DobleJornada, 1 de junio de 1998
Los próximos meses podrían ser alentadores para las trabajadoras. Luego de una larga espera, al parecer, este próximo septiembre la Cámara de Diputados discutirá la posibilidad de reformar la actual Ley Federal del Trabajo (LFT), coyuntura favorable para analizar aspectos que limitan la participación de las mujeres en circunstancias de equidad tanto en el proceso laboral como en sindicatos y la familia.
Para nosotras, el proceso de discusión comenzó ya con el establecimiento del Parlamento de Mujeres el pasado 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer. En esta reunión se establecieron varias mesas de trabajo; en la número 3 se trató el tema: ``Ley Federal del Trabajo, la nueva Ley del IMSS y la ley del ISSSTE'', en la que se hicieron propuestas específicas, que la Comisión de Equidad y Género presentará esta semana en la Comisión de Trabajo de la Cámara.
Los temas principales que ocuparon la atención de las ONG, académicas, partidos políticos y organizaciones sindicales participantes fueron: hostigamiento sexual; discriminación por género; rechazo a la exigencia médica del examen de ingravidez para obtener y conservar el trabajo; despido por embarazo; responsabilidad en el hogar y de los hijos(as); creación de programas de adiestramiento y difusión de los derechos laborales de la mujer; exigencia de que exista una mayor representación femenina en los comités ejecutivos sindicales, y seguridad social (salud y jubilación).
En relación a la equidad entre hombres y mujeres en el universo del trabajo, el PRD elaboró un anteproyecto de reforma a la LFT en el que, por primera vez, se trata el tema como un principio que englobaría a la nueva legislación.
En el artículo 3¼ de esta propuesta se habla de la necesidad de garantizar la igualdad de oportunidad para ambos sexos; de promover la participación de la mujer en las comisiones mixtas establecidas en la ley ``con miras a lograr gradualmente una representación proporcional al número de trabajadoras ocupadas en la empresa''; de la creación de un organismo encargado de ``formular y desarrollar programas de acción positiva*, con el objetivo de promover la igualdad de oportunidades y condiciones laborales entre hombres y mujeres''.
También se plantea la obligación de que hombres y mujeres disfruten de los mismos derechos y obligaciones y, en caso de perder un empleo por discriminación, ambos tendrían el derecho a solicitar ante juez laboral el pago de una indemnización equivalente a tres meses del salario que hubieran recibido al ocupar el puesto. En los demás casos de discriminación, se reclamaría ante la autoridad que ``se subsanen los perjuicios causados y se restablezca el principio de igualdad''.
En cuanto al servicio doméstico, ámbito ocupado en su mayoría por mujeres, en la mesa de trabajo del Parlamento, el Colectivo Atabal presentó una iniciativa que busca acabar con la ambigüedad de la actual LFT en este terreno. En ella se contempla, además de la contratación y el establecimiento de un salario mínimo profesional --especificando el pago que se recibe por especie y creando mecanismos para que el dinero recibido en efectivo corresponda a la cantidad de trabajo, tamaño de la casa y número de personas que se atiende--, la necesidad de precisar los servicios domésticos, la jornada laboral de tiempo completo y parcial, y de recibir prestaciones económicas y de seguridad social.
Hoy es un hecho que existe una mayor incorporación de las mujeres al ámbito laboral y en una diversidad de ocupaciones, lo cual requiere de una atención específica a las condiciones de trabajo de la mano de obra femenina, que no están consideradas en la legislación actual. La creciente modernización de las estrategias de productividad y competitividad de las empresas ha venido modificando, además, la cotidianidad laboral, aspectos que hacen necesario modificar las normas que rigen estos procesos en condiciones de equidad.
Hasta ahora, el proyecto más acabado que se ha presentado ante los diputados(as) es el del PAN, sin embargo adolece de una discusión previa con las organizaciones sindicales y trabajadores(as) de base, actores indispensables de este proceso de análisis para modificar la LFT, que llevará varios meses. La primera quincena de junio, la Comisión de Trabajo de la Cámara de Diputados promoverá la discusión en cinco foros abiertos, en los que se invitará a todas las personas y organizaciones interesadas en el tema a presentar sus ponencias. Ahí se recogerán las observaciones a los proyectos existentes y a otros nuevos. De los resultados de éste y otros pasos posteriores, dependerá la propuesta final que se hará al pleno de la Cámara el próximo septiembre.
* Según el PRD acción positiva es ``la adopción de medidas temporales destinadas a fomentar la participación de la mujer en el empleo, en la actividad sindical y en los programas de capacitación y adiestramiento de manera que contribuyan a corregir en los hechos los factores de discriminación por sexo''.