La Jornada 14 de julio de 1998

Política económica, clave en la caída de Hashimoto; repuntó el yen tras el anuncio

Afp, Ap, Dpa y Reuters, Tokio, 13 de julio Ť El primer ministro japonés Ryutaro Hashimoto renunció este lunes a su cargo luego de que su Partido Liberal Demócrata (PLD) sufrió el domingo una derrota en las elecciones senatoriales japonesas, de la cual se responsabilizó el gobernante. Hashimoto es el noveno primer ministro japonés que renuncia a su cargo desde 1987. El premier asumió el cargo en septiembre pasado.

Analistas locales atribuyeron a la titu- beante política económica del gobierno de Hashimoto el que en estos momentos Japón se encuentre en la peor crisis desde la Segunda Guerra Mundial, y por consiguiente, que el PLD haya perdido 17 escaños en el Senado, por lo que ahora conserva sólo 44.

La prensa local resaltó que mientras el PLD perdió votos, el Partido Comunista japonés duplicó su fuerza en la cámara superior del Parlamento en las elecciones del domingo, al tiempo que el Partido Democrático de Jan ganó nueve escaños, y es ahora la mayor fuerza de la oposición en el Senado.

``Soy responsable de todo lo ocurrido porque no tuve la habilidad suficiente. La derrota fue culpa mía, mi liderazgo no fue suficiente'', aseguró Hashimoto al anunciar su dimisión.

La derrota del PLD no es significativa desde el punto de vista político, pues dicho partido seguirá en el poder al contar con la mayoría en la cámara baja, donde tiene facultades para aprobar el presupuesto nacional y elegir al premier, pero el hecho de perder 17 escaños en el Senado denota la creciente impopularidad de las medidas que adoptó recientemente.

En abril del año pasado, el gobierno de Hashimoto elevó el Impuesto al Valor Agregado de 3 a 5 por ciento, lo que hizo que el consumo disminuyera considerablemente. Luego, apremiado por los empresarios y sus socios comerciales internacionales para reactivar el consumo mediante fuertes incentivos fiscales, el gobierno hizo exactamente lo contrario, al adoptar una política de austeridad presupuestaria que no logró mantener la confianza de inversionistas extranjeros.

Esto provocó una rápida devaluación del yen, que perdió 8 por ciento de su valor, cuyos efectos negativos amenazaban con extenderse al resto de las economías asiáticas. A inicios de este mes, el equipo de Hashimoto intentó poner en marcha un plan de saneamiento de los bancos, asfixiados al no poder cubrir los pagos de sus créditos, pero éste llegó demasiado tarde, pues dichos créditos se habían vencido hacía tres meses, y los intereses se habían acumulado.

El anuncio de la dimisión de Hashimoto permitió que el yen, que se desplomó el domingo tras la derrota electoral del PLD, se recuperara, pues de cotizarse a 140.50 unidades por dólar, la moneda cerró el lunes a 143.24 unidades por dólar.

Expertos señalaron que esta recuperación se debe a que inversionistas internacionales creen que el nuevo gobierno implementará rápidamente medidas para revertir la mala situación económica japonesa, que ha provocado una cifra de desempleo récord que afecta a 4 por ciento de la población económicamente activa.

El presidente estadunidense Bill Clinton afirmó que ``espera con impaciencia trabajar con el nuevo gobierno japónes''. La Casa Blanca dijo, por su parte, que ``la economía japonesa es capital para Asia y para la economía mundial'', y agregó que Estados Unidos trabajará sobre la hipótesis de que el nuevo gobierno japonés adoptará medidas en materia fiscal y bancaria para reactivar la económica.

Fuentes del PLD señalaron que el canciller Keizo Obuchi es el miembro del partido gobernante con mayores posibilidades de sustituir a Hashimoto en el cargo. La semana pasada Obuchi admitió: ``No me molestaría tomar el relevo si Hashimoto se declara de acuerdo''. Directivos del PLD dijeron que esperan organizar, el próximo día 21, una votación entre legisladores del partido para designar al sustituto de Hashimoto, quien deberá ser aprobado por el Parlamento el día 26.