LA SEMANA POLITICA EN EU
Jim Cason y David Brooks, corresponsales, Washington, 13 junio Ť Un año después de que, con gran ceremonia, lanzó su iniciativa para mejorar las relaciones entre los grupos raciales del país, Bill Clinton declaró que todos los estadunidenses deberían darle la bienvenida a los inmigrantes nuevos a este país y se pronunció en contra de la intolerancia de todo tipo.
Pero el asesinato brutal de un negro por racistas blancos, ocurrido esta semana en Texas, y la intensificación de las redadas de inmigrantes en varias partes del país, lo mismo que la reciente aprobación de iniciativas antinmigrantes y racistas, como por ejemplo la decisión de suspender la educación bilingüe en California, dejó constancia nuevamente de los límites de la retórica política en abordar estos problemas.
Clinton declaró hoy, en un discurso en Oregon que ``dejenme decir de forma inequívoca: yo creo que nuevos inmigrantes son para el bien de Estados Unidos'', y recordó, ante universitarios, que hace cien años los inmigrantes irlandeses eran insultados por anuncios que decían ``prohibida la entrada a perros o irlandeses'', y señaló que ese tipo de prejuicio es el que actualmente se manifiesta contra los inmigrantes.
``Tenemos que proteger los derechos de los inmigrantes y asegurar su acceso a la educación, salud y vivienda'', afirmó.
Pero a este llamado se unió el que lanzó a los inmigrantes, a quienes pidió que ``abracen nuestra cultura, aprendan nuestro idioma, conozcan nuestra historia, conviértanse en ciudadanos. Háganse estadunidenses''.
Pero mientras hablaba Clinton en el noroeste del país, en Jasper, Texas, la familia de un negro que fue brutalmente asesinado estaban en su funeral; la policía arrestó a tres ex presidiarios quienes, se supone, pertenecen al Ku Klux Klan y a otras organizaciones supremacistas.
Numerosos políticos se presentaron hoy en Jasper para las exequias, incluyendo al secretario de Transporte, Rodney Slater, en representación de la presidencia. El propio Clinton hablo por teléfono con la familia para expresarles su pésame.
Funcionarios de la Casa Blanca señalan que la iniciativa de derechos civiles del presidente Clinton ha incluido esfuerzos en defensa de programas de asistencia de minorías, foros para enfocar la atención publica nacional y oposición a las iniciativas estatales como la de educación bilingüe.
Pero críticos de la administración señalan que Clinton no ha hecho lo suficiente para abordar las causas fundamentales de la discriminación, sea en contra de negros o contra inmigrantes, en este país.
El presidente de la organización negra National Urban League, Hugh Price, dijo, según la agencia informativa Reuters, que Clinton se merece una calificación de ocho por sus intenciones en combatir el racismo, pero sólo un seis por el impacto real de sus iniciativas, y criticó también el hecho de que Clinton se ha mostrado renuente en lo referente a enfrentar problemas delicados como el de la brutalidad policiaca o la discriminación institucional.
Otros grupos de derechos humanos señalan que mientras Clinton se ha pronunciado en contra de la discriminación de inmigrantes, su gobierno ha nutrido un clima que genera la discriminación contra latinoamericanos e inmigrantes latinoamericanos.
Como ejemplo de esta actitud contradictoria, dichos grupos resaltan el hecho de que en vez de rechazar legislación antinmigrante, incluyendo medidas dentro de la reforma del welfare dirigidas en contra de esa comunidad, Clinton prefirió, en medio del año electoral de 1996, promulgar esas medidas y trabajar para enmendarlas después de ganar la reelección.
Algunos grupos latinos señalan que las propuestas de Clinton para duplicar el numero de agentes de la Patrulla Fronteriza sólo nutren un clima ya de por sí contaminado por la discriminación contra todo inmigrante, legal o indocumentado.
Pero en los discursos, dicen aquí, ``el cuento es más bonito'', y las palabras son ``más nobles'' que los reportajes sobre el racismo y violencia contra inmigrantes que aparecen todos los días, y el presidente sabe como ofrecer un buen discurso.
Pero se advierte: cuando se le invite a ``hacerse estadunidense'' es importante preguntar de que categoría, o sea raza: ¿Blanco o uno de ``los otros''.