La Jornada 2 de julio de 1998

Adopta Japón plan por 212 mil mdd para liquidar bancos en quiebra

Dpa, Reuters, Afp, Ap, Notimex y Pl, Tokio, 2 de julio Ť El gobierno de Japón aprobó formalmente un plan por 212 mil millones de dólares para establecer un sistema de ``banco puente'' cuya tarea será liquidar bancos en quiebra sin perjudicar a los acreedores, y rescatar al país de la recesión. Las instituciones de crédito con cartera vencida serán puestas temporalmente bajo administración pública antes de quedar disueltas, mientras que sus créditos sanos serán asumidos por bancos públicos establecidos al amparo de la Corporación Aseguradora de Depósitos de Japón.

Simultáneamente, en Francfort, el presidente del poderoso Banco Federal de Alemania, Hans Tietmeyer, llamó al Fondo Monetario Internacional (FMI), a asumir en mayor medida la misión de prevenir crisis financieras, en lugar de imponer programas de rescate que, en ocasiones, generan una recesión.

En un simposio celebrado en Francfort, llamado ``El papel del FMI en la economía global'', Tietmeyer afirmó que la intervención del organismo mundial en crisis como la de Asia, ``engulle'' demasiados recursos públicos, por lo que consideró que el fondo debe ejercer una mayor presión sobre los gobiernos cuya política económica muestra debilidades y no esperar a que las crisis estallen.

El poderoso banquero central alemán agregó que las operaciones de salvamento del organismo multilateral fomentan, en el fondo, comportamientos irresponsables, pues muchos políticos y muchos inversionistas privados subestiman los riesgos, ya que cuentan con que el FMI acudirá en su auxilio, si las cosas no salen bien.

El FMI fue acusado por todos los participantes en el simposio de no haber sabido prevenir la crisis asiática, de haber apoyado a inversionistas imprudentes y, mediante los recortes presupuestarios y las alzas en las tasas de interés prescritas en los países afectados, de haber transformado una crisis monetaria, en recesión económica.

En su oportunidad, el director-gerente del FMI, Michel Camdessus, reconoció la necesidad de intensificar el papel preventivo del Fondo en la gestión de las crisis mundiales, pero se negó a asumir la responsabilidad en la crisis asiática, aunque replicó que no estaba dispuesto a pedir perdón. Sin embargo, reconoció la necesidad de cambiar profundamente la estructura del fondo, sugiriendo cinco puntos en los cuales el organismo debe concentrar sus esfuerzos.

Primero debe reforzar su función de vigilancia, ``que continuará ejerciendo un papel crucial en la prevención de las crisis futuras''. Hay que mejorar igualmente la disponibilidad y transparencia de la información; reforzar los sistemas financieros y bancarios, y poner en marcha procedimientos eficaces para implicar más al sector privado en la prevención y resolución de las crisis de endeudamiento, finalmente, como quinto punto, el FMI debe animar a los países que abren sus economías a los capitales extranjeros a que lo hagan de forma prudente y progresiva, dijo Camdessus.

En el simposio, Camdessus y Tietmeyer coincidieron en que Japón es un caso especial. La creciente pérdida de confianza en la economía y en las instituciones financieras japonesas puede perturbar a la larga el proceso de recuperación económica de otros países asiáticos, hasta llegar a Rusia. El director-gerente apremió a Tokio a que combatiera en tres frentes para poner remedio a la nueva crisis desencadenada por la caída del yen. ``Tiene que actuar de forma agresiva y rápida para rehabilitar el sector bancario, para adoptar políticas -incluidas las reformas que prevén un alivio considerable de la carga fiscal de los contribuyentes-, que aseguren que el estímulo fiscal no desaparecerá demasiado rápidamente el año próximo, y para abrir y desregularizar su economía''.

Japón anunció hoy un vasto y agresivo plan de saneamiento de su sector bancario que prevé la inyección masiva de capitales públicos para ayudar a los bancos ahogados por préstamos incobrables. El plan japonés, esperado desde hace tiempo y apoyado por el primer ministro Ryutaro Hashimoto, pretende responder a las críticas de Estados Unidos y otros países sobre el debilitado sector bancario de la segunda economía del planeta.