``El que no salte es charro''.
Con ese grito, las asambleas del magisterio del Distrito Federal se vuelven ensordecedoras y muchos profesores prefieren abandonar los salones donde sesionan y, entonces, los radicales toman las decisiones e imponen su ley.
Para evitar enfrentamientos violentos, el magisterio oficial, la llamada ``Vanguardia'', que tiene todavía el control del Comité Ejecutivo Nacional (CEN), prefiere abstenerse y dejar que la disidencia actúe con libertad en los espacios que ya ha conquistado, como la sección IX de esta capital, con mucho la más numerosa del país.
En medio de las dos fuerzas está un amplio grupo de profesores a los que no les interesan las posiciones políticas, sino el mejoramiento profesional y, aunque parezca demagógico, el servicio a la sociedad.
Materialmente entre la espada y la pared, esos profesores, por un lado, están atemorizados y, por el otro, sometidos a las decisiones de las autoridades que les imponen programas y sistemas de trabajo sin que ellos puedan opinar ni los defienda el sector oficial, mucho menos la Coordinadora, que rechaza los programas oficiales de capacitación.
Además, están obligados a asistir a marchas y plantones, pues si no lo hacen pierden sus derechos a préstamos, ascensos y otras prestaciones que necesariamente se tramitan por intermedio de la representación sindical.
Por eso, lo que pedimos es democracia, dicen los representantes de este tercer sector del magisterio, que ahora se agrupan en el recién nacido Consejo Democrático Plural de Unidad Magisterial. Recuerdan que una de las principales demandas de la ahora dominante Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) era el respeto a la pluralidad, pues el sindicalismo oficial había afiliado al PRI en forma masiva a los miembros del SNTE, aunque luego cambió por la libre militancia ahora en vigor.
La pluralidad extraviada
Pero la victoria de la Coordinadora hizo desaparecer la breve pluralidad. ``Los actuales dirigentes seccionales se han dedicado a marginar, excluir y perseguir a todo aquel maestro que, como nosotros, no comparte sus ideas ni sus compromisos de grupo'', expresaron los ``disidentes de los disidentes'' en un manifiesto a sus compañeros, en el cual también concluyen:
``El saldo ha sido una gestión sindical estéril, que mantiene a la Sección IX en condiciones de un gran rezago educativo, laboral y sindical''.
El llamado tiene carácter de urgente, pues ayer se iniciaron las elecciones de delegados que participarán en el congreso de esa sección, a realizarse los días 8 y 9, en el cual se elegirá nueva directiva del magisterio de preescolar, primaria y educación especial en el Distrito Federal. Los ``disidentes de los disidentes'' temen que en esas asambleas por delegación prevalezcan las mismas prácticas intimidatorias de los militantes de la Coordinadora, cuyo secretario general es Gonzalo Martínez Villagrán. Recuerdan que desde hace 15 días están en esta capital dos contingentes de la Coordinadora llegados de Oaxaca y de Michoacán, respectivamente, en 22 y siete autobuses que fueron estacionados frente a las oficinas del CEN del SNTE, quienes a pesar de la autonomía de las secciones, actuarán como vigilantes del congreso.
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