Definición de una nueva área de la medicina
Biología molecular y salud
Arturo Panduro Cerda
La definición de un nuevo concepto no siempre resulta fácil, pero si se observa desde el punto de vista positivo y propositivo, tratar de hacerlo deja por lo menos importantes reflexiones.
Un ejemplo de lo anterior acaba de suceder en fecha reciente en una reunión promovida por entusiastas investigadores mexicanos de todo el país, con el apoyo del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt).
El motivo fue conocer cuáles son los grupos de investigadores establecidos que actualmente aplican la biología molecular a la solución de problemas médicos, la formación de recursos humanos en esta nueva área y la posibilidad de establecer colaboraciones interinstitucionales con el objetivo de eficientar la infraestructura y los recursos humanos que ya se tienen.
Después de realizar un diagnóstico, como una consecuencia del mismo se intentaría implantar políticas necesarias para consolidar lo ya establecido y promover y avanzar de manera más rápida en esta nueva área de la medicina.
¿Proyecto nacional de genoma humano o de biología molecular en medicina?
Desde el principio, y prácticamente durante todo el tiempo que duró la reunión, el tema de discusión fue el nombre que debería identificar a dicho proyecto. Lo anterior se debió a que inicialmente se proponía para tales fines utilizar un nombre similar al famoso proyecto internacional del genoma humano.
Una de las primeras preguntas de los asistentes, que no se contestó, fue la de tratar de conocer la o las aportaciones que han hecho los investigadores mexicanos a dicho proyecto internacional. Obviamente, lo que no se mencionó es que ha sido un tema que ha permitido a varios académicos hablar del mismo, la mayoría de las veces sin conocimiento de causa, y tratar de jugar un papel protagónico en el medio académico y científico del país y, más aún, llegar a representar a México ante diferentes instancias internacionales, todo ello sin haber aislado por lo menos unos cuantos tentogramos de cualquier ácido nucléico.
Ante lo obvio del asunto, vinieron las propuestas y, por lo tanto, la necesidad de definir conceptos y acciones de lo que está generando la biología molecular en la medicina de nuestro país. Las principales propuestas de nombre fueron las siguientes: medicina molecular, biomedicina molecular, biología molecular en medicina y genética molecular.
Primero se descartó el término de medicina molecular, por la confusión que ya se ha creado con la especialidad de medicina nuclear; curiosamente, se mencionó que algunos especialistas de dicha área argumentan que nuclear es sinónimo de molecular. De los restantes tres nombres que quedaban, y sin argumentos de por medio, se decidió por mayoría de votos el nombre de biomedicina molecular. Claro está que quedaría por definir o tener un consenso entre la comunidad médica, académica y científica del país (si es necesario) acerca de si el término bio (del griego bios, vida) incluye a la medicina, o bien, si la medicina lleva implícito el de vida y por lo tanto el vocablo bio.
Antecedentes de la biología molecular en medicina en México
En 1992, el entonces secretario de Salud, Jesús Kumate, llamaba la atención a la comunidad médica y científica del país y mencionaba que quienes no consideraran a la biología molecular en la aplicación y la generación del conocimiento en las diferentes ramas de la medicina no estaban en las ligas mayores. Pocos meses antes había inaugurado la primera reunión de la Asociación Mexicana de Biología Molecular en Medicina, la cual ha apoyado y promovido desde entonces. A seis años de distancia, se han cumplido varios de los objetivos por los cuales fue creada esa sociedad:
1. La formación de recursos humanos en el área, para lo cual se han implantado tres doctorados con temáticas relacionadas; dos de ellos de biomedicina molecular ubicados en el Distrito Federal, y uno de biología molecular en medicina en la Universidad de Guadalajara.
2. La repatriación de jóvenes científicos mexicanos, expertos en la biología molecular aplicada a la medicina.
3. La difusión de esa nueva área de la medicina. Se han realizado hasta la fecha tres congresos nacionales de la Sociedad de Biología Molecular en Medicina, en los que han participado más de 200 investigadores jóvenes con un número similar de trabajos de investigación en el área respectiva.
Asimismo, en las diferentes sociedades médicas y científicas del país, cada vez es mayor el número de investigaciones en biología molecular con una aplicación directa o inmediata a la clínica. Por ejemplo, en la Sociedad Médica de Genética Humana se empieza a notar un giro interesante, de la genética clínica que ha predominado por muchos años a los estudios moleculares, gracias al empuje de varios investigadores jóvenes que han creído en la importancia de la investigación básica y su aplicación a la clínica.
La concepción de la biología molecular en medicina, en el instituto del mismo nombre, así como el programa de doctorado que se imparte en los hospitales civiles de la Universidad de Guadalajara, están orientados a conocer y generar conocimientos de los mecanismos moleculares que se llevan a cabo en condiciones fisiológicas y patológicas, para que a partir de ellos se pueda llevar a cabo el diagnóstico molecular primero, y posteriormente ofrecer al paciente alternativas de tratamiento como la terapia génica o la farmacología molecular.
Este programa no sólo se circunscribe a la genética médica, sino también a las diferentes especialidades. El posgrado representa una confluencia para estudiantes con diferentes licenciaturas del área de ciencias biológicas y de la salud, entre los que se encuentran médicos con diferentes especialidades.
La comida, los maestros de media cuchara y lo que queda por hacer
Para terminar, es interesante mencionar que la reunión se llevó a cabo en términos muy cordiales. Sobre aviso no hay engaño: el representante del Conacyt y conocedor de los investigadores y de los encontronazos que suelen generarse entre ellos, había advertido que la reunión no iba a ser una arena de lucha, y quien no quisiera trabajar a lo máximo que llegaba era a la comida.
Como docentes experimentados y amantes de la disciplina, todos pasamos la prueba como buenos estudiantes y comimos. Sin embargo, no pasó desapercibido el concepto que tienen algunos de los investigadores de edad avanzada acerca de los jóvenes.
Paradójicamente, éstos últimos son los que más han aportado científicamente a esa nueva área de la medicina. Sin embargo, durante la reunión el concepto que quedó más claro que el tema central de discusión es que existen investigadores de media cuchara que creen saber más que los maistros.
La explicación del porqué la mayoría de los investigadores dedicados a esa área son jóvenes es que la biología molecular empezó a tener un gran impacto en la medicina desde la década de los 80, al pasar del estudio molecular de procariotes a eucariontes. De esa manera, parece ser conveniente aceptar el hecho de que quienes están empujando muy fuertemente esa nueva área de la medicina son los peones y maestros de media cuchara, de tal manera que para lograr en nuestro país un crecimiento sólido y sostenido de dicha área médica sería preciso conjuntar a ese esfuerzo la experiencia de los maestros de cuchara completa.
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