Sir Harold W. Kroto

Nobel de Química dio conferencias en la UNAM

Patricia Vega

Para sir Harold W. Kroto, premio Nobel de Química 1996, la ciencia es ``abstracta, pura, perfecta''. Sin embargo, lo que más le preocupa es ``no estar seguro de tener fe en que la raza humana utilizará la tecnología que se desprende de la ciencia de una manera juiciosa, ya que en estos tiempos las filosofías socioeconómicas (el capitalismo) están fuera de control.

``(...) hay científicos que creen que deben dedicarse sólo a su actividad y dejar los problemas éticos para otras personas; ésa es una negación absoluta de su deber. Los científicos tienen que reconocer que son los únicos que entienden el alcance de lo que han hecho, y que por ello tienen la oportunidad de entender todas las implicaciones. Por ello, los científicos tenemos que participar, de lleno, en la toma de decisiones políticas e industriales; lo que me preocupa es que hay consideraciones financieras a las que se les da más peso...''

Laureado por su descubrimiento de nuevos arreglos moleculares del carbono (carbono 60) que nunca habían sido observados y tienen una forma similar a la de un balón de futbol o un domo geodésico, Kroto llegó a México invitado por la Academia Mexicana de Ciencias para ofrecer dos conferencias magistrales en la UNAM, dentro del programa Conferencias Nobel que realiza anualmente la AMC.

Para el académico de la Universidad de Sussex, Inglaterra, nacido en 1939, resulta ``indiscutible'' el papel predominante que la ciencia y la tecnología han tenido y tendrán en el próximo siglo. Sin embargo, ``se da el caso de políticos, funcionarios de gobierno y personas en diversas esferas de la sociedad que deben tomar decisiones sin la preparación para entender la tecnología que originó los diferentes adelantos sobre los cuales hay que decidir''.

En charla con la prensa, momentos antes de su primera conferencia en Universum, Museo de las Ciencias, el doctor Kroto insistió en que las decisiones más importantes sobre asuntos científicos se toman de manera limitada porque se desconoce el lenguaje científico''.

Interesado en la divulgación de la ciencia a nivel masivo (mediante charlas y series de televisión), Harold W. Kroto está convencido de que debe existir un vínculo más estrecho entre la sociedad y sus científicos. Pero reconoce que la principal barrera está en el lenguaje: ``Es necesario que la población en general aprenda y entienda el lenguaje científico para que cuando llegue el momento de votar se tomen decisiones sustentadas en información y no a ciegas. Los científicos tienen la responsabilidad de construir esos puentes.

Por lo pronto, el premio Nobel de Química 1996 compartió sus conocimientos en diversos niveles: respondió a las preguntas de la prensa, presentó la conferencia Una ciencia redonda en un mundo cuadrado, dirigida a un público no especializado y, para sus colegas científicos, desarrolló el tema La importancia de los fulerenos y nanotubos de carbón.