ASTILLERO Ť Julio Hernández López
La impunidad del cártel de Colima estaba lesionando la capacidad del Estado mexicano para desplegar actitudes medianamente decorosas en relación con el gobierno estadunidense y su operación Casablanca.
Encabezado por los hermanos Amezcua, y enredado aunque fuese en términos declarativos con familiares presidenciales, el citado cártel era (es) un peligroso talón de Aquiles, plenamente capaz de refrenar reacciones y contraofensivas mexicanas.
Capturados para que no estén en condiciones de suministrar información a oidores ajenos, o para mostrar a ojos extraños que la lucha contra el narcotráfico va en serio, o porque simple y sencillamente las soberanas circunstancias judiciales así se conjuntaron, pero lo cierto es que en los momentos en que México estaba elaborando una tibia, tardía e insuficiente respuesta al injerencismo de la Casablanca, viene este golpe que coloca de nuevo en la pasarela el espectáculo de las complicidades con el poder político que han permitido la operación de cárteles como el de Colima.
Los Amezcua, como todos las demás organizaciones criminales importantes del país, han crecido con plena impunidad gracias al ya muy conocido entramado de intereses políticos y económicos que ha hecho famoso a México ante el mundo. Pero esta banda colimense, en particular, tiene una historia de relaciones y protecciones que constituye un problema de seguridad nacional.
Colima: el paraíso perdido
Durante largos años, Colima fue un sitio no sólo de extraordinaria belleza natural sino de una gran apacibilidad. A sus playas famosas, a ranchos y desarrollos residenciales privadísimos solían llegar distintos personajes sin ser reconocidos ni molestados.
Uno de esos personajes era el ingeniero Ramón Orozco, un benefactor de la sociedad, amigo de las causas altruistas y de los políticos priístas. En agosto de 1991, cuando fue asesinado en Guadalajara, los colimenses se enteraron de que el bondadoso personaje era en realidad un importantísimo mafioso conocido como El Cochiloco.
A su muerte surgieron los hermanos Amezcua (Adán, Luis y Jesús), quienes con gran rapidez reconstruyeron el imperio dejado por El Cochiloco y lo elevaron de nivel, llevándolo a la fecha al honroso cuarto lugar nacional en la clasificación de los cárteles.
En ese camino de progreso los Amezcua se relacionaron con distintos personajes poderosos, en busca de protección. Algunos de ellos, según diversas versiones asentadas en actas judiciales, serían familiares de los habitantes de Los Pinos. El suegro del presidente Zedillo hubo de salir al paso de los señalamientos que le asociaban con los Amezcua, desmintiendo todo nexo o negocio con los citados narcotraficantes. También hubo menciones respecto del presunto involucramiento de hermanos de la esposa del Presidente.
El presunto involucramiento de familiares presidenciales en asuntos de esta índole no es nuevo. Antes se habló de la parentela de Miguel de la Madrid. Desmentidos en su momento con energía, años después aparecieron indicios claros de vinculación del apellido De la Madrid en negocios tocados por el virus del narcotráfico.
Hoy, Colima vive también una circunstancia económica, política y social afectada por los intereses del poder. A pesar de haberse producido sombríos episodios olorosos a mapachismo electoral, de haberse dado una sospechosa votación diferenciada en la que el PRI ganó la gubernatura aunque perdió las alcaldías urbanas más importantes y la mitad de las diputaciones locales, y de haberse producido un sostenido movimiento de rechazo a la candidatura a gobernador de Fernando Moreno Peña, desde el centro del país se dieron movimientos y negociaciones que allanaron el camino al Jefe Máximo de la Universidad de Colima.
``El asunto está negociado desde arriba'', dijo, en julio de 1997, una fuente importantísima a Astillero , al asegurar que las protestas contra Moreno Peña no prosperarían porque los partidos opositores habían quedado conformes con los espacios que les habían reconocido. El PRD (que ganó la gubernatura de la ciudad de México) traicionó el movimiento de resistencia, al igual que el PAN (que había ganado las gubernaturas de Nuevo León y Querétaro).
Así, en 1997, el máximo poder había decidido reconocer triunfos opositores en varios lugares pero, al mismo tiempo, exigido que se aceptara el priísta en Colima. Ese interés, ¿provenía de razones turísticas, ecológicas, económicas o de otra índole? ¿Imponer el gobierno de Moreno Peña, a costos políticos superiores, tenía otra explicación?
Hoy lo cierto es que Mariano Herrán dice (en este mundo mexicano de los díceres oficiales que a la vuelta de los meses son mostrados por la realidad como mentiras y engaños) que se ha dado un gran golpe a la banda de los Amezcua. Virtualmente se habla de su desarticulación. Al desnudo quedan sus negocios y riqueza.
Sean cuales fuesen las causas que motivaron la decisión de encarcelar a los dos hermanos (Luis y Jesús, pues Adán ya lo estaba desde antes), será importante estar atentos al desenvolvimiento del caso Casablanca. La aprehensión de esta banda, y el reavivamiento de sus relaciones peligrosas, no están desvinculados de un escenario internacional de medición de fuerzas.
Más delicias académicas de Nayarit
El dentista personal del gobernador cetemista de Nayarit desistió a última hora de competir por la rectoría de la Universidad Autónoma de ese estado, para sumarse a la candidatura de Javier Castellón que, así, fue única.
La declinación fue notificada el viernes mismo, cuando recién abría la sesión que elegiría al nuevo rector. Don Rigoberto Ochoa Zaragoza seguirá teniendo atención odontológica de tiempo completo y, de esa manera, espacio bucal suficiente para seguir pronunciando declaraciones como las reseñadas aquí en anterior entrega de Astillero.
Y como ha ido haciendo escuela política el cetemista que sólo terminó la primaria, el presidente del PRI estatal, Filiberto Delgado, hizo esta semana su aportación a la picaresca política nayarita. Enterado de que el hombre más rico del estado, Antonio Echevarría, reciente expriísta que busca ser candidato conjunto del PAN y el PRD a la gubernatura, había criticado la gestión de don Rigoberto, el directivo priísta dijo a los reporteros que le pedían una réplica que Echavarría ``es puto, es puto''. Como los periodistas deseaban seguir abrevando de tan cristalino manantial de sabiduría, el líder del tricolor cortó por lo sano: ``es todo, no hay más''.
Astillas: Guillermo Ortiz está en la mira de influyentes opositores, quienes creen que el gobernador del Banco de México será responsabilizado de varios de los graves errores que durante su gestión como secretario de Hacienda se cometieron en el rubro del Fobaproa. Según esas versiones que corren en San Lázaro, en Los Pinos están dispuestos a que quienes resulten culpables del escándalo del rescate bancario sean ejemplarmente castigados. El análisis que hacen en cúpulas de bancadas legislativas (que pueden simplemente ser buenos deseos) plantea que la franja tecnocrática (en la que destacan Ortiz y José Angel Gurría) será duramente golpeada con las acciones penales que se tomarán contra los culpables de ``traicionar'' la confianza presidencial en el asunto Fobaproa...
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