Los rebeldes y la representación civil pactan convocar a una convención nacional por la paz
Ap, Dpa, Afp y Reuters, Maguncia, 15 de julio Ť La guerrilla colombiana del Ejército de Liberación Nacional (ELN) se comprometió hoy a suspender sabotajes a la infraestructura petrolera y secuestros, en el contexto de un acuerdo firmado con 40 representantes de la sociedad civil reunidos en esta localidad alemana.
El ELN y la representación civil signaron la declaración Puerta del Cielo -por el nombre del convento en que se realizan las pláticas--, en la que también se acordó convocar a una Convención Nacional dirigida a la paz y la justicia social, ampliación de la democracia y consolidación de la soberanía nacional.
El texto consta de cuatro capítulos, referentes a la participación de la sociedad civil, la humanización de la guerra, de los recursos naturales y de la Convención Nacional. Además, se destaca que se facilitarán encuentros del gobierno con las comandancias de las guerrillas y la Coordinadora Guerrillera Simón Bolívar.
El acuerdo fue recibido con reacciones positivas tanto de la Conferencia Episcopal alemana, organizadora de la reunión, como del presidente Ernesto Samper, que lo calificó de ``histórico'' y ``revolucionario'', así como de otros sectores de la sociedad colombiana, incluyendo la Iglesia católica y del ministerio de Defensa.
En la parte que se refiere a la humanización del conflicto armado, el acuerdo condena las acciones hostiles y matanzas de civiles financiados desde distintos sectores, cuya acción se acrecienta por omisión o acción de algunos agentes del Estado, y establece el compromiso por el ELN de suspender los secuestros.
Asienta que se dejará de lado el secuestro con propósitos financieros, en la medida en que se resuelva por otros medios la disponibilidad de recursos para la organización rebelde. Aclara que también cesará la retención de ancianos mayores de 65 años, de menores de edad y de mujeres embarazadas.
Tras abogar por la superación de la impunidad de crímenes de lesa humanidad, se entra al tema de los recursos naturales, en el que se asienta que las partes promoverán un foro amplio para la discusión de la soberanía nacional sobre los recursos naturales, entre ellos el petróleo, para proponer iniciativas nacionales y normas al respecto.
Al mismo tiempo, y mientras se realiza ese evento en una zona cuyo despeje se solicitará al gobierno, el ELN se compromete a cesar los sabotajes dinamiteros contra los oleoductos que esa guerrilla suele llevar a cabo y que han causado múltiples derrames petroleros, con la consiguiente contaminación ambiental y pérdidas millonarias.
En cuanto a la Convención Nacional, se prevé que ésta deberá ser organizada por una comisión preparatoria para antes del 12 de octubre del año en curso. Hace énfasis en que la Convención abordará temas como la definición de bases para las transformaciones de las estructuras sociales, económicas y políticas.
Luego de que se conocieron los puntos centrales de la declaración conjunta, el comandante rebelde Pablo Beltrán brindó una conferencia de prensa, en la que aseveró que el ELN no depondrá las armas ni cederá un centímetro de los territorios que controla durante las conversaciones hacia la paz.
Asimismo, la guerrilla acotó que no habrá pláticas ya con el gobierno samperista saliente, sino que se estará a la espera del entrante, de Andres Pastrana, de acuerdo con los avances que se tengan con la sociedad civil. De igual modo, dijo que se buscará hablar con Venezuela por su influencia en la frontera común.
Por la contraparte civil, se manifestarons satisfechos del acuerdo el fiscal general Jaime Bernal y el líder de los industriales Sabas Pretelt, quienes se mostraron confiados en la seriedad de los acuerdos. Pretelt estimó que ahora ``soplan vientos de paz en Colombia'' y que eso era una realidad contundente.
Si bien el presidente Samper, quien inició una gira a Portugal, calificó de ``revolucionario'' el acuerdo signado en Alemania por tratarse de un documento encaminado a la paz entre la sociedad civil y los grupos alzados en armas, se mostró cauteloso al señalar que tocará al próximo gobierno concretar los pasos al efecto.
Por su parte, los grupos paramilitares de derecha hicieron saber que estaban dispuestos a participar en un proceso de paz y que sólo se desmovilizarán cuando lo hagan las guerrillas. El jefe de esos grupos, identificado como Carlos Castaño, pidió además como condición para dialogar la desmilitarización de una población del norte del país.
Entre tanto, la Unión Sindial Obrera anunció un paro de 48 horas por el secuestro de uno de sus líderes, al parecer por paramilitares, a la par que la Fiscalía General informó que estaba a la espera de una declaración solicitada al ex embajador estadunidense Myles Frechette sobre presuntos planes de golpe de estado en 1995 contra Samper.
En otros asuntos, se reportó que un sindicado de homicidio que iba a rendir una declaración tomó como rehén al fiscal y a otras cuatro personas que se hallaban en el palacio de Justicia en Medellín. Los informes señalan que el preso Jaime Higuita aprovechó un descuido del guardia que lo conducía y lo despojó del arma.