PANORAMA
El verdadero legado de los murales de Bonampak
De acuerdo con el doctor Jesús Galindo, investigador del Instituto de Astronomía de la UNAM, a través de la arqueoastronomía se logró concluir que los murales albergados en el edificio de Bonampak representan dos momentos distintos en que la Vía Láctea coincidió con la alineación de dicha estructura arquitectónica.
En una conferencia dictada recientemente en el Museo de la Luz, de la Dirección General de Divulgación de la Ciencia de la UNAM, el astrónomo explicó que la arqueoastronomía es una ciencia de reciente creación (20 años), y desde su origen es multidisciplinaria: se trata de que el arqueólogo no sólo mire hacia abajo y el astrónomo hacia arriba, sino de que con la ayuda de ciencias como la biología, la química, la filología, la paleografía y la antropología, entre otras disciplinas, se puedan comprender mejor las culturas que habitaron esta región antes de la llegada de los españoles.
En la antigüedad, la astronomía de muchas culturas del mundo, que estaba mezclada con aspectos religiosos, fue esencial en el desarrollo de esas civilizaciones. En América, la astronomía hizo posible saber los periodos de otros astros más allá del Sol y la Luna. Sobre todo, en la región mesoamericana era de gran importancia el ciclo de Venus.
Con todo ese conocimiento científico-religioso, los pueblos daban un orden a todas sus actividades: la siembra, la cosecha, los ritos religiosos y hasta la guerra.
Actualmente, un grupo de trabajo multidisciplinario auspiciado por la UNAM ha elaborado un programa que tiene como objetivo analizar y rescatar diversos aspectos de las culturas mesoamericanas, pero sobre todo de los murales de Bonampak, que son un ejemplo máximo del arte mural prehispánico.
Los resultados de dichas investigaciones están en prensa, y es probable que para antes de que termine el año el Instituto de Investigaciones Estéticas lo ponga al alcance del público a través de su colección La pintura mural prehispánica en México.