IN MEMORIAM
Joaquín Cravioto Muñoz
El 9 de abril falleció inesperadamente el doctor Joaquín Cravioto Muñoz. Numerosos miembros de la comunidad académica nos sentimos profundamente consternados. Pionero de los estudios sobre desnutrición infantil, dedicó toda su vida a las investigaciones sobre el crecimiento y desarrollo de los niños mexicanos, y fue promotor incansable de la investigación biomédica en el país.
Joaquín Cravioto nació el 12 de septiembre de 1922; cursó la carrera de médico cirujano y partero en la Escuela Médico Militar. Trabajó como médico investigador en el Hospital Infantil de México (el cual ahora tiene, en honor a su fundador, el nombre de Federico Gómez) de 1951 a 1972; fue jefe del Departamento de Investigación en el Hospital del Niño IMAN (1972 a 1976); director científico del Instituto Nacional de Ciencias y Tecnología (DIF, 1976 a 1990). Siempre mostró una gran dedicación y pasión por la investigación, y un desempeño sobresaliente, lo cual se refleja en más de 400 publicaciones nacionales e internacionales.
Por su destacada labor fue merecedor de múltiples reconocimientos nacionales e internacionales. Están anotadas en su currículum 35 distinciones, entre ellas el premio de la Academia de la Investigación Científica (1962); Doctor en Medicina (Honoris Causa), Universidad de Goteborg, Suecia (1970); Premio Nacional de Ciencias (1975); Citation Classic. Current Contents (1979); Investigador Nacional Nivel III (1984); Doctor en Ciencias (Honoris Causa), Universidad de Tufts, Massachusetts (1984); premio Reina Sofía de España (1984) Premio Internacional de Nutrición del Reino Unido de Gran Bretaña, (The Rank Prize for Nutrition, 1988), e Investigador Nacional Emérito (1991).
Participó como miembro de 24 sociedades científicas nacionales e internacionales, entre ellas la Academia Nacional de la Investigación Científica, la Sociedad Mexicana de Bioquímica, la Sociedad Mexicana de Nutrición. Fue fundador, ex presidente y a su muerte presidente honorario de la Asociación de Investigación Pediátrica, AC.
Conocí al doctor Joaquín Cravioto -y a otros destacados investigadores- en las reuniones de la Asociación de Investigación Pediátrica, y quedé profundamente impresionada por su preocupación por el desarrollo de ese organismo, su entusiasmo por integrar a jóvenes investigadores y por el ambiente de esas reuniones en las que se conjuntaban una crítica académica muy fuerte y una gran cordialidad.
Quienes lo conocieron admitirán que, detrás de la figura solemne de Joaquín Cravioto, hombre propositivo, crítico y con rigurosa disciplina, se encontraba el optimista, dadivoso, alegre -que invariablemente nos deleitaba con sus agradables anécdotas-, siempre dispuesto a ofrecer su ayuda, que persistentemente tuvo confianza en sus colegas, en sus colaboradores, y que valoró la amistad, a la que consideraba uno de los sentimientos más nobles. (Rocío Ortiz Muñiz)
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