Masiosare, domingo 26 de julio de 1998



Un puente rockero

entre Chiapas y EU

Jesús Ramírez Cuevas

De Cananea a La Realidad, Chiapas, pasando por Los Angeles. Zack de la Rocha, rockero de 28 años, cantante de la banda Rage Against the Machine (Odio contra la Máquina) y ganador del premio Grammy difunde entre la juventud de Estados Unidos la lucha de los indígenas chiapanecos: ``El interés allá es cada vez mayor. Nos sentimos parte de este proceso y es por ello que nuestra música se ha convertido en un puente''

Zack de la Rocha es nieto de un obrero de Cananea que emigró para trabajar en los campos de Silicon Valley, California. ``Mi abuelo trabajaba de 15 a 16 horas diarias, sudando, sujeto a la miseria... Veo su experiencia reflejada en los testimonios de los zapatistas''.

Su padre es un muralista chicano que perteneció a Los Four, el único grupo mexicano que hizo una exposición en el Museo de Los Angeles. ``Sus intentos de construir puentes entre los artistas de Los Angeles, los trabajadores, los chicanos contra Vietnam, me orientaron políticamente hacia los movimientos de liberación nacional''.

Atento a sus raíces, en la entrevista con Masiosare el cantante del grupo Rage Against the Machine, se presenta como Zacarías: ``Como artista popular, para mí es importante dejar claro a los gobiernos de Estados Unidos y de México que a pesar de su estrategia de miedo e intimidación a los extranjeros, a pesar de sus armas, a pesar de sus leyes de migración y retenes, nunca podrán aislar a las comunidades zapatistas de la gente de Estados Unidos''.

Combinando su música fuerte, de ritmo pesado, con letras de contenido político que hacen eco de la inconformidad social de la juventud y los movimientos alternativos, Zack de la Rocha y su banda han difundido en sus discos un estilo radical solidario con las luchas del mundo. En el caso de Chiapas, Zack se ha convertido en un integrante activo de la solidaridad desde Estados Unidos.

Rock y zapatismo

``En EU, cuenta Zacarías, nuestra banda se ha convertido en un medio de comunicación alternativo para jóvenes. Hemos propiciado una gran cooperación entre grupos y gentes para difundir las ideas del movimiento zapatista en su relación con los pobres, los jóvenes, los excluidos y los desposeídos de Estados Unidos.

``A través de conciertos, videos, entrevistas, con la difusión de información en los conciertos, con las letras de nuestras canciones, ponemos al alcance de los jóvenes, nuestro público, las experiencias de los zapatistas, facilitamos siempre la forma en que pueden participar y los ponemos en comunicación con las organizaciones y los comités de apoyo a los zapatistas''.

Zacarías ha estado en Chiapas en cuatro ocasiones. En 1996, por ejemplo, organizó a un grupo de jóvenes East-Los Angeles, para visitar Chiapas. ``Constatamos cómo la militarización obligaba a 70 mil familias a afrontar la muerte por hambre, además de la amenaza e intimidación diaria que sufrían las comunidades''.

A partir de ese viaje, explica Zack, ``nos hicimos muy conscientes de la importancia de crear una línea defensiva de la sociedad civil, porque uno de los obstáculos que podíamos poner contra la guerra de baja intensidad era estar con los niños mientras los hombres salían a trabajar el campo, estar allí simplemente''.

De los viajes a Chiapas han surgido canciones como The Window Blow y Without a face, del segundo álbum del grupo, Evil Empire, en Estados Unidos.

Al recibir el Grammy, el reconocimiento más importante de la industria musical, Zack dedicó el premio a los indígenas zapatistas.

El músico chicano estuvo recientemente en Chiapas como parte de una de las innumerables delegaciones de observadores que llegan en los últimos tiempos desde EU. Trabaja en California con la Comisión Nacional por la Democracia en México, encabezada por Cecilia Rodríguez.

``A través de mi experiencia con los zapatistas -recuerda Zack-, he encontrado una serie de principios, una forma de resistencia, una manera de ser y de organizarse en la que me reconozco. Lo que sí reconozco es al EZLN como parte legítima del pueblo mexicano y son ellos quienes nos han invitado. Yo no tengo visa especial FM3 (permiso de observador), no reconozco al PRI como legítimo poder político en México''.

De los conciertos a las comunidades

Zack estuvo en San Andrés en mayo de 1995 y le tocó ver de cerca las negociaciones de paz. ``Algo esperanzador y un poco cínico... puesto que el gobierno no ha cumplido los acuerdos firmados''.

En febrero de 1996, Zack estuvo en La Garrucha. ``Allí experimentamos el terror y la intimidación, el aislamiento en que las comunidades tenían que subsistir, con los campamentos militares situados entre las casas y las milpas. Entendí que una de las grandes misiones de la guerra de baja intensidad es rendir a la gente por hambre, lo que tiene el mismo efecto que tirar una bomba sobre la población, pero es más cómodo para los gobernantes pues mantiene a México como un lugar estable y propicio para las inversiones y no pone en riesgo el TLC''.

Luego, el joven rockero estuvo en La Realidad para el Encuentro Continental por la Humanidad y contra el Neoliberalismo, en abril de 1996. ``Nos dimos cuenta de la importancia del diálogo entre la sociedad civil y los zapatistas, y nos sentimos identificados como generación. Somos gente sin partido, que estamos por un mundo diferente donde el dinero no sea el único valor, que estamos contra las políticas racistas de EU. Con la crisis y el TLC, en EU la gente también se siente sin rostro, es decir, sin alternativas, sin posibilidades''.

En su última visita, Zack de la Rocha estuvo en San Antonio El Brillante y en Unión Progreso. ``Hemos escuchado diferentes testimonios que hablan de la escalada de la violencia que promueve Zedillo. Con esta violencia irracional quiere dar ejemplo en las comunidades de lo que te puede pasar si no estás de acuerdo en las políticas económicas o sociales que ejerce''.