Fernando Benítez
El Divino
Angel Isidoro Rodríguez, El Divino, durante su desempeño como director de Banpaís logró apoderarse de 400 millones de dólares mediante préstamos destinados a negocios personales y familiares.
Cuando se descubrió el enorme desfalco y se giró orden de aprehensión en su contra, huyó a España, donde las autoridades de ese país lograron aprehenderlo.
Permaneció recluido por casi dos años en una cárcel madrileña.
A petición del gobierno mexicano, recientemente fue extraditado a México y llegó en un avión discretamente vigilado. Apenas pisó el suelo nacional, se le dejó en libertad por estar amparado y no ser considerado grave su delito por las leyes mexicanas. De inmediato, se fue a su lujosa casa rodeado de sus familiares, y se espera que pronto se presente a declarar sobre un delito que, desgraciadamente, ya prescribió.
No cabe duda que hay de ratas a ratas. Hay las ratas inmundas, que se les quiere mandar a pudrirse en la cárcel. Y hay ratas muy poderosas, que son intocables, que son el agravio de la justicia mexicana.