Enloquece Argentina
Marlene Santos A., enviada, Saint Etienne, 30 de junio ¡Valió por todo el Mundial! Un duelo de titanes con sabor a final adelantada resultó el partido en que Argentina eliminó a Inglaterra en la suerte de penales con marcador global de 6-5.
Hasta el minuto 90 prevaleció el empate 2-2; no llegó el gol de oro en los 30 minutos extras, y esta vez no fue la mano de Dios del añorado Diego Maradona sino las manos del portero Carlos Roa las que llevaron a Argentina a conseguir el triunfo, en lo que podría considerarse como el partido más dramático del torneo y que impidió a los ingleses tomar revancha de su eliminación en el Mundial México 86.
Se trató del partido más nivelado y dramático en lo que va de la competencia y por primera vez en Francia 98 un juego se definió por la lotería veleidosa de los penales, donde se agigantó la figura del arquero Roa, quien en la final de la Copa del Rey ya había demostrado su capacidad para detener penaltis.
En ese volado que son los penales, por Argentina anotaron Sergio Berti, Sebastián Veron, Marcelo Gallardo y Roberto Ayala; Hernán Crespo falló en la segunda opción. Por Inglaterra acertaron Alan Shearer, Paul Merson y Michael Owen, y erraron Paul Ince y, en el tanto final y decisivo, David Batty. Antes, habían empatado a 2 con goles de Batistuta y Zanetti, y Shearer y Owen.
Argentina no pudo sacar provecho de su ventaja numérica. Dominó ampliamente desde el minuto 46, tras la expulsión de David Beckham, pero quiso jugar de lujo y, como si entre sus filas aún contara con la magia de Maradona, quiso llegar con gambetas y pases cortos hasta la meta.
Enfrente estuvo una sólida e impecable defensa inglesa que resistió 75 minutos de intenso acoso y que tuvo en el joven Michael Owen, de 18 años, a su mejor hombre.
El equipo sudamericano, dos veces campeón del mundo, se fue al frente en el marcador al minuto 4, después de que el árbitro Nielsen decretó la pena máxima por una polémica salida del portero David Seaman sobre Diego Simeone. Batistuta cobró la falta e impuso el 1-0 para estallar en el festejo de arrullo, al estilo Bebeto.
Los albicelestes --hoy con uniforme azul marino, como recuerdo del utilizado en el 86-- tomaron el control del cotejo con avances que disolvió bien la zaga inglesa, hasta que apareció la figura desequilibrante de Owen, quien provocó otra dudosa decisión del silbante, con la marcación de una nueva pena máxima al minuto 8, tras una obstrucción de Roberto Ayala, que significó el empate por conducto de Alan Shearer.
Al minuto 15, de nuevo Owen desquició a la defensa argentina. Desde el círculo central inició su veloz carrera; con excelentes quiebres dejó sembrados a Chamot y Ayala, avanzó en diagonal y con la diestra sacó tiro cruzado para vencer a Carlos Roa e imponer el 2-1, en un soberbio gol.
Inglaterra vivió entonces sus mejores momentos, mientras el técnico sudamericano Daniel Pasarella fumaba nervioso.
Ariel Ortega corrió como nunca, pero se excedió en la conducción personal. Argentina encontró el empate al minuto 45, tras una falta de Sol Campbell. Sebastián Veron cobró el tiro de castigo, tocó el esférico para Javier Zanetti, quien sacó un trallazo que dejó sin opción a David Seaman.
Al arranque del complemento el inglés Beckham cruzó golpes con Simeone, para su mala fortuna fue sorprendido por el árbitro cuando le tiraba un puntapié al argentino y recibió cartón rojo, mientras Batistuta y Simeone eran amonestados.
Luego los pupilos de Passarella lograron el control del cotejo, pero se desbordaron al ataque sin ningún resultado. La desesperación del técnico lo llevó a sacar a Batistuta y a Claudio López al minuto 68 para ingresar a Hernán Crespo y Marcelo Gallardo. Más tarde relevó a Simeone por Sergio Berti. Su colega Glenn Hoddle también hizo cambios para convertir su defensa en una auténtica muralla.
Hubo emoción extra cuando el silbante anuló un gol a Inglaterra al minuto 80, por un codazo de Shearer sobre Roa.
Marlene Santos A., enviada, Saint Etienne, Francia, 30 de junio Ť ``Mandar a los ingleses a casa es lo más lindo, lo más lindoÉ'', señaló eufórico Daniel Passarella, entrenador de Argentina, tras la emocionante victoria sobre Inglaterra que le dio el pase a cuartos de final en el Mundial de Francia'98.
--¿Tiene un sabor especial derrotar a los ingleses?
--Sí, porque el público sentía mucho este partido y quería que Argentina continuara e Inglaterra, otro ex campeón del mundo, terminara hoy.
Passarella comentó que el gol que dio el empate a dos tantos fue una jugada de pizarrón que ``salió perfecto y un golazo bárbaro. Le dije a Veron que también el gol era suyo por el pase de tiro libre que hizo a Zanetti''.
--¿Se puede festejar o hay que pensar en Holanda?
--Tenemos que pensar en Holanda, pero un poquito lo vamos a festejar y a todos los argentinos les mando un abrazo.
El técnico dedicó especialmente el triunfo a la hinchada que asistió al estadio Geoffroy Guichard, pletórico con 30 mil aficionados, varios de los cuales pagaron hasta 500 dólares por un pase de entrada pero vivieron intensamente el partido.
Por su parte, el técnico inglés Glenn Hoddle dijo que su equipo realizó todo lo que debía de hacer, pero de nuevo le tocó pasar ``el trago amargo'' de la eliminación. ``Jugar contra Argentina siempre es sumamente difícil. Pensé que esta vez había llegado la hora de ganar. Fue un encuentro increíble. Se luchó mucho. No puedo exigirle más a mis jugadores. Es una noche en la que debemos estar orgullosos de Inglaterra. Aun con 10 hombres tuvimos esperanzas, nos defendimos como leones y pudimos causarles problemas'', expresó, y señaló que la expulsión de Beckham ``nos costó muy cara''.