Obispo Reynoso: dan ganas de aplicar ``oreja por oreja'' a Arizmendi
José Antonio Román Ť El obispo de Cuernavaca, Luis Reynoso Cervantes, señaló que aun cuando la pena de muerte no está vigente en el país, ni es partidario de ella, en el caso de Daniel Arizmendi, jefe de la banda de secuestradores, ``dan ganas de hacer una excepción'' y aplicar la ley del Talión: ``diente por diente y oreja por oreja''.
Dijo también que las comisiones de derechos humanos, algunas veces, dan la impresión de proteger más las garantías de los delincuentes que las de las víctimas. ``Creo que deben revisar su actuación y velar sobre todo porque los delincuentes sea juzgados'', señaló.
Luego de oficiar la misa con la que concluyó la peregrinación anual de su diócesis a la Basílica de Guadalupe, el prelado insistió en que de la excomunión que decretó hace dos años para todos los autores materiales e intelectuales de secuestros en Morelos, ``sólo se podrán salvar si cumplen tres requisitos: arrepentirse, comprometerse a no delinquir nuevamente y resarcir el daño a las víctimas''. Comentó que lo menos que puede hacer Daniel Arizmendi es entregarse a las autoridades judiciales, pues sus actos criminales no pueden ni deben permanecer impunes.
Durante su homilía, el jerarca eclesiástico pidió ante la Virgen de Guadalupe porque cesen los crímenes, secuestros, asaltos, robos, violaciones, injusticias y toda clase de atentados contra la dignidad de la persona, y sí en cambio, se promueva la paz, la tranquilidad y un ambiente propicio para el desarrollo político y social de Morelos.
Ya en la entrevista, el obispo se refirió a las acciones que desarrollan las diferentes comisiones de derechos humanos, a la pena de muerte y a las promesas de justicia y desarrollo social hechas por el nuevo gobernador de la entidad, Jorge Morales Barud.
Sobre el primer punto, el también miembro del Consejo Permanente del Episcopado reconoció que también deben ser respetados los derechos humanos de los delincuentes, ``pero ojalá las comisiones, especialmente la Nacional de Derechos Humanos, no proteja solamente las (garantías) de estos criminales que actúan de manera inhumana e irracional, sino también las de las víctimas y de sus familiares que resultan dañados por una experiencia como la del secuestro''.
Las comisiones, agregó, deben pedir el castigo, o por lo menos no obstaculizar la aplicación de la ley. ``Y aunque las enseñanzas del Evangelio nos dicen que debemos perdonar a nuestros enemigos, eso no significa que dejemos pasar por alto los crímenes. Pedimos un castigo ejemplar, porque no queremos que salgan libres por falta de pruebas o poco tiempo después''. En este punto, deben ser incluidas las autoridades policiacas, ``que al coludirse con el hampa y el crimen, caen en una traición que tampoco puede permitirse''.
Por otra parte, señaló que la pena máxima que se prevé en el código penal del estado de Morelos son 40 o 50 años de prisión, ``pero en el caso de Daniel Arizmendi dan ganas de hacer una excepción y aplicar la pena de muerte, ya que sus actos criminales carecen del sentido más elemental de humanidad''.
Respecto del nuevo gobernador, el obispo Reynoso dijo que Morales Barud es ``una persona honorable, limpia, bien intencionada, y que no tiene necesidad de quitarle nada al pueblo, al contrario, tiene que dar su juventud y su capacidad''. Recordó que el mandatario local ha prometido corregir todos los errores, especialmente lo que se refiere a la impunidad del secuestro, la procuración de justicia y la erradicación del crimen organizado, así como la ``purificación'' de los cuerpos policiacos.
Comentó que lo positivo de todo lo que ha vivido Morelos, es la responsabilidad mostrada por el pueblo. ``Ahora, cualquier autoridad que no cumpla el pueblo está dispuesto a actuar''. Por lo que toca a la Iglesia, dijo que ésta jugará un papel de unidad y está en la mejor disposición de colaborar para reconstruir la paz.