La Jornada 11 de julio de 1998

Ejecutan a un jefe de la PGR en Ciudad Juárez

Rubén Villalpando y Miroslava Breach, corresponsales, Ciudad Juárez, Chih., 10 de julio Ť Un comando de presuntos narcotraficantes ejecutó anoche, con ráfagas de rifles AK-47, a un jefe de grupo de la Procuraduría General de la República (PGR) que trabajó con los ex comisionados del desaparecido Instituto Nacional de Combate a las Drogas (INCD) Francisco Molina Ruiz y el general Jesús Gutiérrez Rebollo.

La víctima del ataque fue identificada como Francisco Javier Sánchez Martínez, de 36 años, quien tripulaba una camioneta nacional, modelo 1996, al momento de ser interceptado por cinco hombres que le dispararon en repetidas ocasiones y luego le dieron el tiro de gracia.

La ejecución ocurrió 72 horas después de que un grupo similar integrado por hombres vestidos de negro, ultimaron al segundo comandante de la Policía Federal de Caminos (PFC) Juan Manuel García Medrano, cuyo cuerpo también presentaba el tiro de gracia.

Sánchez Martínez se desempeñó por más de cinco años como comandante de la Policía Judicial del Estado en Ciudad Juárez, y fue guardaespaldas de Francisco Molina Ruiz cuando éste era titular del INCD en la entidad, durante la gestión de Antonio Lozano Gracia como procurador general de la República.

Al renunciar Molina Ruiz al cargo y ser sustituido por el general Gutiérrez Rebollo, Sánchez Martínez fue comisionado al grupo de inteligencia de la PGR en la ciudad de Guadalajara, Jalisco, y posteriormente en Ciudad Juárez, donde se desempeñó hasta que fue ultimado a la media noche de este jueves, cuando acudía a recoger a su familia.

Entrevistado en la ciudad de Chihuahua, Francisco Molina Ruiz, actual senador por el PAN, confirmó que el ex agente ejecutado realizó labores de inteligencia en Guadalajara bajo las órdenes del general Jesús Gutiérrez Rebollo, actualmente en prisión.

El legislador consideró posible que Sánchez Martínez haya estado involucrado en acciones ilegales y vinculado al crimen organizado, pero no descartó que por sus labores de inteligencia en Guadalajara fuese poseedor de información ``sensible''.

Asimismo, destacó que no pueden pasar desapercibidos los dos asesinatos consecutivos, tan sólo tres días después de las elecciones locales celebradas el pasado domingo.

``Podría pensarse que aquí, en el reacomodo de las organizaciones, importa la presencia de un mayor poder entre unos grupos respecto a otros, y esto no lo veremos sino cuando surjan las cabezas de quienes van a ocupar la Procuraduría General de Justicia y la Policía Judicial del estado en la nueva administración'', apuntó Molina Ruiz.

El ex director del INCD expresó temor de que la próxima administración estatal ``compre una paz barata'' pactando con las organizaciones criminales que operan en Chihuahua. ``Si así sucede, ya no se registrarían asesinatos en las calles, pero tampoco habría persecución de criminales'', aseveró.

Por su parte, el gobernador electo Patricio Martínez descartó que las nuevas ejecuciones contengan un mensaje cifrado para el nuevo gobierno. ``No tengo una interpretación más allá de lo que presenta la nota roja y de lo que es la gravedad del problema en el estado en cuanto a seguridad'', comentó.

Francisco Javier Sánchez Martínez es el segundo funcionario de la PGR ejecutado durante 1998. El anterior fue Mario Héctor Varela, muerto en marzo pasado, quien también se desempeñó como jefe de grupo de la PGR y estaba comisionado al grupo de inteligencia.

Testigos del crimen mencionaron que los responsables viajaban en un vehículo blanco sin placas y con los vidrios polarizados, por lo que no pudieron ver los rostros de los asesinos.

Familiares de Sánchez Martínez manifestaron que la víctima tenía un negocio de distribución de químicos y que llevaba poco tiempo sin trabajar en la PGR.

Asimismo, aceptaron que conocía a todos los funcionarios de la Fiscalía Contra el Crimen Organizado que están comisionados en el estado de Chihuahua y la zona del Pacífico.