INFORMADORES ANTE EL MICROFONO
María Rivera Ť Televisión Azteca sí cometió excesos al llevar a la pantalla temas con alto contenido de violencia, admite Rosa María de Castro, titular de Hechos de la tarde. ``Pero rectificamos. Ahora, sin duda, hemos encontrado el punto de equilibrio''.
-¿Cómo llegó la nota roja a los noticiarios políticos?
-Hasta hace unos cinco años, la política y lo judicial prácticamente no se juntaban en México. Pero de un momento a otro nos dimos cuenta de que estaban amarrados y nos tuvimos que acostumbrar. Las cosas sucedieron contra nuestra voluntad, cuando la inseguridad pública se convirtió en el primer asunto de preocupación de los ciudadanos que ven televisión en este país. Se cometieron excesos, sin duda, pero tuvimos que encontrar una forma de decirlo más equilibrada. Yo te diría que nos costó trabajo, pero lo logramos.
La conductora del noticiario va más allá y acepta las acusaciones de sensacionalismo. ``Sí, cometimos excesos, pero lo cierto es que la realidad nos sobrepasó. Se puede decir eso del caso que presentamos de una chica vejada, narrando cómo la violaron 18 veces y mostrando la pierna lastimada y el ojo morado. ¡Pero que a la niña la violaron 18 veces, eso sí fue real! Ahora estamos encontrando una forma bastante sensata de exponerlo...''
Después de un breve paso por la televisión estatal (Imevisión), a la que describe como un ``caos'', Rosa María de Castro pasó a la corresponsalía en México de la cadena estadunidense Univisión. Posteriormente trabajó como reportera para Radio Fórmula, donde conoció a quien describe como su maestro. ``Si tú me preguntaras cuál es el mejor comunicador en México, te diría: José Gutiérrez Vivó. El fue quien me dijo: las cosas están así, y ubícate''.
Desde 1994 se incorporó al equipo de Televisión Azteca. Actualmente es productora y conductora del noticiario que compite con Abraham Zabludovsky por la audiencia vespertina.
-¿El tema del rating es fundamental para ustedes?
-Desde el momento en que se toma la decisión de trabajar en una empresa de televisión abierta, ya estás asumiendo la importancia del rating. En Azteca medimos la audiencia de dos formas: cualitativamente y cuantitativamente. Por un lado medimos calidad, y por otro tenemos los datos que nos da Ibope, empresa dedicada a medir índices de preferencias.
-¿Cómo miden la calidad?
-Por medio de encuestas diarias. Tenemos un departamento con 50 personas que analizan el mercado al que nos dirigimos, el que deseamos, y lo que la gente quiere ver. En noticias nuestro público es el que va de los 30 a los 45 años. Los que tienen más edad están viendo todavía a Abraham y a Guillermo Ortega, ahora que ya no está Jacobo (Zabludovsky). Quisiéramos conquistar también ese mercado, y a los jóvenes de menos de 30. Los que andan alrededor de los 18, de plano, no ven noticiarios.
-¿Los resultados de las encuestas se reflejan en su noticiario?
-Cruzo la información de la investigación cualitativa (que indica lo que el auditorio quiere ver) con los resultados de las preferencias que se miden minuto a minuto; así puedo saber, por ejemplo, si el tema Chiapas lo está buscando la gente o si el Viagra dejó de ser una novedad. Si es el tema del día, lo retomo.
``En la noche recibo la propuesta de cobertura del día siguiente y le digo a mis asistentes lo que quiero que pregunten los reporteros, además de los temas que deben cubrir. Se trata de ver qué tema adicional le ofreces al público, además de lo que el resto de los medios le van a dar.''
-Si en tus encuestas el público quiere saber del Viagra, pero surge una noticia más importante en términos informativos, como Fobaproa por ejemplo, ¿cómo eliges?
-Miro el asunto desde dos perspectivas. ¿Es un tema de interés nacional? ¿Afecta directamente al señor que me está viendo?¿Cuál de las dos noticias llega más a su vida cotidiana? ¡Los noticiarios tienen que ser útiles!
Tránsito a la democracia
Después de una exitosa etapa que llevó a Televisión Azteca a los primeros lugares en el rating con la fórmula de relacionar la información con la vida cotidiana de los espectadores, las preferencias se trasladaron a Televisa, luego de que esta empresa retomó el mismo modelo. Ahora, explica De Castro, la televisora del Ajusco se encuentra en una etapa de búsqueda para recuperar al público.
