La Jornada 2 de julio de 1998

El mundo será juez de este conflicto: Rush

José Gil Olmos Ť México podría perder su oportunidad histórica para resolver ahora el conflicto en Chiapas, y si continúa con la intransigencia se puede repetir el dolor de Guatemala y El Salvador, donde hubo por décadas miles de muertos y suspensión de derechos humanos, observó a su regreso de esa entidad el congresista estadunidese Luis Gutiérrez. En tanto que su homólogo Bobby Rush fue más allá al expresar que ``el mundo será el juez de cómo México y el presidente Zedillo actúen en este conflicto''.

La situación es ``alarmante'', expresó Rush con un gesto de preocupación, y agregó que ``el gobierno tiene, absolutamente, la responsabilidad de resolver el conflicto y solucionar cuando se violenta el respeto a los derechos humanos''.

Los congresistas y un grupo de observadores de derechos humanos de Estados Unidos se reunieron ayer con el coordinador gubernamental para el diálogo en Chiapas, Emilio Rabasa, a fin de pedirle expresamente que se atienda a las comunidades del municipio El Bosque y a las familias que quedaron desamparadas, y que aparezca Bartolo López Méndez, desaparecido en el operativo policiaco-militar del 10 de junio.

El funcionario gubernamental, informó Gutiérrez, se comprometió a dar una respuesta en un día a través del Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de las Casas, presidido por el obispo Samuel Ruiz García.

Interrogado acerca de la declaración de Rush en cuanto a la necesidad de la presencia de observadores de derechos humanos de la ONU en Chiapas, Rabasa señaló que el gobierno mexicano no tendría inconveniente si la propuesta es en términos de observación y no de intermediación.

En entrevista al término de la reunión, los congresistas estadunidenses dieron sus apreciaciones acerca de la situación en que se encuentra el conflicto chiapaneco. Tratando de guardar respeto a la política nacional, luego de recordar el mensaje de Zedillo de rechazo a la injerencia extranjera, hablaron sobre el peligro de que no se resuelva ahora la situación en Chiapas y que se repita la violencia que durante varios años generaron los conflictos armados de El Salvador y Guatemala.

``No quiero decir algo que lleve más a la intransigencia, que cause dolor u ofenda'', advirtió Gutiérrez, de origen puertorriqueño, pero sostuvo que ``México atraviesa por una oportunidad histórica singular, para resolver este conflicto como ninguna nación latinoamericana''.

Preocupado por el mensaje presidencial, sobre todo porque fue emitido mientras ellos visitaban El Bosque -a escasos kilómetros de donde Zedillo habló-, Gutiérrez recordó que los conflictos en los países centroamericanos mencionados costaron miles de muertos y la suspensión de derechos humanos. Por eso, insistió, México debe aprovechar la experiencia histórica y resolver el problema ahora.


David Aponte Ť El gobierno de Estados Unidos no va a entrar a la casa de su amigo para resolver el conflicto de Chiapas. ``No estamos presionando'' para una solución, pero hay una preocupación natural ``por los problemas en la casa del vecino'', declaró ayer el encargado de negocios de la embajada de Washington en nuestro país, Charles Brayshaw.

Las autoridades estadunidenses ``aplauden'' la determinación del presidente Zedillo en su intento por encontrar una salida pacífica al problema chiapaneco, sin la intervención extranjera, expresó.

Entrevistado en la residencia de la legación, donde tuvo lugar la celebración del Día de la Independencia de Estados Unidos, el diplomático hizo notar que su país está a favor de un desenlace pacífico en Chiapas, y que tiene mucho interés en el respeto de los derechos humanos de los mexicanos.

Los periodistas le pidieron su opinión acerca del mensaje del presidente Ernesto Zedillo, fundamentalmente en lo relacionado con la no injerencia del exterior en el asunto chiapaneco.

``Totalmente de acuerdo. Es un asunto que los mexicanos, dentro de su sistema democrático, tienen que resolver. Tiene que enfocarse sobre todos los elementos del problema y llevar a solución que convenga a los mexicanos. Hay muchos convenios internacionales que dan a todos los países del mundo un interés en cuestiones como derechos humanos o algunas otras cosas. Entonces, nosotros como un país participante en esos convenios, como es México, tenemos interés en el respeto de los derechos humanos aquí en México''.

Pero la solución del problema, ``que es por una solución pacífica, como el presidente (Zedillo) ha reafirmado en sus declaraciones'', es ``una decisión de los mexicanos y estamos aplaudiendo esa decisión''.

-¿Qué es lo que más le interesa a su gobierno del conflicto chiapaneco?

-Somos vecinos, y consideramos que tenemos una relación de mucha amistad con México, y como vecinos estamos preocupados cuando hay problemas en la casa del vecino, entendiendo que es la responsabilidad del vecino resolver ese problema. Sí tenemos interés, por amistad con el vecino.

-Pero el vecino no se va a meter a la casa del otro para resolver este conflicto -acotó un periodista.

-No tenemos ninguna intención de meternos en el conflicto de Chiapas -afirmó Brayshaw.

Independientemente de las diferencias entre los idiomas, ¿el gobierno de Estados Unidos está presionando o no a México en la cuestión de Chiapas?, le preguntó otro reportero.

Brayshaw soltó una breve carcajada, y después dio algunas explicaciones de carácter semántico en relación con las declaraciones de la secretaria de Estado, Madeleine Albright, quien dijo en el Senado que Estados Unidos estaba presionando a México para resolver el problema de Chiapas.