Croacia se impuso 1-0 a una cautelosa Rumania
Agencias, Burdeos, 30 de junio Ť Croacia logró este martes, en el estadio Parc Lescure de Burdeos, el pasaje a los cuartos de final del Mundial 98, tras imponerse por 1-0 a una desdibujada Rumania, que nada se parecía a la que se exhibió frente a Colombia e Inglaterra al principio del torneo. Los croatas, que disputan su primera Copa del Mundo, jugarán ahora contra Alemania el próximo sábado.
Los dos equipos se mostraron muy cautelosos, poco dispuestos a correr riesgos. Se plantaron bien en la defensa y lo pensaron dos veces antes de volcarse al ataque.
Rumania apeló más que nada a pelotazos que no complicaron a la defensa croata, mientras que Croacia armó mejor su juego y se las ingenió para hacerle llegar el balón a jugadores en posición de tiro.
No hubo jugadas netas de gol en el primer tiempo, pero el arquero rumano Bogdan Stelea tuvo bastante trabajo atajando remates desde media y larga distancia en los primeros 15 minutos, en los que Croacia tuvo unas cuantas llegadas buenas.
En ese lapso tapó brillantemente dos tiros de Davor Suker, en una misma jugada, otro de Goran Vlaovic y uno a Aljosa Asanovic.
Cuando se cumplían los 45 minutos, Gabriel Popescu y Asanovic tuvieron un roce dentro del área y el árbitro argentino Javier Castrilli concedió un penal a Croacia. Suker lo tuvo que ejecutar dos veces, ya que en el primer tiro hubo invasión del área por parte de un compañero, pero en ambas ocasiones anotó con disparos secos a la izquierda del portero.
Rumania reforzó el ataque en el complemento, haciendo entrar a Craiovenau y Nicolescu por Popescu y Hagia, quien casi no se vio. Sus ataques, no obstante, siguieron diluyéndose al llegar al área contraria, mientras que Croacia generó más peligro con sus contragolpes.
Al minuto 55, Suker ingresó al área por la izquierda y tocó al centro sobre la salida de Stelea; el balón quedó a los pies de Boban, que tardó en rematar y Popescu alcanzó a sacarle el balón y enviarlo a tiro de esquina. Ocho minutos después, Suker llegó por la derecha, se acomodó para disparar con la izquierda, pero su remate alcanzó a ser rechazado por el portero rumano con el pie izquierdo.
Los rumanos seguían impotentes a la ofensiva y se tiraban al piso cada vez que llegaban al área, con la esperanza de que el árbitro marcara un penal, lo que nunca ocurrió.
Croacia estuvo a punto de marcar el segundo gol en tiempo de descuento cuando Boban llegó solo al área y remató, pero Stelea alcanzó a rechazar. Boban retomó el balón y lo cedió a Petar Krpan, quien disparó a bocajarro; sin embargo, el arquero rechazó de nuevo en dos ocasiones, tras el contrarremate de Krpan.
Este encuentro, por cierto, fue en el que más bajo se cotizaron las entradas en el mercado negro que funciona en el torneo. A medida que se acercaba la hora del partido, mayor era la desesperación de quienes tenían decenas de boletos en sus manos, y en algunos casos se vendieron las localidades hasta por 30 dólares, cantidad incluso inferior al precio oficial.