La Jornada 6 de julio de 1998

Guerra verbal entre los entrenadores de Brasil y Holanda

Marlene Santos A., enviada, París, 5 de julio Ť ``Tengan la certeza de que el verdeamarelha está en la cabeza de los holandeses'', dijo el entrenador de Brasil, Mario Zagallo, antes de retirarse hacia el vestidor.

En entrevista con la prensa, a un costado del estadio Trois Sapins, el técnico dijo que Holanda es un gran equipo al que respetan, pero sobre el que ``tenemos que pasar encimaÉ faltan sólo dos partidos, vamos para allá, por el pentacampeonato'', señaló.

El único equipo sobreviviente del continente americano convocó un gran número de prensa y de afición en su práctica dominical, un día antes de viajar a Marsella, donde este martes enfrentará por la noche a la Naranja Mecánica en pos de un boleto para la gran final.

Zagallo decidió que Ze Carlos sustituirá al lateral Cafú, quien acumuló dos tarjetas amarillas. Tras el entrenamiento, el técnico se declaró conforme con su elección, mientras sus jugadores practicaban tiros de penal antes de retirarse.

Unos dos mil aficionados y 750 periodistas hicieron del entrenamiento una verdadera romería, con mejor ambiente que varios cotejos de esta Copa del Mundo. La ola fluyó de extremo a extremo en la tribuna lateral, plagada de publicidad. La ``torcida'' con su eterno animador, un moreno con la cabellera teñida de rubio, gordo, como de unos 200 kilos, bailó al ritmo de samba, música que también alegró a los jugadores.

A la porra brasileña no le hacía falta conquistar al público francés que acude a este lugar, pero su trompetista se dio a la tarea de interpretar La Marsellesa, lo que arrancó aún más aplausos.

En la cancha, los verdeamarelha se enfrascaron en un duelo interescuadras con la inclusión de Zé Carlos, bajo la mirada de Lobo Zagallo.

Al minuto 10, Ronaldo puso el 1-0 por la vía penal. Una nueva pena máxima, pero a favor de los suplentes, dio la oportunidad a Edmundo de empatar. Denilson lució con un remate de media vuelta con la zurda, para poner a los suplentes en ventaja (2-1) y minutos después aumentó con un cabezazo para el 3-1.

En el segundo tiempo --de 15 minutos cada uno--, Ronaldo acortó para el 2-3, tras una pared con Rivaldo, y el gol del empate fue de Aldair.

Un gran susto se llevaron todos cuando Zé Carlos fue fauleado y no se levantó. Médicos, jugadores y el mismo Zagallo fueron a reanimar y checar al lateral.

En la práctica de penales los más certeros fueron Dunga, Giovanni, Edmundo, André Cruz, Goncalves, Aldair, Leonardo, Taffarel y Emerson. Fallaron uno o más tiros Roberto Carlos, Denilson, César Sampaio y Zé Carlos.

Al finalizar, todos fueron a saludar a la esposa de Zé Carlos, porque celebraba su cumpleaños.

--La selección de Holanda es un equipo con técnica y tiene un futbol de mucha fuerza. ¿Cómo contrarrestará esas cualidades? --se le preguntó a Lobo Zagallo.

--Yo tengo confianza en mi equipo. Vamos a contrarrestar de la misma manera, con futbol fuerte y jugando bien, sobre todo con tranquilidad.

Explicó enseguida que al jugador Zé Carlos le tiene confianza porque ``es un jugador seguro, aunque le falta un poco de experiencia, pero espero una buena respuesta de él''.

A su vez, el auxiliar técnico, Zico, apuntó que el equipo de Brasil no puede cometer los errores en que cayó Argentina, e incluso criticó al equipo naranja al observar que tiene jugadores ``muy audaces, pero juega con características defensivas. Por el lado izquierdo desbordan muy bien, lo vimos en el segundo tiempo (contra los albicelestes). Nosotros debemos estar atentos atrás porque Holanda puede aprovechar cualquier momento y definir'', alertó.


Afp, Reuters y Dpa, Roquebrune, 5 de julio Ť La fractura del tobillo derecho de Winston Bogarde durante un entrenamiento este domingo cayó como un jarro de agua fría al técnico de la selección de Holanda, Guus Hiddink, que tampoco podrá contar en el conjunto titular con Arthur Numan para el juego frente a Brasil el próximo martes, por una sanción; además, es casi seguro que Marc Overmars no juegue, pues está lesionado.

Bogarde se lastimó el tobillo derecho durante el entrenamiento de hoy en La Turbie, cerca de Mónaco, y sufrió una fractura que de inmediato se le atendió con una inyección para el dolor. Tras la revisión médica se determinó llevarlo en avión a Holanda, donde será sometido a una intervención quirúrgica, por lo que quedó fuera del Mundial.

Winston Bogarde, jugador del Barcelona, parecía el remplazo ideal de Numan, quien fue expulsado el sábado en el partido contra Argentina. Sin embargo, ello no es obstáculo para que la opinión que el técnico de la Naranja Mecánica tiene de sus próximos adversarios en semifinales en el estadio Vélodrome de Marsella, el martes, sea poco entusiasta.

``Cuando era joven recuerdo a Brasil como un equipo capaz de llevar ilusión a la gente, ahora su juego da pena'', dijo Hiddink, aunque destacó la calidad de algunos jugadores brasileños, especialmente en el centro del campo.

No obstante, el estratega reconoció que Brasil, cuyo juego ha ido mejorando a medida que avanza el Mundial, es un equipo ``más difícil'' que el de Argentina, al que la selección holandesa eliminó el sábado en cuartos de final por 2-1

A pesar de las bajas, la selección de Holanda saldrá al terreno de juego con la ventaja de que la presión para cosechar un resultado positivo en el encuentro recaerá en los tetracampeones.

El juego de Holanda no variará mucho al realizado hasta ahora en la Copa del Mundo, poniendo el acento en la ofensiva y en la búsqueda constante de la portería del adversario, anunció el técnico, quien aseguró que este tipo de jugadores es ``más atractivo para el público''.

¿Habrá llegado por fin la hora de Holanda? Los naranjas no tienen otra cosa en mente que volver a su tierra con la Copa del Mundo entre sus manos, tras las frustraciones de su historia.

El equipo dirigido por Guus Hiddink tiene con qué llegar a los más alto. Frank de Boer en el fondo, Edgar Davids en el medio y el goleador Dennis Bergkamp en el ataque conforman una columna vertebral de lujo.

Pero además de la capacidad técnica de sus jugadores, Holanda cuenta con una idea definida de lo que quiere realizar sobre el campo de juego. Lo individual se subordina a lo colectivo con una obsesión: el arco de enfrente.

Así, los naranjas han abrumado la retaguardia de sus oponentes al jugar con ocho jugadores lanzados a la ofensiva. Además del delantero del equipo inglés Arsenal, están sus acompañantes -Marc Overmars, Phillip Cocu o el ahora recuperado Patrick Kluivert--, más Ronald de Boer llegando por la derecha, Davids por el centro y Arthur Numan y Michael Reiziger por los costados.

Los holandeses han demostrado también lo que saben hacer con la pelota en sus pies: circulación, pases cortos, descarga rápida, cambio de frente.

Una gama de virtudes que trajeron a la memoria el funcionamiento de la Naranja Mecánica en Alemania 74, cuando Johan Cruyff y los suyos sorprendieron al mundo con la marca registrada de su ``futbol total''.