Comisión de la Cámara investiga los hechos de El Charco, Guerrero
David Aponte Ť La Comisión de Derechos Humanos de la Cámara de Diputados comenzó una investigación sobre los acontecimientos ocurridos en El Charco, Guerrero. Varios legisladores recabarán este martes los testimonios de los pobladores de esa localidad, debido a que existe la sospecha de que el Ejército cometió una masacre en contra de eperristas, informó el presidente de la instancia legislativa, Benito Mirón Lince.
Como una medida adicional para recabar información de los hechos ocurridos en El Charco y en la comunidad Unión Progreso, municipio de El Bosque, Chiapas, los titulares de la Procuraduría General de la República (PGR), Jorge Madrazo Cuéllar, y de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), general Enrique Cervantes Aguirre, deberían comparecer el próximo periodo ordinario de sesiones de la Cámara, indicó.
La instancia del órgano legislativo está al pendiente de las investigaciones de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) en el caso de la intervención del Ejército y las policías locales en El Bosque, Chiapas, porque existe la presunción de que en el operativo policiaco hubo violación de los derechos humanos de los habitantes de la comunidad Unión Progreso, indicó.
Al mismo tiempo, también está interesada en recoger los testimonios de los pobladores de El Charco, donde elementos castrenses chocaron con miembros del Ejército Popular Revolucionario (EPR), precisó.
En breve entrevista, dijo que la Comisión de Derechos Humanos de la Cámara de Diputados ha solicitado a la CNDH los resultados de sus investigaciones en ambos casos, independientemente de las actuaciones o indagaciones de los propios legisladores federales.
``Es probable que este martes estemos en la comunidad de El Charco. Vamos a viajar por allá. Queremos constatar algunas cosas y platicar con los vecinos de la comunidad. Y estaremos también muy pendientes de lo que está ocurriendo en ChiapasÉVemos con mucha preocupación que ese tipo de cuestiones entorpece el avance de la solución. Tengo la convicción de que se está actuando de una manera ilegal, anticonstitucional, por parte del Ejército Mexicano y por parte de las autoridades locales'', manifestó.
El diputado del PRD comentó que algunos legisladores han viajado a Chiapas para recabar información de la situación de las comunidades indígenas en el municipio de El Bosque.
Por lo que toca a la situación en Guerrero, explicó que la comisión tiene interés en que diputados del PAN y el PRD viajen a El Charco para conocer los detalles del enfrentamiento ocurrido la madrugada del domingo 7 de junio.
``Algunas gentes que se nos han acercado y comentarios que nos han hecho coinciden en que realmente hubo una masacre. No fue otra cosa. Pero nosotros queremos investigar eso con responsabilidad. Por eso queremos constatar de manera directa y estaremos allí, en el lugar de los hechos'', agregó.
En la visita a El Charco estarán presentes el propio Mirón Lince y el diputado perredista Martín Mora. La comisión invitó al legislador panista Jorge López Vergara, según el presidente de la misma.
Juan Balboa y Angeles Mariscal, corresponsales, Tuxtla Gutiérrez, Chis., 15 de junio Ť Elementos del Ejército Mexicano resultaron heridos -uno de ellos habría muerto- en el operativo policiaco-militar efectuado el pasado 10 de junio en tres comunidades indígenas del municipio de El Bosque, informaron hoy funcionarios de la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE).
La dependencia confirmó que hoy falleció también el policía Roney Molina Molina, quien fue herido de bala en el tórax -que a la postre le provocó insuficiencia respiratoria- durante la incursión en Chavajeval. Continúan hospitalizados otros cuatro elementos de Seguridad Pública, y con el de hoy suman dos los agentes muertos, además de los ocho presuntos zapatistas, según se ha reconocido oficialmente.
Sin embargo, un nuevo grupo de poli- cías de Seguridad Pública y de la Judicial del Estado se trasladó este lunes a El Bosque con la intención de recoger en los alrededores de Chavajeval los cuerpos de tres indígenas que presuntamente murieron durante el enfrentamiento del día 10.
Versiones de los pobladores de filiación priísta señalaron que los cuerpos fueron encontrados en las montañas cercanas, donde al parecer aún continuaban por estar imposibilitados los habitantes de Chavajeval a salir de la región y recogerlos.
Sin embargo, el convoy policiaco únicamente llegó a la cabecera municipal, donde decidieron que no había condiciones para adentrarse en la zona, tras considerar que podrían ser atacados.
