``Se sospecha'' que ONG financian a los rebeldes: Labastida
José Gil Olmos Ť ``Sin candilejas'', con anuncios públicos de los acuerdos a que se llegue, el gobierno federal insistirá en un diálogo directo con el EZLN y no variará su estrategia de negociación para Chiapas, sostuvo el secretario de Gobernación, Francisco Labastida Ochoa, luego de rechazar la propuesta zapatista de someter a una consulta nacional la iniciativa de la Comisión de Concordia y Pacificación (Cocopa) sobre derechos y cultura indígenas.
El funcionario afirmó que esta iniciativa del EZLN no tiene razón de ser porque, por una parte, en 1996 los poderes Ejecutivo y Legislativo ya realizaron una consulta nacional en la materia y, por la otra, los zapatistas sólo quieren cubrir una decisión irreductible ya tomada, que es rechazar la propuesta presidencial y que el gobierno la retire. Además, señaló que, si se quiere enviar al Congreso la iniciativa de la Cocopa, serán entonces los legisladores quienes consideren si es el proyecto adecuado, porque ``en la selva no se hacen las leyes''.
Al hablar acerca del subcomandante Marcos, Labastida expresó, irónico: ``Yo no conozco a Marcos, he leído obviamente, como algunos de ustedes, cosas sobre él. Conozco sus misivas; entonces, es un señor que manda cartas, que manda misivas''. Más tarde señaló que posiblemente ``Rafael Sebastián Guillén sea mejor escritor que político'', porque en su último comunicado tiene buenos párrafos, pero que no tienen parecido con la realidad.
``Puede escribir algunas partes muy buenas, reflexivas, pero algunas partes son pura fantasía y otras, perdón, son falsedades o mentiras. Entonces es mejor escritor que político'', sostuvo entre sonrisas.
En un desayuno en el que participaron reporteros de diversos medios, Labastida aceptó preguntas sobre sus posibles aspiraciones a la presidencia de la República para el 2000, las cuales rechazó. ``He procurado decir de manera congruente que tengo la preocupación de tratar de ser buen secretario de Gobernación, no sé si lo cumpla o no; independientemente de que tenga éxito en lo que emprenda, voy a poner todo mi esfuerzo en solucionarlo. No me quiero ocupar de otros temas que ocuparme nada más de ser el secretario de Gobernación; ya es suficiente''.
Sin embargo, no pudo dejar de hablar de lo que se espera del próximo informe del presidente Ernesto Zedillo, y previó que será un análisis objetivo, veraz de la marcha de la nación, en la ``normalidad democrática'', la paz social y el sostenimiento de un crecimiento a pesar de los problemas económicos y financieros.
En cuanto a los augurios de problemas en el proceso de elección al candidato presidencial en el PRI y del peligro de que se repitan hechos fatales como el asesinato de Luis Donaldo Colosio, el funcionario previó que no habrá ningún conflicto ``en esa materia'' y que su partido mostrará signos de evolución para trasformarse y elegir a sus candidatos de manera pacífica. ``Van a tener una pequeña frustración'', dijo Labastida al referirse a quienes auguran catástrofes dentro del PRI.
De cara a la elección presidencial del 2000, negó que el país sea ``rehén'' de las fuerzas políticas, incluyendo al EZLN, en los distintos procesos de negociación. Empero, aceptó que hay una ``rentabilidad'' de las acciones y un sesgo de las partes, pero no sólo en el futuro político sino en el presente.
Los conflictos en Chiapas, debido a los usos y costumbres
En la larga plática con los reporteros, el secretario de Gobernación consideró que muchos de los conflictos que se han suscitado en Chiapas son por lo que ``elegantemente llamamos usos y costumbres, pero que en términos concretos significa que las decisiones no se toman en las comunidades en forma individual, sino de forma colectiva''.
Según Labastida, esta forma de proceder ha ocasionado que con frecuencia sean expulsados grupos por diferencias en el uso de las tierras agrícolas colectivas, de bosques, de ganado o de un banco de arena, y también por cuestiones políticas y religiosas.
``En el caso de Chenalhó, donde hubo 14 hechos de sangre, el conflicto se originó por la explotación de un banco de grava, en donde grupos que estaban en conflicto y tenían disputa entraron en agresiones físicas, que llevaron a cerca de 20 muertos antes de la masacre de Acteal, que tanto lamentamos y que nos enlutó a todo el país'', con lo cual quedó implícitamente descartada la participación de grupos paramilitares, en el marco de una ``guerra sucia'', como han asegurado diversos sectores sociales, religiosos y el propio EZLN.
A una pregunta sobre el papel de Emilio Rabasa Gamboa, el secretario le manifestó todo su apoyo, y aunque en principio dijo que no era el representante del gobierno para el diálogo de pacificación en Chiapas, luego aclaró que es algo más que esto, porque tiene la función de coordinar las tareas del gobierno federal en esa materia. Incluso, aseguró que Rabasa y él serían los participantes directos del gobierno cuando se reanude el diálogo con el EZLN.
Sostuvo que las descalificaciones de Marcos a Rabasa son cortinas de humo para esconder el asunto de fondo; esto es, la negativa zapatista a sentarse a dialogar.
Por otra parte, rechazó de nuevo la propuesta de una mediación internacional para Chiapas, porque en las circunstancias actuales no agilizaría las negociaciones. Sugirió que ese papel lo cumpla la Cocopa a través de la coadyuvancia, pues tanto el EZLN como el gobierno observan que podría impulsar de manera notable el proceso de negociación.
Sobre las organizaciones no gubernamentales que trabajan en Chiapas, adelantó que se investigarán algunas, porque se sospecha que parte de su financiamiento es para el EZLN, lo cual sería ilegal.
En cuanto a los grupos paramilitares aclaró que la acepción oficial sobre este término es para referirse a ``grupos armados'' y no a grupos que están relacionados con alguna fuerza militar.