Ciencia y con ciencia
José Pedro Trejo Pérez
Cuando el último árbol sea cortado, el último río contaminado y el último animal silvestre sea cazado, se darán cuenta de que la vida ya no tiene sentido.
El hombre, inmerso en su mundo materialista, que parece girar en torno de una gran frase conocida: ``Dime cuánto tienes y te diré quién eres'', ha olvidado cómo el Sol resalta por el horizonte, la forma de volar de un pájaro, el ritual de un insecto para poder posarse sobre una flor, etc., fenómenos naturales que para el humano parecen ser insignificantes en su vida cotidiana. Es más importante si la selección de futbol ganó o perdió, si la ropa es de marca, si el labial es indeleble o si tengo automóvil.
Nuestra sociedad gira en torno a fenómenos cotidianos superficiales, y en algunos casos actuamos por inercia sin pensar las cosas como si fuésemos robots o, peor aún, como si hubiésemos recibido la visita de los hombres grises, personajes del libro Momo.
Existe un problema, del cual no queremos darnos cuenta, y consiste en afectar a diario el ambiente, naturaleza o como le queramos llamar; pero lo más satírico es el dañar a nuestra propia especie: ¿cuándo se ha observado que otra especie se afecte a sí misma?
-En las últimas fechas se han quemado gran cantidad de hectáreas en todo el mundo, incluido México; dichos incendios ``no son significativos para la vida'' y no hay problema (párrafo elaborado con base en una declaración realizada por Julia Carabias titular de la Semarnap).
-Un barco destruyó 10 por ciento de un arrecife en una costa de México, ``pero pagará para reparar el daño''.
-Otro buque derramó petróleo, creando más y más marea negra (causando la muerte de un alto número de organismos acuáticos y de otros que guardan relación ecológica con los mismos).
Estas son noticias que observamos y escuchamos en los medios de información y ni así logramos desarrollar una conciencia ecológica.
Al nombre científico del ser humano, Homo sapiens, se le podrían agregar dos grandes signos de interrogación, ya que la mayor parte del tiempo actuamos de forma muy irracional. Por lo anterior, me gusta la idea de imaginar que todos los organismos de este planeta, exceptuando al ser humano, se sienten avergonzados de que exista una especie como nosotros.
La mayoría de los seres humanos viven a diario preocupados por estar a la par con la modernidad, es decir, estar al día con la información, chismes, posesiones materiales y gran cantidad de fenómenos que surgen cotidianamente.
La modernidad indica el periodo de la historia occidental que comienza después del Renacimiento, a partir del siglo XVII. Dentro de éste está el contemporáneo, que comprende los últimos decenios. Por tal motivo, hablar de contemporáneo sería más correcto y no de moderno, pues hasta cierto punto nos referimos a algo viejo. ¿Alguna vez tuvimos tiempo o curiosidad de analizar tal término?
Otro signo de tal modernidad, y de característica socio-económica es fumar, ingerir bebidas alcohólicas, transportarse en automóvil y tener una dieta que se basa en su mayoría en el consumo de comida chatarra.
La dieta o cultura alimenticia (muy pobre entre la población) y fumar causan 60 por ciento de cáncer. Además, la principal causa de muerte se debe a los accidentes automovilísticos, los cuales están ligados a la irresponsabilidad del ser humano; un ejemplo es manejar alcoholizado.
Los humanos se sienten los amos y dueños de este planeta, tienen una idea equivocada de que todos los organismos, y en algunos casos también otros humanos, están a sus pies; esto a pesar de que se supone que el hombre tiene una característica particular que es la racionalidad (aquí agregaría otro par de signos de interrogación).
Analizando la historia de esas situaciones, observamos varios sucesos interesantes:
-La carta enviada por el jefe de los Piel Roja al presidente Washington expresa: ``Señor, no es cierto que la tierra le pertenezca al hombre; la realidad es que el hombre le pertenece a la tierra''.
-Los Shuars, una tribu en el Amazonas, vive en una forma seminómada, ya que siempre se están desplazando en dicha selva. Ellos siembran para poder alimentarse, pero no con el típico método de roza-tumba-quema, pues siembran sin alterar o afectar la flora y fauna. Cuando se desplazan en búsqueda de un nuevo sitio para vivir por un tiempo, el lugar anterior queda como lo encontraron.
-Con base en una teoría denominada Gaia, de James Lovelock en 1969, expresa argumentos para postular que la Tierra es un organismo vivo; esta teoría me permite considerar al hombre como un parásito patógeno, como consideramos a la Enthamoeba histolytica, la ameba que produce la amibiasis y puede matar al hombre.
Expresaré algunos problemas que provoca el humano con su llamada modernidad, su inconsciencia y su interminable lucha de primer-tercer mundo, y con no sé qué tantos términos más inventa para crear categorías de ``estatus'' o ``nivel de vida''. Estos problemas, suenan trágicos, pero es justo que el lector (un humano) sepa en realidad qué está pasando y se dé cuenta de que él lo está causando, pues de acuerdo con lo que Marx expresa en El capital, ``el hombre es dueño de sus propios actos''.
-El Centro Mundial de Sondeo sobre la Conservación consigna una lista con 4 mil 589 casos de animales amenazados (JUCN,1998). La unidad de plantas amenazadas enlista 50 mil especies en varias categorías de riesgo, con unas 20 mil en situación crítica.
-Se estima que diariamente desaparecen unas 20 mil hectáreas de selva en el mundo como resultado de la actividad humana, destrucción que provoca la extinción de gran número de especies.
-México ocupa el tercer sitio en las tasas actuales de deforestación en el mundo, con una superficie anual estimada de 800 mil hectáreas deforestadas (Massera, et al., 1992).
Cerremos los ojos e imaginemos un río; ahora imaginemos que en la parte superior de su cauce construimos una represa; el agua río abajo ya no correrá. Esta es la forma de explicar que la naturaleza sólo es una; para ella no importan continentes, color de piel o división territorial que el ser humano haya hecho; la desaparición de especies, los incendios que se producen o provocan, la sobrepoblación y la contaminación en México afecta en todo el mundo, y lo que se presenta en todo el mundo afecta a México.
Conclusión: La cooperación armónica de todos los seres tuvo su origen, no de las órdenes de una autoridad superior externa a ellos, sino a partir del hecho de que todos fueron parte de una jerarquía de conjuntos, formando un patrón cósmico, y lo que ellos obedecieron fueron los dictados internos de sus propias naturalezas. Chung Tzu, siglo III aC.