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Higiene bucal

Olvidar el cuidado de nuestra higiene bucal puede traer consecuencias más graves que no poder dar un beso. Se sabe que la escasa salud de una parte del cuerpo puede afectar a otras.

Las enfermedades de las encías pueden ser consecuencia y causa de problemas de salud en regiones distantes del cuerpo. Diversas investigaciones estudian los vínculos entre los padecimientos periodontales y males sistemáticos como la osteoporosis y problemas del corazón.

En un estudio de posmenopáusicas, se encontró que aquellas que habían tenido osteoporosis de cadera, también tenían menos dientes y más probabilidad de padecer enfermedades de encía que otras mujeres.

Los trastornos más comunes en esas mujeres son el malestar bucal, dolor, sequedad y alteraciones en el gusto, y morfológicamente se manifiesta con la pérdida de hueso alveolar como resultado de la osteoporosis.

Asimismo, se establece la importancia de la fluoruración del agua, como factor de reducción del riesgo de fractura del esqueleto, debido a sus potentes efectos sobre la función de las células, la estructura y la fuerza ósea.

Una sonrisa sin dientes muestra daños obvios por infecciones periodontales, pero tiempo antes de que los dientes se caigan, las infecciones de encías pueden causar estragos en todo el cuerpo. Sin embargo, a diferencia de otras infecciones, éstas, en etapas tempranas, no causan dolor u otro síntoma molesto, por lo que no conducen a sus víctimas al dentista.

En México, la cultura de higiene bucal es aún muy escasa, por lo que el paciente sólo acude a revisión cuando siente un gran dolor. En opinión de especialistas de la Asociación Dental Mexicana, a ello se suma la situación económica del país, la falta de circulante, el incremento de los costos en general y la capacidad económica de la gente, que al igual que las visitas al dentista, ha disminuido. (Mirna Servín)