Métodos similares a los usados en Guatemala, advierte el prelado
Fabiola Martínez Ť En Chiapas existe una ``abierta persecución religiosa'', no sólo contra las personas sino hacia los sagrarios, acusó el obispo coadjutor de San Cristóbal de las Casas, Raúl Vera López.
Dijo que esas agresiones son similares a los métodos utilizados en Guatemala para aterrorizar a la gente y atentar contra el valor de la eucaristía, ``el cual es universal, desde el último pueblo de Chiapas hasta la catedral más importante y elegante de México y el mundo'', informó el obispo coadjutor de San Cristóbal de las Casas, Raúl Vera López.
Al llegar a la ciudad de México, procedente de Roma, el prelado indicó que en la zona del conflicto no existen condiciones para reanudar el diálogo, especialmente por la impunidad con la que actúan los grupos paramilitares y ante la imposibilidad de los desplazados para retornar a sus lugares de origen.
--¿Usted se siente perseguido?
--Por supuesto. He expresado ante funcionarios mi queja, el acoso que hay incluso en contra de las personas que viven en mi casa. Una vez tuve que mudarme, es una cosa muy desagradable.
En entrevista, afirmó que él y el obispo de San Cristóbal de las Casas, Samuel Ruiz, coinciden en que es necesario procurar las condiciones y el ambiente de confianza para restablecer el diálogo, ``no hay otro modo. Nosotros lo que hemos visto desde hace mucho rato es que desgraciadamente el rencuentro se ha querido forzar; al principio se aceptaron muchas cosas pero de repente se dijo que ya no. Los hermanos indígenas no son de palabras, lo que entienden son hechos'', expresó.
Para Vera una de las condiciones indispensables para que el proceso de distensión sea efectivo es que se atienda el problema de los grupos paramilitares y, sobre todo, que éstos no sigan actuando en la impunidad.
Al respecto, destacó las constantes amenazas en contra de los desplazados, especialmente los miembros de Las Abejas, quienes no han podido retornar porque en la comunidad Los Chorros aún existe gente armada, paramilitar, personas que amenazan. ``Esos son los hechos y no hay que decirlo, sino actuar para que se generen las condiciones del diálogo... ya no se puede entender que el caso de Chiapas es local o se le quiera encerrar como si fuera una capsulita''.
Dijo que el gobierno debe hacer una distinción muy clara de quiénes son los simpatizantes del orden y la justicia y los que actúan en grupos armados porque ``hay hermanos que no han hablado para nada y se les ha matado''. En este sentido, reiteró que un camino seguro para la paz es el respeto a los derechos humanos y la atención a los desplazados, quienes ni siquiera tienen las condiciones para satisfacer sus necesidades de trabajo pacífico, de vivir en paz.
Sobre la visita que integrantes de la Comisión de Concordia y Pacificación (Cocopa) hicieron a La Realidad, señaló que los legisladores acudieron a la zona de conflicto ``para tener contactos y conocer la situación''. Por eso, si ellos elaboran un paquete de distensión que incluya el reposicionamiento del Ejército, será un buen avance; sin embargo, ``de eso siempre se ha hablado, es necesario tener una conciencia más clara de que hay hermanos amenazados''.
La teología moral
Vera López llegó ayer al aeropuerto capitalino procedente del Congreso Mundial de Derechos Humanos que organizó el Vaticano. Ahí se habló del trabajo de los pastores ``y de quienes tomamos el tema de los derechos humanos y se nos acusa de meternos en política''. Sin embargo, añadió, el lenguaje que la Iglesia asume actualmente para tratar los problemas del hombre y otros conceptos que se utilizan en las organizaciones humanitarias ``es un lenguaje que la Iglesia asume desde el punto de vista de la teología moral, porque los derechos de las personas son fundamentales, por eso estamos trabajando en pastoral social.
``Es en el derecho a la organización social y política de los pueblos en donde hemos encontrado la dificultad para que se entienda que cuando hablamos de derechos indígenas nos referimos a los del pueblo''.
Al preguntarle su opinión sobre el respeto a los derechos humanos en México, el religioso se refirió al último informe de Amnistía Internacional: de 1996 a 1997 esa asociación civil reportó un incremento de 600 por ciento en las violaciones a los derechos humanos, ``lo que es muy preocupante, nosotros lo vemos, lo palpamos''.
Destacó la preocupación del papa Juan Pablo II por la globalización económica y la solidaridad entre los pueblos; para él, en lugar de mundializar todas las desgracias y los abusos del orden financiero, es necesario hablar de una globalización de solidaridad.
