El organismo mundial, mediador más eficaz que la Iglesia en conflictos sociales y guerrilleros: arzobispo de San Salvador
Fabiola Martínez Ť El arzobispo de San Salvador, Fernando Sáez Lacalle, se declaró a favor de la intervención de la Organización de Naciones Unidas (ONU) como un intermediador ``muy oportuno'' ante los conflictos sociales y guerrillas, ``especialmente cuando la participación de la Iglesia católica llega a un momento en que no es tan eficaz''.
Dijo que ante esa situación, un representante de la ONU tiene más autorización ejecutiva para ``concretar soluciones técnicas'', especialmente en aquellos conflictos cuyo origen son la desigualdad y la pobreza extrema.
Antes de partir a su país, aclaró que es igualmente válida la participación de un laico o un jerarca católico en los procesos de pacificación, ``porque lo importante es que la guerra y la violencia no sean la solución de los problemas sociales''.
Sin embargo, dijo que es necesario buscar un mediador confiable para ambas partes que pueda concretar soluciones.
``Las partes en conflicto no pueden reírse de la ONU porque es una instancia mundialmente aceptada y reconocida; en cambio, ante el clero pueden no cumplir las promesas hechas en un intento por firmar un acuerdo de paz.''
Sáez Lacalle destacó que en su país, con un conflicto armado que se prolongó más de 10 años, se pidió a la Iglesia su capacidad mediadora, ``pero llegó a un momento en que ésta no fue tan eficaz, se requirió la capacidad de sentar a la gente a una mesa de diálogo, escuchar diferencias, conciliar''.
-¿Es más efectiva la mediación de un laico o de un jerarca católico?
-En principio, el laico no tiene por qué ser considerado indigno de confianza si éste tiene un puesto importante o si, por ejemplo, pertenece a Naciones Unidas, el mundo entero le ha dado confianza a ese personaje y a esa institución.
``No sólo los religiosos somos confiables; sin embargo, nuestro deber principal es apoyar los procesos de pacificación desde el punto de vista eclesiástico.''
En breve entrevista en el aeropuerto capitalino, Sáez Lacalle expresó que ``hay un obispo mexicano que tiene un refrán muy bueno: ``La injusticia engendra pobreza, la violencia engendra miseria, entonces la pobreza implica que no podemos quedarnos tranquilos, sino hacer algo para atacar ese flagelo con obras asistenciales y capacitación para el trabajo''.