La Jornada 14 de julio de 1998

No se requiere respuesta inmediata del EZLN para fortalecer a la Cocopa, expone Salazar Mendiguchía

Andrea Becerril Ť El presidente de la Comisión de Concordia y Pacificación (Cocopa), Pablo Salazar Mendiguchía, rechazó que sea condición indispensable para fortalecer ese organismo la respuesta inmediata de los zapatistas. Hay, expuso, muchas valoraciones sobre ello, ``pero yo no dramatizaría tanto sobre el silencio del EZLN''.

Entrevistado antes de la reunión de la Cocopa en que se inició el análisis del paquete de distensión gubernamental, informó que también estudiarán el programa en la materia del gobernador Roberto Albores Guillén.

La mayoría de los legisladores integrantes de esa comisión consideraron importante tomar en cuenta los nuevos planteamientos oficiales sobre la reubicación de tropas que planteó Alan Arias y el desmantelamiento de los grupos paramilitares al que alude Albores Guillén.

El senador del PRD, Carlos Payán Velver, hizo notar que ojalá esos nuevos planteamientos sean parte de una postura seria y no de la estrategia ya conocida del gobierno ``a la que llamamos guerra de contrainsurgencia''.

Entrevistado antes de la reunión, Payán Velver señaló que ``no todas las tareas que el gobierno le trata de echar encima a la Cocopa podrán ser aceptadas'', pues algunas incluso podrían poner en peligro la existencia de ese órgano de coadyuvancia en el conflicto chiapaneco.

Salazar Mendiguchía, en tanto, adelantó que la reunión sería ``intensa y tensa'', porque el tema da para eso. En la agenda y a petición del representante del gobierno de Chiapas, Roberto Fuentes, se incluyó el programa de distensión del gobernador Roberto Albores.

Payán Velver, por su parte, resaltó los nuevos elementos en los programas de distensión, fundamentalmente la declaración del representante gubernamental, Alan Arias, sobre el posible ofrecimiento al EZLN de reubicar tropas si vuelve a la mesa del diálogo, y la propuesta del gobernador Albores de combatir a los grupos civiles armados.

Al respecto, el diputado perredista Gilberto López y Rivas resaltó que ambos elementos son indispensables en todo plan de distensión para Chiapas. Es obvio, dijo, que se requiere el repliegue del Ejército fuera de las comunidades indígenas y el desmantelamiento de los paramilitares, si realmente hay la intención del gobierno de frenar el clima de violencia y avanzar hacia la solución.

Al respecto, el diputado del PRI, Francisco Javier Gil Castañeda, dijo que se trata de una solicitud de la Cocopa que viene de tiempo atrás y que forma parte del paquete de distensión.

Payán y López y Rivas resaltaron la importancia de que el gobernador Albores reconozca la existencia de los paramilitares y aluda en su plan de distensión a combatir a los grupos civiles armados, sobre todo porque antes lo había negado, al igual que el secretario de Gobernación.

Por otra parte, los legisladores perredistas consideraron que la mediación de la ONU u otro organismo internacional en el conflicto chiapaneco, contrariamente a lo señalado por el gobierno mexicano sería benéfica. Payán Velver señaló que en otros conflictos, la intermediación internacional ha demostrado que no se vulnera la soberanía y las que ganan son las partes en conflicto. En el caso de Chiapas, agregó, sería una opción, ya que el propio EZLN tiene muchas dificultades en entender cómo se puede sentar a la mesa de negociación con alguien que no cumplió con su palabra. ``Me parece entonces que una mediación internacional daría esa solidez, esa limpieza para poder ser confiable a las partes'', señaló.

López y Rivas agregó que la ONU tiene todo un cuerpo de especialistas en mediación que podrían tomar esa tarea, si así lo deciden los involucrados en el conflicto chiapaneco.

Por separado, la presidenta de la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado, la priísta Martha Lara, advirtió que en el estado de Chiapas no hay una guerra civil sino un problema interno que el gobierno mexicano tiene plena capacidad para atender.

``En las últimas décadas ha habido guerrillas en Chihuahua, Guerrero y ahora en Chiapas, y la situación siempre la ha podido manejar el gobierno. No veo por qué ahora sea la excepción'', dijo.