Decepcionó Brasil; los marroquíes, sorpresa
Marlene Santos A., enviada, París, 10 de junio Ť La puntualidad y sobriedad distinguieron a la ceremonia inaugural de la 16 Copa del Mundo, celebrada en el moderno estadio Saint Denis, construido expresamente para esta justa deportiva.
Antes del partido, donde apuradamente Brasil venció 2-1 a Escocia, la cancha fue un jardín multicolor, con cinco enormes flores que dieron a luz balones de futbol.
Las acrobacias decoraron suelo y aire, con arlequines elásticos vestidos con los colores de cada una de las banderas de los 32 países participantes, que se lanzaron en caída libre desde el gran disco que es el techo de este inmueble.
La música comenzó con los acordes de La Marsellesa, pero resultó ser Todo lo que necesitas es amor. Luego, Yousou N«Dour y Axelle Red cantaron Le Cour des grands, himno oficial del Mundial de Francia 98. En tanto que el aún presidente de FIFA, Joao Havelange, agradeció al gobierno, comité organizador y a la federación francesa la realización del evento, para que enseguida el presidente Jacques Chirac declarara inaugurada esta edición.
Empero, nada alborotó tanto al público como el ingreso de los jugadores a la grama. Luego de escuchar los himnos nacionales francés, brasileño y escocés, por el sonido local se dieron a conocer las alineaciones, donde el nombre del técnico brasileño Mario Lobo Zagallo fue abucheado con estruendo.
El árbitro español José García dio el silbatazo de inicio y, para sorpresa de muchos, la famosa torcida calló; acaso un par de veces se levantó de sus asientos --con los goles-- y fue todo. Los escoceses, tras la borrascosa noche parisina, fueron quienes se desbordaron en pasión cánticos y gritos.
Escocia perdió pero logró exhibir a Brasil. Como las flores de colores intensos, en medio de la cancha, así fueron mostradas al mundo las carencias cariocas. Al desnudo se vio la falta de coordinación entre Ronaldo y Bebeto, la falta de juego de conjunto, e incluso el equipo europeo, que en siete mundiales nunca ha rebasado la primera fase, se dio el lujo de arrinconar a los discípulos de Zagallo.
Al minuto 3, el tetracampeón mundial se fue al frente con un gol del defensa César Sampaio, quien remató al primer poste un tiro de esquina cobrado por Bebeto. Escocia no se amedrentó y se lanzó al ataque con tiros que pasaron cerca de la meta defendida por Jim Leighton.
Colin Hendry, un rubio defensa, fue el encargado de marcar a Ronaldo, quien en varias ocasiones optó por ceder el balón y la oportunidad de definir a sus compañeros; otras veces pudo superar al robusto escocés, pero falló en su definición o se topó con el atento guardameta. Al minuto 15, Roberto Carlos envió un trallazo que Leighton desvió bien, Bebeto fue al contrarremate y un nuevo despeje de los escoceses resolvió el peligro.
Ronaldinho realizó algunas jugadas individuales que no logró culminar, pero su magia estuvo ahí y resultó alentadora en un equipo que depende sólo del poder de sus cracks. Exclamaciones de admiración arrancaron los sudamericanos, aunque varias de ellas fueron en acciones defensivas, como el pase con el talón que Roberto Carlos dio en el aire y de primera intención a Dunga, después un despeje casi de escorpión que hizo Junior Baiano, quien utilizó un solo pie.
Al minuto 36, Sampaio cometió falta en su área sobre Kevin Gallacher, y el silbante García decretó la pena máxima. John Collins logró el empate 1-1, al cobrar hacia el lado derecho de Taffarel. Otra vez los hooligans escoceses estallaron en desmanes, levantaron sus faldas para mostrar su desnudez, hasta que diez elementos de seguridad acudieron para quedarse junto a ellos el resto del partido.
Escocia se defendió bien y ni con el ingreso de Leonardo y Denilson hubo gran mejoría. Al minuto 72, Cafú llegó con peligro, su disparo fue desviado por Boyd Tommy y se escribió así, con apuros, la primera victoria de Brasil en el Mundial de Francia.
El silbante José García, quien tuvo una tibia actuación, amonestó a Sampaio, Jackson y Aldair.
Afuera, cientos de parisinos, escoceses y brasileños deambularon levantando letreros de cartón con una sola petición escrita en diferentes idiomas: ``I need one tiket'', ``Je veux an billet'', ``Véndame un boleto''. Adentro, una selecta y numerosa concurrencia --invitados especiales-- dejó sólo un par de cabeceras para las porras de Brasil y Escocia. En el centro de la ciudad, un farmacéutico se quejó: ``Este Mundial es sólo para cinco o seis equipos y a los franceses nos va a costar diez años de impuestos ¡Qué estupidez!''.
El moderno estadio Saint-Denis fue un jardín botánico que dio a luz balones de futbol. La emoción brotó al fin con La Marsellesa.
Ap y Dpa, Montpellier, 10 de junio Ť Marruecos y Noruega empataron hoy 2-2 y dejaron a Brasil como único líder del Grupo A del campeonato mundial de futbol, tras la jornada inaugural.
Noruega se lanzó con todo al ataque desde el silbatazo inicial y pareció arrinconar a los sorprendidos africanos, pero el equipo europeo mostraba más fuerza que profundidad. Poco a poco, Marruecos logró tranquilizar las acciones adueñándose del balón con pasajes de excelente técnica, especialmente de sus mediocampistas. El arquero noruego Frode Grodas fue obligado a un par de buenas atajadas, mientras en el área marroquí los ataques eran más desordenados.
El primer gol fue anotado a los 38 minutos por Mustapha El Hadji, quien en una notable jugada individual ingresó en el área contraria corriendo por la izquierda, logró eludir al defensor Dan Eggen y cruzó su disparo con un derechazo, dejando desahuciados al defensor Johnsen y al portero Grodas.
Pero a los 45 minutos llegó el empate, en lo que fue el segundo autogol en los dos primeros partidos del Mundial.
El arquero marroquí Dris Benzekri chocó con Henning Bergno, al tratar de atrapar un tiro libre de Stig Bjornebye sobre el área. La pelota se encontró con la cabeza del volante Youssef Chippo, quien intentó despejar, pero metió el balón en su propia meta.
Al reanudarse el partido, Marruecos mantuvo el control de las acciones con un juego de toque y pases cortos, y volvió a ponerse adelante en el marcador al minuto 59.
El delantero Adelajalil Hadda puso el 2-1 con un potente remate cruzado desde la derecha, tras recibir un preciso pase del mediocampista Tahar El Khalej desde la media cancha.
El gozo al pozo
Sin embargo, la alegría marroquí duró apenas dos minutos, ya que en el 61 un tiro libre del defensor Sting Inge Bjornebye desde la derecha, no pudo ser controlado por el arquero Benzekri, lo que aprovechó Eggen para asestar un certero cabezazo y poner el marcador 2-2.
El empate pareció dar nuevos nuevo ímpetu a Noruega, que redobló sus ataques y creó ocasiones de gol.
Para este cotejo, ambos equipos eligieron jugar con su uniforme alternativo.