``Hace cuatro años encontramos la fórmula que ahora utiliza Guillermo Ortega y está bien: no hay nada más padre que ver que algo que tú empezaste tiene éxito. Ahora estamos en la urgencia de encontrar un nuevo modelo de hacer noticiarios que lleve a Tv Azteca al lugar en que estaba.
``En su momento descubrimos que las noticias impactan en la medida en que son aterrizadas y afectan la vida cotidiana: hechos concretos contados por los propios protagonistas. Ya se acabaron los tiempos de rueda de prensa con fulano de tal que dijo equis cosa. Ahora en televisión debe aparecer gente ordinaria haciendo cosas extraordinarias. Yo me acuerdo de una escena en San Juanico, de 1996, en la que había una señora que salió con su manguera a apagar el fuego. Ese tipo de noticias son las que me interesan.
``Los noticiarios deberían estar llenos de información útil, aterrizada en cosas que te afecten cotidianamente. En inglés dicen: that people are talking about, ¿qué es lo que le importa a la gente hoy, pero que además también le sirva mañana? Uno tiene que aprender a utilizar su posición social.''
-¿Cuál cree que debe ser el papel de los medios en la actual coyuntura?
-Un día, durante el proceso electoral de 1997, estábamos Jorge Ramos, de Univisión, y yo en el IFE. De pronto me dijo: `Si realmente estamos viendo un intento real por transitar hacia la democracia, ¿no crees que los medios están haciendo exactamente lo mismo?'
``A partir de ese momento entendí que los medios en general, y los electrónicos en particular, no se pueden quedar atrás. Sería terrible pensar que la sociedad civil se adelanta años luz y tú te quedas en el camino. Debemos ser observadores y críticos; consignar los hechos e informar formando. Con este último punto quiero decir que hay que dar al público elementos suficientes para el análisis, de tal manera que pueda formarse su propia opinión sobre la vida política, económica y todo lo que pasa en este país. Tenemos que formar gente productiva con una nueva visión de la globalización o de la competencia y con aspiraciones más amplias.''
Pluralidad televisiva
-¿La pluralidad política y social que hay en el país está reflejada en la televisión?
-Sí. Tal vez en forma incipiente, pero sí. Ahora hay dos cadenas privadas que compiten directamente en televisión abierta, y están Multivisión y los canales 40 y 22 que hacen esfuerzos sorprendentes. Por nuestra parte, hay que ver los contenidos de los programas que tenemos, que van desde un noticiario de servicio social hasta las telenovelas en las que se han planteado historias más apegadas a la realidad, como se hizo en Nada personal o Mirada de mujer. En los últimos cinco años sí hemos pasado por toda la gama de alternativas tanto en lo religioso, lo político y lo económico. Tal vez lo social es lo más abandonado, pero creo que de alguna manera también lo hemos abordado.
-Sus noticiarios en particular, ¿reflejan los cambios del país?
-Sí. Aunque no tanto como quisiéramos. El escenario deseable es que pudiéramos recopilar toda la información que se genera, de tal modo que todo estuviera en pantalla, pero no tenemos la capacidad. Lo que sí te digo es que vamos hacia allá...
-¿Estás muy consciente de lo que ofrece la competencia?
-¡Veo el noticiario de Abraham todos los días! No hay otra forma de competir con ellos que conociéndolos. Veo todos los programas de noticias, y si me pierdo alguno pido el reporte de lo que se dijo y cómo se dijo, ¡todo!
``Aunque no reacciono a lo que dicen. Te diría que en los últimos tres años solamente en dos ocasiones lo he hecho.''
-Usted es de las pocas mujeres que hay al frente de noticiarios en televisión. ¿Considera que el género influye sobre la forma de ver la información? ¿Sus preocupaciones son las mismas que puede tener Javier Alatorre, por ejemplo?
-En 70 por ciento sí. El otro 30 es radicalmente distinto. Hay cosas que por mi condición de mujer me llegan de una forma que tal vez a Javier no. Hay un tamiz que puede hacer la diferencia y me alegro muchísimo.
``Nos hemos dado cuenta de que historias cotidianas que cubrimos a las tres de la tarde son las de más alto rating. Y luego, cuando se repiten por la noche, vuelven a funcionar.
-¿Qué tipo de televisión le gustaría hacer?
-Una con mayor bagaje, sin duda. Pero no todos tuvieron la oportunidad de tener acceso a la universidad. Me parecería muy arrogante decir: si no le entienden pues, ¡qué pena que no lo vean...!, cuando siento que es parte de nuestra responsabilidad hacer que esa información sea accesible. No tenemos la fórmula ahora, pero estamos buscándola. Para eso estamos capacitando a nuestro personal y valorando el lugar de la credibilidad.