La Jornada 13 de junio de 1998

Cien infectados de salmonelosis en el INN

Angeles Cruz Ť Gastroenteritis por salmonela presentaron desde el miércoles pasado al menos cien trabajadores del Instituto Nacional de la Nutrición Salvador Zubirán (INNSZ), debido a una ``cocción incompleta --pero que da buen sabor--'' al alimento servido ese día en el comedor de la dependencia.

A decir de los empleados, la carne de res y de pollo que se utiliza ``es de mala calidad, huele mal y no tiene buen aspecto''. Algunos de quienes trabajan en el comedor aseguraron que ``a veces el alimento que sobra un día se prepara con otra cosa y se sirve de nueva cuenta''. En esta ocasión, los trabajadores comieron tortas de carne.

El huevo con el que se preparó el alimento contenía la bacteria (salmonela), explicó Donato Alarcón Segovia, director del INNSZ. En entrevista, aseguró que hay una ``vigilancia estricta'' sobre la calidad de los alimentos, pero complicaciones de este tipo ``casi no se pueden prever'' y suelen ocurrir en todos los países del mundo, dijo.

A su vez, Samuel Ponce de León, jefe del Departamento de Epidemiología Hospitalaria del instituto, detalló que es muy común que el huevo se contamine con la salmonela durante el proceso de producción, de tal forma que aunque se lave, el germen puede estar debajo de la cáscara, por lo que en adelante algunos alimentos que lleven huevo y que no esté garantizada una buena cocción serán eliminados del menú del hospital.

Mientras tanto, decenas de trabajadores resintieron las consecuencias con fiebres, diarreas, vómitos, dolor de cabeza y de estómago. Algunos de ellos tuvieron que ser hospitalizados y se les administró suero para contrarrestar la deshidratación. Hasta ayer, alrededor de 30 personas continuaban internadas y bajo vigilancia médica.

De acuerdo con algunos médicos consultados, cuando una infección de este tipo se atiende dentro de las primeras 48 horas desde su aparición, es fácilmente controlable en personas sanas.

Algunos casos más graves permanecen aislados y aunque no todos los afectados fueron informados de qué es lo que tienen, el diagnóstico de la mayoría fue ``gastroenteritis probablemente infecciosa'', para lo cual les recetaron antibióticos, peptobismol y pastillas para el dolor de cabeza.

El miércoles pasado, el mismo día que falleció Salvador Zubirán, fundador y director emérito del INN, en la hora de comida el plato fuerte servido a los trabajadores fue tortas de carne con papas, crema y queso. A las pocas horas, empezaron los malestares y a la mañana siguiente se hospitalizaron alrededor de 40 personas. En el transcurso del día, el número se incrementó hasta 88, según las autoridades, y más de cien de acuerdo con los trabajadores.

El comedor del instituto se localiza en el sótano, y cuando se registra mayor afluencia es entre las 13 y las 15:30 horas, pero ayer tal vez por cierta desconfianza, las mesas no se ocuparon en su totalidad. Empleados entrevistados durante un recorrido por la institución comentaron que uno de los guisados era enchiladas con pollo, ``el mismo que ayer dieron con verdolagas''.

Una enfermera dijo: ``Los trabajadores del comedor me recomendaron que no comiera las enchiladas, y aunque no me explicaron por qué... me lo imagino''.

En el INNSZ laboran más de dos mil personas y para todas ellas se preparan las tres comidas del día. Alarcón Segovia explicó que los alimentos son ``una compensación'' a los trabajadores por los bajos salarios que ganan y ``tratamos que sean de la mejor calidad''.

De hecho, apuntó, ``aquí es donde menos debería ocurrir esto por la calidad que buscamos tener, pero pasa hasta en las mejores familias''.

En tanto, el sindicato de trabajadores de la institución destacó que no hay una comisión de seguridad e higiene ``que pudiera verificar que todo lo que dicen las autoridades sea real''. Esta deficiencia se debe a que desde la fundación del instituto no hubo representación sindical sino hasta hace un año, cuando los trabajadores eligieron al primer comité ejecutivo.

Los empleados solicitaron a las autoridades que el Laboratorio Nacional de la Secretaría de Salud (Ssa) realice una investigación e inspección sanitaria en el comedor, para que sea una instancia externa la que dictamine sobre la calidad de los alimentos. En principio, comentaron, ya se ha reconocido la necesidad de ampliar el espacio de la cocina porque ``a veces es tanta la gente que solicita el servicio, que las charolas con la comida están en el suelo''.

Al respecto, Alarcón Segovia señaló que no es necesaria la intervención de una instancia ajena a la dependencia, porque el INN cuenta con el laboratorio de microbiología más importante del país, pero ``no nos oponemos a las iniciativas que tengan los trabajadores'', indicó.

Por otra parte, Samuel Ponce de León explicó que a fin de prevenir la transmisión de enfermedades, cada seis meses los trabajadores de la cocina son sometidos a análisis para la detección de bacterias en sus organismos. Aunque se sabe que este mecanismo no garantiza que no habrá enfermedades, es algo que se tiene que hacer. El especialista recordó que hace cuatro años hubo un problema similar en el INN, también por salmonela, y en aquella ocasión se determinó que el agente infeccioso también fue el huevo.