¡EUREKA!

Los lentes oscuros

Más de 50 por ciento de los lentes oscuros que se venden no han pasado ningún control de calidad. Debido a la ausencia de filtros de protección solar adecuados, ha aumentado considerablemente la cifra de personas con problemas oculares producidos por la dispersión de los rayos ultravioleta en la nieve o las playas.

Muchas veces, los lentes oscuros están asociados a las distintas corrientes que marca la moda: se han transformado en un accesorio estético, como los bolsos de mano o los cinturones. Sin embargo, es importante saber que algunos dolores intensos de cabeza, conjuntivitis y fotofobias anormales (intolerancia y temor a la luz) son producto del uso de lentes oscuros que, sin garantía de calidad, no disponen de los filtros adecuados para evitar el paso de la radiación ultravioleta a la vista.

Cuando los ojos están demasiado tiempo expuestos a la radiación ultravioleta, ésta se almacena en cierto modo en el cristalino sin que pueda eliminarse, por lo que a la larga pueden aparecer cataratas y otras anomalías.

De esas radiaciones solares debe protegerse, con mayor cuidado, la población más joven -principalmente los menores de 18 años-, pues es el grupo que todavía no ha desarrollado completamente un filtro natural amarillo en el cristalino que la proteja de las radiaciones ultravioleta.

La mayor penetración de las radiaciones solares tiene lugar al mediodía, por lo que sólo media hora de exposición durante ese periodo equivaldría a tres horas a partir de las 17 horas.

El césped refleja en los ojos sólo 1 por ciento de las radiaciones solares, pero la arena de la playa lo hace 10 por ciento, el mar abierto 20 y la nieve 80 por ciento.

Con estos datos en la mente, antes de salir de vacaciones a la playa o a esquiar en la nieve vaya a una óptica y compre unos lentes oscuros que le den una protección solar adecuada. El gasto vale la pena.