Burló el tema chiapaneco valladar de voces oficiales
David Aponte Ť Contra lo dicho por diferentes voceros gubernamentales, que en los últimos días se cansaron de decir que el tema chiapaneco no formaba parte de la agenda del secretario general de la ONU, el conflicto de Chiapas entró finalmente a la mesa del diálogo, a la esperada conversación que sostuvieron el ganhés y el presidente Ernesto Zedillo.
El tema de la paz y la guerra en esta ciudad que cobijó y apadrinó los procesos de pacificación de El Salvador y Guatemala fue también abordado posteriormente por el visitante y el jefe de gobierno capitalino, Cuauhtémoc Cárdenas.
Se dijo que Chiapas no formaba parte de la agenda del secretario de la ONU de visita en nuestro país, pero Annan hasta hizo un llamado para que las partes en conflicto retornen a la mesa del diálogo.
El tema de la paz y de los aportes mexicanos a la reconciliación en algunos países centroamericanos y en otros, como el caso de Colombia, no estaba previsto. Sin embargo, llegó sutilmente en su discurso pronunciado por Annan en el antiguo Palacio del Ayuntamiento.
De modo que la disyuntiva clásica, paz o guerra, dominó el primer día de visita oficial del representante del organismo internacional.
En la agenda del día no faltó el desaire. Los empresarios, académicos e intelectuales del país dejaron plantado a Annan. De la selecta lista de invitados para almorzar con el visitante, elaborada por Juan Elek, una de las cabezas del CEMAI, sólo acudieron 10 personas. La cita fue en el lujoso fraccionamiento Real de las Lomas.
Durante el curso de su apretada agenda, tampoco faltó la maniobra diplomática de la cancillería. El área de protocolo logró que Annan programara su reunión con los representantes de las organizaciones no gubernamentales hasta la tarde de este jueves, al concluir su programa oficial.
Los desaires, el primero de la canciller Rosario Green, quien no acudió la noche del martes al hangar presidencial para recibir al huésped, y los amplios movimientos de la diplomacia mexicana, no evitaron que el tema de Chiapas gravitara en la visita del representante de la ONU.
Algunos funcionarios de las Naciones Unidas mostraron ayer su desencanto por la falta de cortesía de la titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores. Uno asunto es el protocolo y otro la amabilidad, dijeron.
Kofi Annan comenzó su visita con una reunión en la residencia oficial de Los Pinos. La entrevista con el presidente Zedillo comenzó a las 9 horas y culminó una hora y 45 minutos más tarde. En la víspera, el gobierno federal divulgó que el tema del conflicto en Chiapas no estaría en el portafolio del invitado.
Sin embargo, el asunto entró a la mesa del diálogo entre ambos personajes. El jefe del Ejecutivo entregó amplia información al representante del organismo internacional y aseguró que el gobierno quiere una salida política al problema en aquella entidad. Annan respondió que las Naciones Unidas apoyan la estrategia gubernamental orientada a una resolución ajena a la vía militar, y que no existe ninguna intención del organismo de tomar parte en el conflicto.
``Ese enfoque es atinado y correcto'', comentó el secretario de la ONU ante los periodistas, en el salón Venustiano Carranza de la residencia oficial.
El Presidente no solicitó la intervención o mediación de las Naciones Unidas para el conflicto chiapaneco, ni el ghanés ofreció su ayuda. Pero, ``instó'' a la ``otra parte'', a los representantes del Ejército Zapatista de Liberación Nacional a volver a la mesa de la negociación y a retomar el diálogo para una solución de carácter político.
Ante los medios de comunicación, Annan dijo que la solución de este tipo de problemas requiere necesariamente del trabajo de las ``dos partes''. Con ese mensaje, el huésped abandonó Los Pinos. En su camino al centro de la ciudad, colocó una ofrenda floral en el Altar a la Patria, como suelen hacerlo los jefes de Estado y de gobierno.
Chiapas, el tema de la paz y la guerra, lo siguieron hasta el antiguo Palacio del Ayuntamiento. En la puerta del edificio, Cuauhtémoc Cárdenas y el líder de la Asamblea Legislativa, Martí Batres, recibieron al convidado. Una marimba chiapaneca --otra vez Chiapas-- acompañó su viaje hasta la sala de cabildos.
El gabinete del jefe del gobierno capitalino en pleno recibió con aplausos a Annan. Cárdenas calificó al extranjero como un personaje comprometido con las causas de la paz y la cooperación internacional. Los hombres del ingeniero, de traje sastre y corbata, excepto Salvador Martínez Dellarocca, El Pino, escucharon atentos el mensaje.
Después, Cárdenas entregó a Annan un pergamino que lo nombra huésped distinguido, las llaves de la capital del país y una medalla con el escudo de la ciudad. El representante de la ONU agradeció los detalles con un discurso en el que jugó con las figuras de la paz y la guerra, con las caras de la negociación y la confrontación, con la participación de México en procesos de pacificación de las naciones centroamericanas.
``La ciudad de México es una ciudad de paz'', comenzó. La capital ha albergado e impulsado importantes negociaciones para lograr la reconciliación en países como El Salvador y Guatemala, prosiguió.
Con su nuevo título y medalla en el pecho, recordó la firma para la paz en El Salvador, acto celebrado en el Castillo de Chapultepec. Annan envió un sutil e implícito mensaje a los actores nacionales: México ha sido escenario de paz y puede serlo al interior.
Más tarde, Cárdenas y el secretario general de las Naciones Unidas conversaron en el patio central del edificio. Una vez que se despidieron, el ingeniero aseguró que nada hablaron de Chiapas, que no tocaron el tema de la mediación del organismo multilateral en el conflicto.
Kofi Annan acudió a una comida organizada por Juan Elek, en el elegante fraccionamiento Real de las Lomas, a la que supuestamente irían empresarios y académicos. De la lista de 22, sólo llegaron 10 personas, entre ellas Jaime Alatorre, Gastón Lunken, Eugenio Anguiano, Manuel Campuzano, y el periodista Sergio Sarmiento, uno de los considerados en el apartado de intelectuales. Ninguno de los hombre de negocios más importantes del país concurrió a la cita con el ganhés.
Así transcurrió el primer día de actividades de Kofi Annan en México: Chiapas, la guerra y la paz, desaires y maniobras diplomáticas.