Expulsó el gobierno mexicano a tres presuntos etarras
El gobierno mexicano expulsó a los ciudadanos españoles Juan Luis Camarero López, Ignacio Miguel Azcue Berazaluce y Pedro María Celarain Oryazabal ``por haber ingresado y permanecido en territorio mexicano sin contar documentación migratoria que acreditara su legal estancia en el país'', informó el Instituto Nacional de Migración.
Señalados por la prensa de España como presuntos miembros del ETA, los tres españoles fueron expulsados el jueves del territorio mexicano, lo que generó diversas reacciones. Mikel Korta, delegado del Herri Batasuna para América Latina, dijo que esta acción, lejos de ayudar en la solución del conflicto que enfrentan los vascos con el gobierno español, aumenta la implicación de las autoridades de México en la ``estrategia de represión española''.
En Madrid, mientras tanto, el ministro español del Interior, Jaime Mayor Oreja, destacó que esta acción mostraba la solidez de las relaciones entre España y México, ya que las autoridades mexicanas ``han vuelto a demostrar que entienden los problemas de España''.
Según el despacho, los tres presuntos integrantes de ETA fueron recibidos en el aeropuerto madrileño de Barajas a las 12:45 horas locales, en medio de un fuerte dispositivo policial que los recogió del propio avión y los condujo a la comisaría del aeropuerto, de donde fueron trasladados a la Comisaría General de Información, para ponerlos a disposición de la Audiencia Nacional.
La agencia señala que Celarain y Azcue están relacionados con el comando Gohierri-Costa de ETA, y tienen pendientes cuatro causas por pertenencia a banda armada y participación en diversos atentados. Mientras que Camarero había huido a México luego de ser condenado a seis años y medio de prisión por agredir al agente de la Policía Autonómica, Ander Sausaeta. Este ultimo habría viajado esposado, por sus antecedentes de agresividad, y vigilado por los policías mexicanos.
Con la mayor discreción, las autoridades mexicanas informaron sobre la expulsión de los supuestos integrantes de ETA. A través de un comunicado de prensa difundido un día después de la expulsión, el INM señaló que Camarero no aportó prueba alguna de su legal ingreso, estancia y actividades en el país, por lo que violaba las leyes de población.
Azcue declaró haber ingresado a México en 1992, como turista, y después no los trámites legales para prorrogar su estancia. Calarain, por su parte, admitió habarse internado a México desde 1989 con pasaporte expedido por el gobierno español con datos falsos sobre su verdadero nombre. (José Gil Olmos y Jesús Aranda)