La planta nuclear Three Mile Island, al centro del estado de
Pennsylvania, está en venta, y a un precio barato. La empresa solicita
600 millones de dólares por la planta, pero un funcionario reconoció a
The New York Times que esa planta fue el escenario del
accidente nuclear más serio en la historia de Estados Unidos, el cual
provocó la evacuación de 100 mil habitantes temerosos de ser expuestos
a la radiación.
Autocensura en museos
La institución Smithsonian ha cancelado planes para trasladar su exhibición sobre la explotación de los trabajadores migrantes en los ``talleres del sudor'' (sweatshops) estadunidenses durante los últimos 150 años a otros museos en Chicago, San Francisco y Nueva York. El encargado de la exposición, montada en Washington, comentó a Los Angeles Times que varios directores de otros museos expresaron su preocupación por cómo reaccionaría la comunidad empresarial ante la muestra, pues cada vez más ``los museos dependen de fondos privados para su sobrevivencia''.
Más niños latinos que negros
Ahora existen 10.5 millones de niños latinos en Estados Unidos, cifra que es por primera vez un poco más alta que el número de niños negros, según el Buró del Censo de Estados Unidos. Los demógrafos pronostican que dentro de siete años, los latinos representarán el grupo minoritario más grande del país, sobrepasando a la población negra.
Guerra cibernética
El Pentágono desarrolla planes para llevar a cabo guerras a través de Internet, utilizando virus de computadoras o ``bombas lógicas'' sobre redes cibernéticas de un enemigo, informó The Washington Post. Entre las opciones bajo consideración están: interrumpir el suministro de electricidad a teléfonos de ciudades en territorio enemigo, colocar información falsa en las computadoras del enemigo sobre la ubicación de tropas o emitir imágenes de video falsas a programas de televisión extranjeros.
La política indígena del gobierno de Chiapas es la fachada del apoyo institucional a los grupos paramilitares. ¿De dónde sale tan tremenda afirmación?
El gobernador Roberto Albores acaba de nombrar titular de la Secretaría para la Atención de los Pueblos Indígenas de Chiapas (Seapi) a María Sánchez, joven indígena tzeltal originaria de Oxchuc, con estudios de contaduría.
La nueva funcionaria es esposa del diputado federal Norberto Santiz, señalado como uno de los principales impulsores del paramilitar Movimiento Indígena Revolucionario Antizapatista (MIRA).
El subsecretario de Gobierno, Roberto Muñoz Liévano, quiso presentar este nombramiento como un avance de las mujeres indígenas, pero lo cierto es que la nueva secretaria manejó todos los recursos de la campaña electoral de su esposo en 1997 (mismos que, según organizaciones de la región, fueron desviados para comprar armas y apoyos para los integrantes del tristemente célebre MIRA).
No hay que olvidar que Antonio Pérez Hernández, anterior titular de la Seapi, fue destituido por comprobarse su vinculación con los paramilitares que cometieron la matanza de Acteal. Desde entonces, diversos funcionarios de la Seapi han sido vinculados con grupos paramilitares.
Si son ciertas las denuncias sobre las divisiones y la violencia fomentada por Norberto Santiz -actual secretario de Asuntos Indígenas del Comité Estatal del Partido Revolucionario Institucional- en Oxchuc, Ocosingo, Chanal y Cancuc, el diputado tendría que comparecer ante la Seapi, es decir, ante su esposa.
Una muestra de lo que el gobernador Albores Guillén llama política de distensión, camino a las elecciones locales de octubre (con información de Jesús Ramírez Cuevas).
Hasta los perredistas ya se dieron cuenta de que los ex priístas no son siempre los mejores candidatos.
Jesús Barraza llegó con la oferta de romper, o al menos rasguñar, el bipartidismo en los comicios municipales de Tijuana, Baja California. No sólo incumplió su promesa, sino que el PRD perdió votos con respecto a la elección anterior.
O sea que el PRD no ganó nada, de no ser porque su militancia local resultó agraviada pues el proceso de elección de Barraza estuvo salpicado de inconformidades.
Los perredistas tijuanenses recuerdan que Barraza fue director de una preparatoria federal en los setenta y que entonces promovió grupos porriles para ``golpear a los estudiantes de izquierda''.
En 1988 fue dirigente del PRI estatal y se dedicó a golpear a la Corriente Democrática y luego al PRD.
Ya en campaña, Barraza -que fuera cercano colaborador del ex gobernador Xicoténcatl Leyva- desplazó a la dirigencia local y él mismo manejó todos los asuntos.
Cuando Cuahutémoc Cárdenas visitó Tijuana, los golpeadores de Barraza trataron de impedir que le informaran de las inconformidades.
En el hotel Camino Real, el dirigente de los trabajadores de la empresa Han Young, Enrique Hernández, quiso pedir la solidaridad del jefe de gobierno y consiguió ser sometido por los guaruras. Hasta que llegó Barraza y dio la orden de que lo soltaran.
Los perredistas de la ciudad fronteriza culpan de todo al secretario general de su partido, Jesús Ortega, y advierten que harán contracampaña si él decide competir por la presidencia del PRD. ``Con cualquiera, menos con Jesús'', sentencian.
Cuenta la leyenda que los navegantes fueron a la Facultad de
Economía de la UNAM a pedir un auditorio. Ahí se las regresaron con la
oferta de una conmemoración en grande y oficial.
Fue entonces cuando el ex líder Marcelino Perrelló se dio cuenta del tamaño del océano y se apersonó con el rector Francisco Barnés, quien de inmediato tomó la idea y anunció, con bombo y platillo, un programa institucional de los treinta años del movimiento.
Ya entrados en gastos, el programa oficial excluyó a la Facultad de Economía, que hará sus eventos de manera independiente.
Antes de que se iniciaran las vacaciones en la Universidad Nacional, ya habían aparecido dos grupos más de sesentayocheros que demandan espacios y apoyos para reivindicar la histórica fecha.