La Jornada 14 de julio de 1998

Advierte el gobierno japonés a sus ciudadanos que no viajen a los Altos chiapanecos

David Aponte Ť La cancillería japonesa colocó una alerta en sus representaciones diplomáticas y las agencias de viaje para recomendar a sus ciudadanos que no viajen a Chiapas, por la situación de conflicto en la zona de los Altos, informaron fuentes de la embajada nipona en México.

La ``advertencia sobre la zona alta de Chiapas'' recomienda a los hombres de negocios que eviten viajar a la entidad. En caso de imperiosa necesidad, se expone que lo harán bajo su propio riesgo.

Las fuentes consultadas agregaron que el aviso entró en vigor hace un par de semanas, después de una evaluación del gobierno japonés respecto de los últimos acontecimientos en Chiapas.

Recientemente, la legación extranjera también dio a conocer a sus ciudadanos reportes de la situación de violencia en la ciudad de México. El consulado proporcionó datos sobre un descenso del turismo japonés al Distrito Federal, debido a los altos índices de criminalidad en la zona urbana.

Incluso, personal diplomático japonés acudió a la Secretaría de Gobernación y a la cancillería a solicitar a los representantes gubernamentales mayores garantías para sus connacionales que viajan a territorio mexicano con fines turísticos, de negocios o de estudios.

Es la segunda ocasión que el gobierno de Japón emite una alerta en relación con el problema en Chiapas. La primera únicamente proponía a los ciudadanos japoneses que extremaran sus precauciones en sus viajes a la entidad. Esta vez recomienda evitar la zona de los Altos.

El clero no debe intervenir en un conflicto armado: arzobispo brasileño

Fabiola Martínez Ť La intervención del clero en un conflicto armado ``no es válida cuando éste se emprende por motivos ideológicos o marxistas'', consideró el arzobispo de Río de Janeiro, Brasil, Eugenio de Araujo Sales.

Antes de retornar a su país, el jerarca católico argumentó que la Iglesia es el centro de unión y por eso no debe ser motivo para dividir. ``Más que intervenir en un conflicto armado, es preferible combatir la mala distribución de la riqueza, porque la pobreza manejada ideológicamente genera violencia'', indicó.

En opinión de De Araujo, es ``muy fácil'' malinterpretar la intervención de un representante de la Iglesia católica ante conflictos armados, aunque es verdad que se puede adoptar actitudes que no son sacerdotales, las cuales ``invariablemente causan problemas''.

Dijo que algunos religiosos ``con ideas ultras manipulan ideológicamente con la pobreza de algunos sectores'', lo que genera violencia entre hermanos.

``La intervención de la Iglesia en un conflicto armado es siempre difícil y a veces no es válida porque se presta a manipulaciones ideológicas'', expresó.

De Araujo comentó que la próxima visita del Juan Pablo II al país, programada para enero de 1999, ``traerá beneficios extraordinarios y espirituales a la Iglesia de toda Latinoamérica, y en ese sentido apoyaremos abiertamente a México''.