La Jornada 8 de julio de 1998

EN RIESGO, EL EXITO DE LOS ACUERDOS DE PAZ EN EL ULSTER

Afp, Dpa, Ap y Reuters, Belfast, 7 de julio Ť Los enfrentamientos entre integrantes de la protestante Orden de Orange y la policía continuaron hoy por tercer día consecutivo en Irlanda del Norte.

El gobierno del primer ministro británico, Tony Blair, dispuso el envió de dos batallones de élite a la provincia, en donde el número de tropas desplegadas sumará 18 mil, el más alto en los últimos años.

La policía del Ulster estimó que desde el domingo hasta hoy 42 agentes resultaron heridos, 101 vehículos fueron incendiados y 213 más fueron averiados, mientras 110 viviendas y otros edificios fueron dañados y 63 protestantes arrestados.

La prohibición de la Comisión de Desfiles para que los orangistas atravesaran el domingo pasado el barrio católico de Dumcree fue el detonante de los disturbios que, advirtieron líderes políticos del Ulster, amenazan con hacer fracasar los históricos acuerdos de paz anglo-irlandeses del pasado 10 de abril, ratificados por la mayoría del electorado de esta isla el 22 de mayo.

Por lo pronto, Blair aceptó reunirse este jueves con una delegación de orangistas, informó la emisora BBC; precisó que el jefe de gobierno no cambiará la prohibición de que la marcha pase por el barrio católico de Garvaghy Road.

Unos 10 mil protestantes de la Orden del Orange acamparon en Dumcree, cerca de Portadown, desde el domingo cuando las autoridades les prohibieron desfilar por la misma ruta que han empleado cada año desde 1807 para conmemorar la victoria de las fuerzas del rey Guillermo de Orange sobre las del católico James II, en 1690.

Los orangistas, que aseguraron se mantendrán en el lugar hasta que se autorice su desfile por ahí, intensificaron este martes el bloqueo y comenzaron a impedir la salida de los residentes católicos de ese barrio, denunció la asociación de residentes católicos nacionalistas

Las fuerzas de seguridad tuvieron que empujar a los unionistas para permitir la salida de un grupo de niños católicos que debían trasladarse al aeropuerto de Dublín, desde donde partirán a Estados Unidos para una vacación interconfesional junto a niños protestantes estadunidenses.

Los orangistas montaron, además, otro plantón que denominaron el Campo Orange de la Libertad, justo frente a la residencia oficial de la ministra británica para Irlanda del Norte, Marjorie Mo Mowlan, en Hillsborough Castle, condado de Down.

Pero los disturbios se extendieron además a todo el Ulster, cuando cientos de orangistas marcharon esta tarde en Belfast y varios jóvenes protestantes lanzaron piedras y levantaron barricadas.

El peor incidente se produjo en Carrickfergus, donde una patrulla de la policía fue atacada con bombas incendiarias; incidentes similares se produjeron en las ciudades de Londonberry Lisburn.

El flamante primer ministro noirlandés, el unionista David Trimble, quien en el pasado apoyó los desfiles de los orangistas, declaró que ``los rufianes continúan la tarea realizada por el ERI (Ejército Republicano Irlandés) en los últimos 30 años'', y aseveró que ``los orangistas deben comprender que si continúa esta violencia, será sólo cuestión de tiempo antes de que nuevamente reaparezcan los ataúdes''.

El presidente de la Comisión de Desfiles, Alistar Graham, dijo que la decisión anunciada el pasado lunes para autorizar una gran marcha protestante por barrios católicos de Belfast, el próximo lunes, no está vinculada con un intento de apaciguar las protestas luego de la prohibición de la marcha de Dumcree, sino que, subrayó, se trata de dos casos diferentes.