``Inmejorable'', la situación laboral de cerillos: tiendas de autoservicio
Ricardo Olayo Ť Las tiendas de autoservicio no van a reconocer la relación laboral con los empacadores que trabajan en ellas, y tampoco a pagarles algún salario ni ofrecerles un seguro médico, pues las condiciones en que prestan sus servicios ya les dan protección, indicó Luis Santana Castillo, presidente ejecutivo de la Asociación Nacional de Tiendas de Autoservicio y Departamentales (ANTAD).
El convenio firmado hace ocho años precisamente por Santana y el ex regente Manuel Camacho Solís, es el mejor posible y cualquier cambio lleva el riesgo de que no se contrate más a los jóvenes, advirtió el empresario.
Antes que aceptar la firma de un contrato laboral con los 9 mil cerillos, las opciones son: pedir a los clientes o a la cajera que se hagan cargo de empacar sus productos, o bien contratar personal mayor de edad que al mismo tiempo haría otras funciones. En la hipótesis de que las tiendas de autoservicio decidan contratar a este personal, el efecto para el cliente sería un aumento en la mercancía, explicó.
``Sería lamentable que perdieran el trabajo, porque los ingresos de estos jóvenes son importantes para sus familias y en muchos casos ganan más que sus padres; entre 70 y 80 pesos diarios, es decir por encima del salario mínimo'', dijo Santana entrevistado al final de la ceremonia en que se conformó el Consejo Consultivo de Turismo para el DF, del cual forma parte.
Con respecto a la queja formulada por menores y las autoridades del DF dado que los empacadores laboran más allá de las 10 de la noche o más de seis horas, lo que está prohibido por la ley, el presidente ejecutivo de la ANTAD dijo que si sucede de esa manera es decisión de los propios jóvenes, pues en ocasiones se quedan a trabajar para sacar más dinero y al día siguiente no presentarse a laborar.
A pesar de que en el horario no hay control y de que los jóvenes pueden permanecer las horas que quieran en el centro comercial, según su declaración, afirmó que el requisito principal para que los menores laboren en las tiendas es que tengan buenas calificaciones y que no abandonen sus estudios, de otra forma no son aceptados.
Los empacadores están en libertad y ya tienen protección; ``no hay otro tipo de situaciones que pudieran mejorarse'', dijo Santana en relación con las pláticas que sostiene la ANTAD con la subsecretaría del Trabajo del DF para mejorar la situación de los cerillos.
Sin embargo, la ANTAD ``está abierta a mejorar el futuro de los menores'', aunque Santana acepta que no conoce dentro de la organización algún programa deportivo, cultural o de esparcimiento, en todo caso, tienda por tienda se tiene que preguntar para saber si lo hay, estableció; una de las razones para no realizar programas, es que los jóvenes no están en forma permanente en las tiendas, precisó.
El representante de la ANTAD fue insistente en que el convenio de 1990 firmado con Camacho Solís ya procura la atención de los menores, aunque para el gobierno del DF es mejorable. Según las estadísticas de la autoridad, los menores tienen problemas de peso y talla en su desarrollo, además de pertenecer a familias de escasos recursos, adicionalmente, los dueños de las tiendas no reconocen relación laboral alguna.
``Cualquier cambio para firmar un contrato sería un riesgo'', reitera, pues pueden perder el empleo, dijo y remitió a otros funcionarios de la ANTAD que tienen información de primera mano de las reuniones con el gobierno.
--¿Pero las tiendas pueden dar alguna prestación médica?
--La tienen ya cubiertas con sus padres, que tienen IMSS o ISSSTE.