Plantea México crear mecanismos para reincorporar a Cuba en la OEA
Reuters, Afp y Dpa, Caracas, 1o. de junio Ť México desafió abiertamente a Estados Unidos este lunes, al proponer en la asamblea anual de la Organización de Estados Americanos (OEA) la creación de mecanismos para debatir la eventual reincorporación de Cuba al organismo, del que fue expulsada en 1962 a instancias de Washington.
También César Gaviria, secretario general de la OEA, sostuvo --al inaugurar la reunión de cancilleres junto al presidente anfitrión, el venezolano Rafael Caldera--que tras la visita del papa Juan Pablo II a Cuba, en enero pasado, existe ``un nuevo clima para aproximarse de manera más constructiva a esta temática''.
Pero Estados Unidos consideró ``prematura cualquier discusión al respecto'', según dijo a la prensa el enviado especial del presidente Bill Clinton para las Américas, Thomas McLarty, mientras el embajador estadunidense en Caracas, John Maisto, fue más tajante, al sostener que ``OEA significa democracia, el régimen de Fidel Castro, dictadura y violación de los derechos humanos''.
La secretaria de Estado Madeleine Albright, por su lado, llegará a Caracas esta tarde y prevé mantener reuniones con algunos de sus pares latinoamericanos, entre ellos la canciller mexicana, Rosario Green.
Ante sus colegas de la OEA, en el primer día de sesiones, la canciller Rosario Green propuso ``encomendar al secretario general la tarea de celebrar consultas con los gobiernos interesados'' en lo relativo a la cuestión cubana, al estilo del Grupo de Países Amigos, que funcionó, por ejemplo, para la búsqueda de acuerdos de paz en Guatemala y El Salvador.
Green reconoció que el tema cubano divide opiniones en el seno de la OEA, pero consideró que ``la falta de acuerdo no significa que no debamos tratar el tema de Cuba...ignorar el tema no hace que el tema desaparezca''.
Tras su intervención, Green recordó a la prensa: ``nosotros nunca hemos roto relaciones con Cuba'' desde el triunfo de la revolución, en 1959, y ``para nosotros nunca ha estado fuera de la comunidad interamericana''.
El primero en plantear el tema de Cuba fue Gaviria, quien consideró ``pertinente estar atento a las oportunidades que se presenten para contribuir a buscar una solución al que aún constituye el problema político más importante por resolver en el hemisferio''.
``Muchos en América quisiéramos ver que a este problema se le apliquen fórmulas de diplomacia, negociación y gradualismo que han resultado eficaces en otras regiones'', señaló el ex presidente colombiano.
No obstante, Gaviria dijo que La Habana tendrá que avanzar ``hacia mayores libertades públicas y económicas, y a una mayor protección de los derechos humanos'' para poder considerarse su retorno a la OEA.
La mayoría de los países de América Latina, el Caribe y Canadá se oponen a la política de Estados Unidos hacia Cuba, basada en un bloqueo impuesto hace casi cuatro décadas, y favorecen, en cambio, abrir un diálogo que conduzca al retorno de la isla a la OEA.
``La pelota está en la cancha de Cuba'', dijo el embajador de Canadá ante el organismo, Peter Boehme, quien destacó que la OEA prevé la suspensión de Estados donde no prevalece la democracia, lo que significa que La Habana difícilmente podría ser readmitida sin cambios políticos en la isla.
El anfitrión, el canciller venezolano Miguel Angel Burelli, quien preside la asamblea, coincidió en apreciar que ``el ambiente siempre ha sido favorable (para discutir el tema cubano), lo que ocurre es que no sabemos qué piensa Cuba'', al tiempo que el ministro argentino de Justicia, Julio César Araoz, abogó por ``recuperar a Cuba para el continente''.
El tema cubano acaparó el protagonismo en la asamblea del organismo, aunque no figura entre los 59 de la agenda ni en la llamada ``Reafirmación de Caracas'', firmada hoy por los cancilleres y vicecancilleres a pesar de que aún no ha finalizado el evento. También en el marco de la 28 Asamblea, entró en vigor este lunes la Convención Interamericana contra el tráfico ilícito de armas, tras la ratificación de México, segundo país en refrendarla después de Belice, al tiempo que los cancilleres de Brasil, Chile y Ecuador propusieron una declaración contra los ensayos nucleares.
La declaración de Caracas expresa ``la voluntad de fortalecer el multilateralismo como expresión de la unidad que guía nuestros esfuerzos'' y se comprometió a revisar la estructura de la organización.
La declaración hace un repaso de los principales retos del organismo en el ámbito de la justicia, lucha contra la pobreza, integración, democracia, desarrollo sostenible, terrorismo, corrupción y seguridad hemisférica, y subraya que ``el crecimiento económico no es suficiente para promover una mejor calidad de vida''.
Concluye afirmando ``el compromiso con la defensa y promoción de la democracia representativa y de los derechos humanos en la región, el propósito firme de alcanzar el desarrollo con justicia social''.
En materia de lucha antidrogas, los asistentes a la Asamblea ratificaron que la lucha antidrogas debe librarse sobre la base de ``la confianza mutua, diálogo y cooperación hemisférica, mediante el desarrollo de un proceso único y objetivo de evaluación gubernamental de carácter multilateral''. Al respecto, Thomas McLarty consideró ``un paso positivo'' la creación de ese mecanismo multilateral, pero descartó que Estados Unidos elimine a mediano plazo su mecanismo de certificación unilateral, al considerar que los objetivos de ambos mecanismos ``son los mismos'': el de luchar contra ``la fuerza oscura y demoníaca'' del narcotráfico.