La Jornada 30 de mayo de 1998

Recibe Bartlett la adhesión de priístas de la vieja guardia

Enrique Méndez Ť Si el Partido Revolucionario Institucional (PRI) quiere ganar las elecciones presidenciales del año 2000, su candidato debe ser electo por la militancia, porque un destapado a la usanza antigua no tendrá representatividad y ``sería un pésimo candidato''. Y ese candidato, subrayó el gobernador de Puebla, Manuel Bartlett Díaz, tiene que ser un político.

Sólo un candidato que sea político, recalcó, podría darle la batalla a la oposición, sobre todo combatir a la derecha representada por Acción Nacional que, junto con ``sus corifeos'', ha sido ``la peor amenaza y el enemigo histórico'' del país.

Este viernes, Bartlett Díaz -``yo soy un político'', dijo de sí mismo-- comió a puerta cerrada en un restaurante del sur de Insurgentes con un grupo de la vieja guardia priísta que conformó aquella 49 Legislatura coordinada por Carlos Sansores Pérez, y que le expresó su abierto respaldo para que él sea el candidato del PRI a la Presidencia en el año 2000.

Impulsor de la permanencia de los candados impuestos por la 17 asamblea del PRI, el gobernador poblano, al término del convite, sentenció que definitivamente, el proceso democrático del tricolor no tiene por qué detenerse en la elección, por las bases militantes, de los candidatos a gobernador. ``Debe llegar a su máxima expresión, que es la elección del candidato a la Presidencia''.

Quien represente al PRI en las elecciones de julio del año 2000, abundó, debe ser electo en un proceso interno democrático, porque sólo de esa forma tendrá todo el respaldo de la militancia y las bases lo sentirán suyo y, siendo su candidato, ya como Presidente representará efectivamente los intereses del pueblo. ``El PRI va a elegir a un político'', recalcó.

--¿Por qué está tan seguro?

--Porque conozco al PRI.

--¿Es decir, que hasta ahora el PRI se ha equivocado al escoger a sus candidatos, que han sido pésimos candidatos?

--Mire, no quiero hablar de la historia, porque entonces yo le podría decir que en otra época el PRI pudo tener un mejor tapado -respondió con una sonrisa, mientras con el índice en alto se señaló a sí mismo.

--¿Qué características debe tener el próximo candidato del PRI a la Presidencia?

--¿Quiere un retrato hablado? -cuestionó por su parte el gobernador.

--Si quiere, sí.

--Con toda franqueza, el próximo candidato debe ser una persona que esté dotada, en el sentido amplio de la palabra, de formación y que sea un político, porque la política es la ciencia y el arte de conducir naciones.

Aunque sí estuvo de acuerdo en que los priístas que aspiren a la candidatura presidencial del PRI deben someterse al escrutinio de las urnas del propio partido, consideró que por lo pronto el tricolor exclusivamente debe escoger a un militante priísta y, posteriormente, ampliar el abanico a precandidatos ciudadanos. ``La elección debe abrirse a todos, pero después, ¿no?'', expuso.

Por lo pronto, agregó, el PRI, como el partido ``más fuerte aun en condiciones electorales difíciles, necesita redefinirse para enfrentar el futuro y fortalecerse ideológicamente con el fin de derrotar a los partidos que tiene a sus flancos: al PRD, partido ``de izquierda en formación'', y al PAN, que sigue siendo un partido ``disfrazado de democrático''.

--¿Qué le parecería Vicente Fox como su contendiente, en caso de que ambos lograran la postulación de sus respectivos partidos? -se le cuestionó.

--La peor amenaza para el país son el PAN y sus corifeos. Y si el PAN es el problema, da lo mismo Chana que Juana. Como priístas, tenemos la obligación de combatir a ese partido.

--¿Y a Cuauhtémoc Cárdenas cómo lo ve? -le insistió un reportero.

--Hoy no lo veía yo, porque está muy nublada la ciudad.