La Jornada 5 de julio de 1998

Padierna: beneficiarios del Fobaproa, entre los sacadólares

Andrea Becerril Ť La revelación de los millonarios depósitos de empresarios mexicanos en bancos de Estados Unidos da la razón a los partidos de oposición, que rechazan aprobar que los pasivos del Fondo Bancario de Protección al Ahorro (Fobaproa) se conviertan en deuda pública, ya que la mayoría de quienes tienen sus capitales en el vecino país del norte son integrantes de la élite financiera que se ha beneficiado de ese fondo y de otros mecanismos ilegales de apoyo operados por el gobierno, advirtió Dolores Padierna, diputada del Partido de la Revolución Democrática (PRD).

Integrante de la Comisión de Hacienda de la Cámara de Diputados, instancia encargada de dictaminar la iniciativa de ley sobre el Fobaproa, Padierna precisó que la información publicada ayer por La Jornada da a los legisladores un argumento más para oponerse a la pretensión del gobierno de cobrar a los ciudadanos el costo de las pérdidas de ``una élite financiera formada por grandes industriales, banqueros y autoridades, que usó el Fobaproa para cubrir malos manejos y que sacó sus ganancias del país''.

Padierna precisó que apoyar a esa ``élite'' ha sido una práctica constante del gobierno, ya que en 1995 logró que el Congreso de la Unión aprobara convertir en deuda pública 29 mil millones de Tesobonos, otro mecanismo de apoyo a los grandes capitalistas, pero ``el caso Fobaproa rebasó todos los límites. Además, en la Cámara de Diputados hay una nueva conformación política, con una oposición que no está dispuesta a aprobar el virtual lavado de dinero''.

La investigación que lleva a cabo la fracción parlamentaria PRD, explicó, ha sacado a la luz pública las operaciones realizadas por el gobierno para respaldar a empresas como Tribasa, Mexicana de Aviación, TAESA, Salinas y Rocha, Celanese Mexicana y muchas otras, que dejaron sus pérdidas en el Fobaproa y sus ganancias fuera del país, tanto en Estados Unidos como en las naciones consideradas paraísos fiscales.

En estas operaciones, sostuvo Padierna, es obvia la ``complicidad'' de las autoridades, sobre todo a partir del sexenio salinista. De otra forma, agregó, no se explica que lograran sacar al extranjero cantidades tan considerables, cuando uno de los principales problemas es la fuga de capitales.

Incluso, dijo, puede afirmarse que hay una élite financiera, formada por los grandes empresarios, banqueros y autoridades, a la que desde Salinas se ha protegido a través de diversos instrumentos. Los de mayor peso, dijo, son la Unidad Coordinadora del Acuerdo Bancario-Empresarial, mejor conocida como Ucabe; los Ajustabonos y el Fobaproa.

De estos instrumentos ``han salido las fuentes de enriquecimiento de un grupo de empresarios y banqueros, en detrimento de la mayoría de los mexicanos''.

El Ucabe, explicó la legisladora, ``es una especie de Barzón de los ricos'', creado por Eduardo Bours, actual presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), y por Eduardo Fernández, presidente de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores, para que las grandes empresas pudieran restructurar sus créditos con los bancos.

En tanto, los Tesobonos surgieron en 1994 para proteger los capitales ante la probable devaluación, luego de la inestabilidad que se produjo en el país a raíz del asesinato de Luis Donaldo Colosio. Sin embargo, señaló la diputada perredista, los empresarios se aprovecharon de los Tesobonos y luego del cambio de paridad. ``De todos modos sacaron sus ganancias''.

Luego vino el Fobaproa. Los empresarios y banqueros aprovecharon ese fondo para transferirle todas sus pérdidas, restructurar sus adeudos y llevar su capital a bancos del extranjero. Dio algunos ejemplos: el Grupo Miguel, una corporación textil con 8 mil trabajadores, buscó restructurar su deuda de 100 millones de dólares con Banpaís. A través del Ucabe, le autorizaron una quita de 30 millones de dólares, que pasaron al Fobaproa, y los otros 70 millones de dólares los pagó con un crédito del Banco Nacional de Comercio Exterior, pese a que no es una empresa exportadora.

Otro casos, detalló, son Tribasa, que pidió créditos en varios bancos sin garantías; Estrella Blanca, con un adeudo de mil millones de dólares; Salinas y Rocha, Mexicana de Aviación, cuya cartera vencida fue a dar al Fobaproa, y su capital, ya restructurado, a otros países.

Las corporaciones, ``esa élite financiera, especulativa'' ganó mucho dinero a partir de 1992 y ello no puede explicarse sin la mano de las autoridades ``en todas las operaciones, vía instrumentos de apoyo, entre ellos el Fobaproa, que ahora quieren que los mexicanos absorban como deuda pública''.

La idea del Fobaproa, explicó, se la dieron a funcionarios mexicanos las grandes corredurías de Estados Unidos, en especial Goldman Sachs y Salomon Brothers, para poner a salvo los capitales.

Padierna agregó que la noticia sobre los depósitos de mexicanos en bancos extranjeros hace evidente que la sociedad no puede seguir pagando el costo del enriquecimiento ilícito de un grupo ``selecto'' de empresarios y banqueros. ``Ya en 1995 se pasaron a deuda pública los 29 mil millones de dólares de los Tesobonos. No podemos permitir que se haga lo mismo con 65 mil millones de dólares del Fobaproa'', concluyó Padierna.