La Jornada 1 de julio de 1998

``Valoró'' AN que era mejor seguir en las pláticas

Juan Manuel Venegas, Alonso Urrutia y Andrea Becerril Ť Menos de 24 horas después de anunciar que se retiraban de las negociaciones entre el Ejecutivo y el Legislativo y con el fallo poselectoral a su favor en Yucatán, los panistas metieron reversa y decidieron mantener su presencia en la mesa del diálogo, aunque condicionada a que el PRI y sus gobernadores no incurran de nuevo en prácticas antidemocráticas.

Reunidos desde temprano en la sede del Comité Ejecutivo Nacional, dirigentes y coordinadores parlamentarios del PAN ``valoraron'' que por encima de los ``intereses del viejo aparato político priísta'' está la necesidad de mantener abierta la posibilidad de diálogo y de acuerdos entre los poderes y que ``la vía política es la única alternativa firme y segura'' frente al peligro ``de guerra que hay en México''.

Felipe Calderón Hinojosa, presidente del PAN, dijo que éste es un aviso ``y un mensaje muy claro a esos priístas que se oponen a la democracia: no nos vamos a dejar; que no pretendan arrebatarnos ningún triunfo legítimo porque no estamos dispuestos a que México retroceda un solo milímetro en el camino a una patria verdaderamente democrática''.

Explicó el acuerdo entre la dirigencia y los coordinadores parlamentarios. El PAN vuelve a la mesa de discusión ``pero haciendo una exhortación y un serio señalamiento al gobierno y a su partido de que queremos que cumplan con estricto apego a la ley'' los procesos electorales en el país.

Chantaje, no; presión, sí

Por su parte, Gabriel Jiménez Remus, coordinador de los senadores del PAN, dijo que la participación de su partido en las negociaciones Ejecutivo-Legislativo está condicionada a que el PRI no incurra nuevamente en prácticas desleales e ilegales, porque ese riesgo está latente en los procesos electorales que se avecinan en otras doce entidades de la República.

Rechazó que el PAN haya recurrido al chantaje en Yucatán. ``Chantaje tiene una connotación de ilicitud; chantaje es aquella acción que va encaminada a obtener algo indebido, y en este caso solamente los priístas como (Arturo) Núñez, de la vieja escuela defraudatoria de la que forman parte él y su antiguo jefe (Emilio) Chuayffet, pueden hablar de chantaje. Yo no sé por qué le llaman chantaje. Presión, sí; hay que decirle a Núñez que aprenda a hablar el castellano''.

Y la presión panista dio resultados. De última hora, pero lograron echar atrás la decisión del Tribunal Estatal Electoral de Yucatán (TEEY), que la semana pasada había anulado el triunfo de los candidatos del PAN en los municipios de Seyé y Tekit, así como en el tercer distrito electoral de Mérida.

Los amagos del panismo arreciaron el jueves pasado, cuando en la conferencia semanal del CEN Calderón Hinojosa lanzó una advertencia al gobierno y al PRI, al indicar que su partido no toleraría más el doble discurso; ni las calumnias del dirigente priísta Mariano Palacios Alcocer ni las trampas electorales y ``mucho menos'' que pretendan ``despojarnos de triunfos legítimos''.

Advirtió que ante el fallo del TEEY emprenderían acciones de resistencia civil y echó en cara a ``altos funcionarios del gobierno'' el pretender, por un lado, convencer al PAN de llegar a acuerdos y consensos, como en el caso del Fobaproa, y por otro solapar que ``nos hagan trampa, calumnien y difamen''.

No hubo respuesta del gobierno. La determinación del TEEY se mantuvo durante el fin de semana, hasta que el lunes, dos días antes de que las autoridades electas en los comicios del 24 de mayo tomaran posesión, el CEN panista ordenó a sus coordinadores en el Senado y en la Cámara de Diputados abandonar la mesa de diálogo con el Ejecutivo. Habían decidido no asistir a la reunión programada ayer con el secretario de Gobernación, Francisco Labastida Ochoa.

Todavía muy temprano ayer, en un noticiero radiofónico, cuando Calderón exponía los motivos que llevaron a su partido a ausentarse de las negociaciones, una llamada telefónica desde Yucatán aclaraba e informaba al dirigente que el tribunal yucateco había aceptado las impugnaciones del PAN y revocaba su decisión de anular los comicios en los municipios mencionados.

Calderón dijo entonces que analizarían la situación y, por supuesto, reconsiderarían su ausencia en las negociaciones a nivel federal. Convocó de inmediato a los coordinadores parlamentarios y luego de más de dos horas de deliberaciones decidieron cancelar su protesta.

Al mediodía, la oficina de comunicación emitió un boletín informando que el PAN continuaría en la mesa del diálogo, ``luego de que prevaleció la legalidad en Yucatán'', y advirtiendo que seguirán ``cuidando que no persistan las contradicciones en el discurso del gobierno y el PRI''.

Más tarde, Calderón fue entrevistado en el edificio del CEN: ``Lo que decidimos es que el Partido Acción Nacional debería seguir participando; que puede haber acuerdos entre los poderes Legislativo y Ejecutivo y que esos acuerdos sean en beneficio de la nación''.

No vamos a ceder ante ningún atropello, por pequeño que sea, ``este es un señalamiento muy claro de Acción Nacional''.

--¿Es un berrinche, un chantaje del PAN, como señalan algunas voces priístas?

--No merecen mayor respuesta. El mensaje está claro para esos priístasÉ hay muchos intereses que se oponen a la democracia en México, intereses que van incluso opuestos al propósito del gobierno federal. No hay que darles un solo margen para que consumen sus atropellos.