Marcelo Noguera

Foros amordazados en Oaxaca

Durante junio se han organizado diversas actividades académicas y de corte científico en Oaxaca. La expresión de la ciencia en las áreas de la salud en ese estado posee una importancia especial, pues es el quinto más grande de la República, el que más municipios abarca en su organización política y también el más pobre y olvidado de la Federación.

Bastaría con describir algunos ejemplos para ilustrar la realidad regional que se vive cotidianamente: es el primer lugar en desnutrición infantil, zoonosis, mortalidad materna y tuberculosis; es líder nacional en migración de campesinado hacia Estados Unidos, con la mayor tasa de retorno de pacientes infectados con VIH; es el estado con el nivel más grande de analfabetismo... Se podría continuar con esta antología de antiéxitos de políticas públicas, pero el vía crucis es ya insoportable.

Huelga decir que la inversión en gasto social: salud, educación, investigación y fomento a la capacitación médica continua es prioritaria para los oaxaqueños. Las agrupaciones locales que bajo su auspicio e iniciativa tienen la carga de realizar tareas de difusión de la ciencia y la tecnología están rebasadas en su organización interna por falta de recursos financieros, de inversión o humanos. En pocas palabras, existen poco dinero, pocos proyectos de inversión científica y pocos recursos humanos en los cuales sustentar programas de atención o investigación para la comunidad.

Aunque los problemas mencionados parezcan ya una barrera infranqueable para solventar los de la región, a éstos se suman los de los cacicazgos locales. Pareciera que el poder político se encarga también de amordazar la expresión científica, ésa que a cuenta gotas se logra captar en la sequía académica, un mal ya endémico del estado.

Para documentar nuestra impotencia ante los excesos del clan en el poder, baste describir los sucesos que recientemente han obstruido el escaso fluir de la ciencia en Oaxaca.

Recientemente se realizó un foro abierto a la población sobre VIH y sida, organizado como parte de la campaña de salud del candidato perredista a la gubernatura del estado y en respuesta a la necesidad de la sociedad civil de avances sobre diagnóstico, terapeútica y expectativa de vida para los pacientes portadores de esa infección. Se contó con ponentes expertos sobre la materia, infectólogos del Instituto Nacional de la Nutrición y expertos virólogos del Centro Nacional de Referencia Epidemiológica, además del representante del Frente Nacional de Personas Infectadas por el VIH/sida. Allí fuimos testigos del autoritarismo del gobierno del estado, gracias al cual no se contó con la presencia de la secretaria tecnica del Coesida local, pues el día anterior fue removida de la sede regional por la fuerza pública -con todo y archivos electrónicos- y dirgida a la casa de gobierno para solicitarle la renuncia por ``cometer actos de traición'' al partido oficial.

El segundo episodio de la mordaza a la ciencia provino de la oligarquía del estado y no resulta más favorable. Tradicionalmente, la Academia Mexicana de Cirugía realiza convivencias quirúrgicas, también conocidas como Jornadas de Cirugía Extramuros. De manera coincidente, este año se realizaron en la capital oaxaqueña y en el municipio opositor Juchitán de Zaragoza. Como constante en la forma de operar de esas jornadas, la Secretaría de Salud estatal financia el hospedaje y los insumos que se requieren.

Evidentemente, el apoyo que el máximo colegio de cirujanos del país otorga a los pacientes de bajos recursos, al brindar su asistencia en la cirugía de casos complicados, es apolítico y está más allá de fines partidistas. Sin embargo, como al perro más flaco se le cargan todas las pulgas, la fuerza política pudo más que la científica y los viejos concordatos locales se las arreglaron para negar la salidad del Hospital General al ponente del cual dependía la responsabilidad de comenzar el trabajo del único aparato de ventilación mecánica para adultos con el que cuenta el hospital sede. Así, los pacientes, aunque cuentan con el sistema de apoyo ventilatorio más moderno del estado, continuarán sin poder utilizarlo pues carecen de asesoría técnica.

Es de recalcar que la organización de ese evento científico apoyado por la Academia Mexicana de Cirugía descansó en la capacidad de convocatoria del municipio de Juchitán para atraer el beneficio comunitario que los académicos brindaron. Pero también es cierto que los fines políticos continúan prevaleciendo sobre los medios con que una comunidad cuenta para la salud de sus integrantes.

En una nación como la nuestra, donde son necesarias la creación, la difusión y la facilitación de ciencia y tecnología hacia todos los componentes de la estructura social, es imperdonable que los abusos del poder continúen afectando los escasos remansos donde se fomenta el apoyo científico dirigido a la sociedad. ¿Podremos continuar fallando? Un México más desarrollado y saludable es la exigencia: de nuestros hijos y nuestros padres.

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