Por otra parte, aún permanecen en el hospital cinco de los indígenas heridos durante los hechos, mientras que el resto de los 32 detenidos terminaron de rendir su declaración preparatoria, en la cual ratificaron una vez más su inocencia respecto a las acciones que les imputan.
Entre otras irregularidades, se dio el caso de que algunas de las supuestas declaraciones vertidas en el expediente no correspondían a las hechas por el inculpado, como fue el caso de Trinidad Díaz Pérez, quien además de analfabeta únicamente es agricultor, pero se le señala como promotor educativo.
Respecto a los soldados heridos, se informó que el sargento segundo Antonio Casta López, perteneciente a la 31 Zona Militar con base en San Cristóbal de las Casas, fue internado en el hospital militar de Tuxtla Gutiérrez y presuntamente habría fallecido días después. Casta López disparaba a los presuntos zapatistas desde una tanqueta cuando fue herido de gravedad en la región pectoral y en la pierna.
Los soldados heridos habrían sido trasladados en el helicóptero de la PGJE El Colibrí, que resultó averiado en Chavajeval al recibir dos impactos de bala: uno en el fuselaje y otro en el tanque de combustible. El aparato logró aterrizar en Unión Progreso, donde también se efectuó el operativo.
Alonso Urrutia, enviado, Ayutla, Gro., 15 de junio Ť Zacarías Crisóforo es uno de los deudos que dejó el enfrentamiento entre soldados y campesinos acusados de pertenecer al Ejército Popular Revolucionario (EPR) en El Charco. La última vez que vio a su hijo Daniel fue la mañana del 6 de junio, horas antes de que fuera ejecutado en las canchas de basquetbol de esa comunidad. Iba a una reunión agraria y de cosas de la salud, según dijo.
Apenas ayer lo pudo enterrar conforme a la tradición mixteca. No tiene dudas sobre cómo murió su hijo. Ya rendido, sometido en el suelo, una bala le partió el cuello.
Junto con su esposa Victoria y miles de indígenas, hoy llegó a esta cabecera municipal para reclamar justicia.
Zacarías ha tenido tiempo para enterarse de los pormenores del enfrentamiento. Su sobrino, Anastacio, fue uno de los pocos sobrevivientes de los que se encontraban en las aulas de la escuela la madrugada del 7 de junio. Permaneció detenido cinco días y estuvo incomunicado, pero ya ha podido contar la historia de esa noche.
No hacen falta muchas preguntas para que Zacarías se suelte, apresurado, casi atropellado, a narrar cómo murió su hijo de 22 años, originario de El Coyul y con estudios de tercer grado de primaria.
Junto con su primo Melitón salió a las 8 de la mañana de ese sábado rumbo a El Charco. Era apenas la segunda reunión, dice Zacarías; ``sólo le dijo a su mamá que le pusiera un montón de tortillas en su morral y se fue''.
Luego, los hechos. Lo ya sabido, una reunión que se prolongó y la decisión de los asistentes de dormir en la escuela. Ahí estaba Daniel con Melitón y Anastacio. Ya entrada la noche comenzaron los disparos.
Desde afuera el Ejército disparó muchas veces y en principio mató a algunos, a tres, dijo su sobrino. La balacera duró hasta que por fin se rindieron. Entonces los soldados llegaron hasta la escuela.
Gritos, golpes, balazos. Las órdenes se suceden interminables y confunden a algunos de los indígenas. Uno, Honorio, no hablaba español y eso apresuró su muerte, cuenta Zacarías. La orden, todos boca bajo, no la entendió y ahí mismo lo mataron.
Vinieron más golpes para obligarlos a salir. Las instrucciones eran estrictas: salir arrastrándose hasta las canchas. Todos las obedecieron y se dirigieron ``con la panza en el suelo a la cancha de basquetbol'', los gritos continuaron para obligarlos a identificarse como eperristas. Según el testimonio sólo había tres hombres armados y fueron los primeros en morir.
Zacarías dice que Daniel, como su primo, cumplieron todas las órdenes, sólo que Daniel no resistió cuando mataron al que iba adelante; ``parece que ya se había salvado y lo iban a llevar detenido, pero volteó a ver al soldado que había disparado y entonces le tocó a él''. De dos balazos lo mataron y ahí quedó sobre la cancha.
Hoy Zacarías lo único que pide es que por lo menos le reintegren lo que pagó en el entierro. Desde que le avisaron que a su hijo lo habían matado ha pagado 15 mil pesos, y eso que el ayuntamiento perredista de Ayutla financió el traslado y los gastos. Su reclamo es que le reintegren ese dinero porque es mucho gasto. Luego vendrá lo de la justicia por el asesinato de su hijo.