En Tacuba, miles de feligreses imploraron al Santo Niño de los Milagros para que gane la selección
Cerca de 4 mil 500 personas visitaron a lo largo de este domingo la parroquia de Tacuba, donde está el Santo Niño de los Milagros, hoy mejor conocido como el Niño del Fútbol por vestir el uniforme de la selección mexicana, para pedirle que el equipo nacional logre un buen resultado en el partido de hoy contra Alemania.
Viste playera verde, pantaloncillo blanco con vivos verde y rojo, medias rojas, zapatos blancos, tiene un banderín de México en la mano izquierda, bajo el pie derecho un baloncito de futbol y una viva expresión sonriente que llama la atención de los niños pequeños que frente a él balbucean, lo miran fijamente y hasta gol- pean el cristal.
José Reyes Chaparro, párroco de la Iglesia de San Gabriel Arcángel, dice con orgullo: ``este es el primero y el único niño futbolista que nació de una devoción espontánea, sin intereses creados, porque ahora están saliendo otros niños ridículos como el que sacaron en Puebla, pero eso ya no es devoción''.
Las mismas escenas se repitieron en el transcurso de las 10 misas dominicales, familias enteras arrodilladas rezando cada quien a su manera, y hasta quienes pasaban del fervor religioso al entusiasmo deportivo y animaban una que otra porra. Todo por la Selección Mexicana.
Testimonio de la fe en el Santo Niño de los Milagros son las cientos de veladoras a un costado de la vitrina que lo protege de la intemperie y las manos de los fieles, que se conforman con acariciar y besar la superficie fría del vidrio. Asimismo, los tres cuadros colocados en la pared del nicho, con infinidad de ``milagros'' colocados caprichosamente para formar diferentes paisajes, y los juguetes dentro del mismo mueble: cochecitos, baloncitos de futbol, instrumentos musicales, un changuito y el tradicional jorongo.
La historia del Santo Niño de los Milagros se remonta a 1970, justamente con la llegada del párroco José Reyes Chaparro, reconstructor y restaurador de iglesias, quien al percatarse de que no había niño para el nacimiento de Navidad, se abocó junto con su escultor de planta, de quien tuvo que prescindir más tarde debido a la crisis, a hacer uno con madera de cedro y bajo un proceso que en la actualidad ya nadie hace ni estaría en condiciones de pagar: tallado, lienzado, estucado, dorado, estofado y cincelado.
--Fue durante el Mundial de futbol de Italia en 1990 --explica el párroco Reyes Chaparro-- cuando a una familia, Torres Maruri, se le ocurrió traer el vestidito de la Selección Mexicana; a mí se me hizo muy raro eso, no obstante que soy muy aficionado al futbol, lo jugué con pasión, tuve inclusive la oportunidad de jugarlo profesionalmente; sin embargo, pues se lo pusimos a ver si le quedaba y cuando lo sentamos en su sillita se veía tan guapo, guapísimo, de veras.
Desde entonces cada cuatro años, durante el tiempo que dura el Mundial de futbol, el Santo Niño de los Milagros viste nuevamente el uniforme del Tricolor.
Irma Torres Maruri, la persona que confeccionó el primer uniforme, recuerda con emoción la aceptación que tuvo entre la feligresía la ocurrencia de ponerle el uniforme. Ahora decidieron modernizarlo y le compraron por 25 pesos el uniforme oficial en una accesoria de la zona, el cual tuvieron que cortar y doblar por detrás para que le quedara.
Así, los fieles convencidos de que sus oraciones pueden hacer algo por la Selección Mexicana ante el representativo alemán, pueden acudir este lunes a la parroquia, sortear los cientos de puestos del comercio informal que rodean la construcción franciscana del siglo XVI, sobre la calzada México-Tacuba, la avenida Marina Nacional y las calles Golfo de Bengala y Golfo de Campeche, y arrodillarse ante el único y auténtico Niño Dios Futbolista, el de la parroquia de San Gabriel Arcángel.