Cuando se realice, si es que se efectúa, la 18 Asamblea Nacional del PRI marcará un cambio radical en la vida de ese partido que nació en el gobierno y lo detenta todavía siete décadas después. Será un cambio tanto o más importante de los que se registraron cuando esa organización cambió de nombre y de ser Partido Nacional Revolucionario (PNR) se convirtió en Partido de la Revolución Mexicana (PRM), para finalmente transformarse en Revolucionario Institucional (PRI).
Los temas importantes en la agenda priísta son tres y están íntimamente relacionados. El primero consiste en la revisión de los famosos candados que limitan la postulación presidencial a quienes desempeñaron anteriormente un cargo de elección popular; segundo, se tendrán que establecer con claridad la reglas para elegir el candidato a la primera magistratura, y tercero, se deberán revisar las demandas de democratización de diversas corrientes.
Como se aprecia, la parte fundamental son los preparativos para la sucesión presidencial, más reñida que nunca pese a que ya no existe la seguridad del triunfo del partido oficial.
Dos sucesos volvieron a poner el tema en los primeros planos, a pesar de que la decisión de la dirigencia del PRI, la real y la formal, debería conocerse hasta finales del año venidero.
Uno de esos acontecimientos es el viaje del gobernador de Tabasco, Roberto Madrazo, a España, donde aceptó la posibilidad de luchar por la candidatura presidencial a condición de que se realice un proceso democrático de elección interna.
El segundo es la aparición oficial de la Corriente Renovadora dentro de las filas del partido oficial. Su presencia desató comentarios de todos tipos, desde elogiosos hasta desdeñosos, por los antecedentes de algunos de sus integrantes.
La cosecha
Con una baja asistencia a las urnas y protestas de la oposición priísta por un padrón rasurado se realizaron las elecciones de presidentes municipales y diputados en Baja California, las cuales para muchos serán un indicador de lo que sucederá en el futuro inmediato, inclusive las elecciones presidenciales del 2000. Por la diferencia horaria, los resultados se conocerán muy tarde en esta capital, aunque en las filas priístas se anticipaban ``tendencias favorables'' en Tijuana, la principal plaza... Antes de llegar al poder, los panistas soste- nían que si la gente no acudía a votar ganaba el partido en el gobierno. Habrá que ver si se mantiene la validez de ese principio... Esto es sólo un preámbulo, pues el domingo venidero se realizarán elecciones en Durango, Zacatecas y Chihuahua, que para muchos son el verdadero indicador de lo que sucederá en el 2000. El PRI parece estar en condiciones de recuperar Chihuahua, pero al mismo tiempo corre el riesgo de perder en Zacatecas, donde el PRD podría tener su primer gobierno estatal con el ex priísta Ricardo Monreal como abanderado, aunque los simpatizantes de José Olvera mantienen la confianza en el triunfo... En Durango aparece como principal contendiente el PT, que ya gobierna la capital del estado. Al cerrar campaña, su candidato Gonzalo Yáñez aseguró que gane o pierda no regresará a la Cámara de Diputados, y reiteró sus denuncias de supuestas irregularidades por parte de los priístas que respaldan a Angel Sergio Guerrero Mier...