``Como cristiano y responsable de una zona no podemos escandalizar ni satanizar el hecho de que existan muchos seres humanos en México y en el mundo que se mueven físicamente a un lugar donde hay sufrimiento, como es el caso de Chiapas'', comentó.
Designa edil priísta al nuevo párroco de la iglesia de Chenalhó
Elio Henríquez, corresponsal, San Cristóbal de las Casas, Chis., 5 de julio Ť Un nuevo conflicto podría originarse en el municipio de Chenalhó debido a que el alcalde priísta, Pedro Mariano Arias Pérez, nombró como párroco en ese lugar a Luis Mijangos, un sacerdote que ``no está en comunión con la Iglesia católica'', y es disidente de la diócesis de San Cristóbal.
Según Gonzalo Ituarte, vicario de justicia y paz de la diócesis local, dicha acción tomada por las autoridades municipales ``es violatoria de las leyes en cuanto al principio de separación Iglesia-Estado''. Afirmó que a partir de este lunes los obispos Samuel Ruiz García y Raúl Vera López analizarán el caso y establecerán oficialmente cuál es la situación sobre el particular, pues existe una ``clara manipulación política''.
Para los dirigentes de la organización Las Abejas, de Chenalhó, con la llegada de Luis Mijangos ``los priístas quieren dividir más a las comunidades para provocar enfrentamientos o masacres como la de Acteal''.
Con la medida tomada semanas atrás, las autoridades priístas de Chenalhó pretenden cubrir la ausencia de Michel Chanteau --sacerdote francés expulsado el pasado 26 de febrero, después de haber sido el párroco durante 32 años-- para evitar que religiosos de la diócesis que encabeza Ruiz García retomen el control de la parroquia.
Desde marzo pasado se designó al padre jesuita Pedro Arriaga como encargado temporal de la parroquia de San Pedro en Chenalhó, pero las autoridades priístas se opusieron e incluso no le permitieron oficiar ni entrar a la casa parroquial, cuya llave está en su poder.
Al nuevo párroco designado le abrieron las puertas del templo pero no lo dejaron entrar a la casa parroquial que ocupó Chanteau, pues argumentaron que ``allí está el pukuj (diablo)'', por lo que le han acondicionado un lugar especial.
Casi al mismo tiempo en que el provincial de los jesuitas en México, Mario López Barrio, dijo que esa orden ocuparía la parroquia de San Pedro para continuar el trabajo pastoral y social que impulsa la diócesis de San Cristóbal, Mijangos comenzó a oficiar llevado por las autoridades priístas.
Durante las recientes festividades de San Pedro, el cura que ``no está en comunión'' con la Iglesia católica bautizó a unos 500 niños hijos de militantes priístas y del Frente Cardenista que se habían negado a aceptar los sacramentos de manos de Chanteau, a quien acusaban de atender sólo a los simpatizantes zapatistas.
``El pueblo no quiere más problemas como los que han venido ocurriendo, se dio cuenta de que eran provocados por algunos sacerdotes de la diócesis de San Cristóbal y por eso los agentes de las 61 comunidades del municipio acordaron traer a un sacerdote independiente'', aseguró Arias Pérez.
A un grupo de integrantes de la organización Las Abejas que le solicitaron permiso para que un presbítero de la diócesis de San Cristóbal oficiara misas y bautizara durante las recientes festividades patronales, el edil les manifestó que ``permitir la entrada de otro padre que no sea Mijangos era como provocar un enfrentamiento entre los mismos indígenas'', al tiempo que los exhortó a ``sumarse a la mayoría del pueblo''.
Entrevistado sobre el particular, Ituarte dijo que mañana lunes Ruiz García y Vera López establecerán cuál es la situación, ``pues todo está chueco en el nombramiento de Luis Mijangos, quien es un hombre con antecedentes, que se dedica al comercio con su sacerdocio, que no ejerce de acuerdo al espíritu de la Iglesia y por tanto no está en comunión con ésta''. Aseveró que la gente ``utiliza a Luis Mijangos porque políticamente le es útil aquí en San Cristóbal para atacar a la diócesis y al obispo'', y reiteró que Mijangos ``está usurpando funciones y el nombre de la Iglesia católica'', ya que desde hace unos 15 años ha buscado cómo beneficiarse económica y políticamente y otros lo han aprovechado para sus intereses.
Desde 1994 Mijangos ofrece sus servicios religiosos a los llamados auténticos coletos, en una capilla ubicada en un domicilio particular que se localiza a pocos metros de la curia diocesana.