Otto Ardón, recurrió recientemente a una cláusula especial de la justicia guatemalteca mediante la cual se prohíbe a las partes involucradas en un caso brindar declaraciones públicas durante el proceso legal que puedan interferir con las investigaciones respectivas.