Al descubierto, red de protección judicial de Daniel Arizmendi
Gustavo Castillo García Ť La ``protección oficial'' que cubrió por más de tres años a Daniel Arizmendi López abarcó las delegaciones Iztapalapa, Tláhuac e Iztacalco, Distrito Federal; Cuautla, Cuernavaca y Miacatlán, Morelos, y Ciudad Nezahualcóyotl, estado de México, indicaron fuentes cercanas a la investigación.
Dicha protección involucró a Juan Fonseca, Ministerio Público federal que habría ocupado una Subdirección de Procesos en la PGR; a cuando menos cuatro judiciales del estado de México sujetos a investigación; a 15 elementos de la Judicial de Morelos, al mando de Armando Martínez Salgado, quien fuera director operativo del Grupo Antisecuestros de ese estado, y a varios elementos de la Judicial del Distrito Federal.
``La banda de los hermanos Arizmendi López estaba integrada por al menos 40 personas que trabajaban en la parte operativa; se le conocen 40 secuestros denunciados, el más importante y por el que la PGR intervino fue el de Raúl Nava Ricaño, eso sin contar la cifra negra de los que no se dio aviso'', indicó la fuente. La ``protección oficial'' permitió a Arizmendi López no sólo cobrar varios rescates en la calzada Ignacio Zaragoza y después trasladarse con toda tranquilidad a las casas de seguridad que poseía dentro de los perímetros de las delegaciones antes referidas, sino también depositar en las cercanías de dicha zona los cadáveres de dos de sus víctimas.
El Edomex, como su casa
Arizmendi ``debió ser detenido cuando menos en tres ocasiones en el estado de México, pero como quienes lo acompañaban eran judiciales federales, los elementos mexiquenses sólo podían decir adelante compañeros, que les vaya bien'', dijo el informante. Según él, la Judicial del estado de México también estuvo a punto de capturar en tres ocasiones a Daniel Arizmendi, una de ellas en Veracruz, donde había sido detenido con un vehículo robado, pero puesto en libertad ``por razones muy raras''; la segunda en Oaxaca, donde se detuvo a su brazo derecho, Joaquín Parra Zúñiga, a Raciel Parra Loyo y uno más que le dicen El Conde, quienes oficialmente fueron capturados en Ciudad Nezahualcóyotl; la tercera ocurrió en Ixtapa-Zihuatanejo, cuando Daniel Arizmendi se encontraba de vacaciones con su familia. La policía mexiquense llegó poco después de que el secuestrador había abandonado el hotel Krystal.
Para lograr los favores de integrantes de las diversas corporaciones policiacas, Arizmendi López entregaba fuertes sumas de dinero; como ejemplo están los ofrecimientos que hizo a un funcionario mexiquense en 1996, para que liberaran a sus tres cómplices. Arizmendi ofreció 500 mil pesos a través del ex comandante de la Policía Judicial del estado de México, José Angel Vivanco. Como la oferta fue rechazada y sus secuaces encarcelados, amenazó de muerte al funcionario referido. En Morelos, indicó el investigador, ``había resquemor hacia la judicial de ese estado, pues existían indicios de que allá era protegido, tal y como ahora se está descubriendo''. Si bien no todos los elementos de la Judicial de Morelos tuvieron que ver con Arizmendi, al menos 15 elementos a su mando si lo hicieron, indicó.
La mayor protección la alcanzó en los municipios de Miacatlán, de donde es originario; Cuernavaca, donde poseía varias casas de seguridad; Cuautla y toda la zona cercana, por ser donde cometió el mayor número de secuestros.
En el estado de México, Daniel Arizmendi se movía en Ciudad Nezahualcóyotl; ahí adquirió varias propiedades, sobre todo porque en la colonia Pavón se encuentran sus familiares y también porque ahí se inició en la delincuencia, primero robando vehículos y luego secuestrando. Otro sitio donde tenía casas de seguridad es la zona de Aragón.
Actualmente, la Procuraduría de Justicia mexiquense lleva a cabo la llamada operación Abanico, en coordinación con la PGR, por la cual se custodian todas las propiedades conocidas del secuestrador, ya que éste entra y sale tanto del Distrito Federal como de Morelos, y se sabe que ha ido a Ciudad Nezahualcóyotl.
``La esposa de Daniel Arizmendi, María de Lourdes Arias García, se dedicó al robo de vehículos una vez que su marido se metió de lleno a los secuestros, pero después ella colaboraba en la logística y toma de decisiones de a quién habría de privarse de su libertad. La nuera de Arizmendi, Verónica Jaramillo Saldaña, también tuvo participación en los secuestros, mientras que su marido Daniel Arizmendi Arias, ya había formado su propia banda dedicada a la misma actividad. La única que parece haber estado alejada de todo es la hija de Arizmendi López, Sandra Arizmendi Arias'', aseguró el investigador e informante.
La banda de secuestradores se dividió una vez que Daniel fue publicitado; Aurelio Arizmendi decide abandonar a su hermano, según lo declarado por María de Lourdes Arias, dijo la fuente. Asimismo, el jefe de la banda contactó a funcionarios de la PGR el pasado 22 de mayo, horas después de que sus hijos, esposa y nuera fueran detenidos en Cuernavaca. Según lo informado, Arizmendi López habría dicho: ``¿Cuánto quieren para que se vayan a chingar a su madre en este momento?''.