DIRIGENTE MAGISTERIAL
Claudia Herrera Beltrán/ I Ť El líder de un millón 300 mil trabajadores de la educación, Tomás Vázquez Vigil, insiste --como sus recientes antecesores-- en que ese gremio ha dejado de pertenecer a algún partido político, pero señala que ``hay una realidad que no podemos esconder'', la mayoría de los maestros militan o participan en el PRI.
A dos meses de haber comenzado su gestión al frente del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), en entrevista con La Jornada, Vázquez aborda la relación entre el magisterio, ese partido y el gobierno; rechaza tajantemente que la ex dirigente Elba Esther Gordillo ejerza un maximato y reconoce la necesidad de fortalecer la vida democrática de la organización, pero cuidando siempre la unidad.
Reciente aún el anuncio del incremento salarial de 19 por ciento al salario base y 8 por ciento en prestaciones para los profesores y sin llevar a cuestas las movilizaciones que por estos días realizaba la disidencia en años pasados, el dirigente critica a la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) por autoexcluirse, aunque insiste en que la respeta y que sus diferencias son de visión estratégica.
En su despacho, ubicado en el quinto piso de la sede nacional del SNTE, en la calle de Venezuela, en el Centro Histórico de la ciudad de México, el sucesor de Humberto Dávila Esquivel afirma que ante un posible cambio de partido en el gobierno para el año 2000, el sindicato se prepara ``fortaleciendo su unidad para responder en el momento que sea necesario''.
El dirigente, de 53 años, advierte que la convivencia con los partidos de oposición no es una novedad para el magisterio. ``Los planteamientos de organización tienen que darse con el gobierno que tengamos, como lo hemos hecho con las entidades donde existen gobernadores de diferente filiación partidista y con los que ha existido una relación sindical madura que nos ha permitido la negociación de manera exitosa'', señala.
Ante los señalamientos de la disidencia de que el gobierno rebasó el tope salarial con el magisterio como una estrategia para mantener estable al sindicato más grande del país y de Latinoamérica, advierte que sí obedece a una estrategia, pero no para que exista tranquilidad política, sino para que se dé en los hogares de los maestros, para que puedan vivir con dignidad.
,Los viejos tiempos
El sindicato, que en sus inicios estaba afiliado al PRI y cuando lo encabezó Carlos Jonguitud Barrios fue brazo corporativo priísta, ahora tiene otra postura frente al gobierno y el partido oficial: ``la relación con el gobierno tiene que partir del respeto''.
En cuanto a los nexos del gremio con el PRI, el licenciado en derecho por la Universidad de Guadalajara, recuerda que por decisión de los trabajadores, asentada en sus estatutos reformados en 1992, no pertenece corporativamente a algún partido. Explica que para canalizar las inquietudes políticas de los maestros en ocupar puestos de elección popular, fue creado el Comité Nacional de Acción Política (CNAP), que se integra por profesores de todos los partidos.
Al preguntarle por qué la mayoría de los miembros del CNAP son legisladores priístas, responde: ``Hay una realidad que tampoco podemos esconder, observamos que existe una adherencia, militancia, simpatía o participación de los trabajadores de la educación mayoritariamente en el PRI''.
La primera visita que Vázquez Vigil hizo al presidente de un partido fue a Mariano Palacios Alcocer, del PRI, pero aclara: ``no hicimos planteamientos de tipo sindical ni expresamos que estábamos asistiendo corporativamente'', y argumentó que su presencia en la sede priísta obedeció a una solicitud de los comités estatales de Acción Política del CNAP. Sin embargo, en respuesta a la pluralidad del sindicato y a las solicitudes que han hecho los profesores de otra afiliación política, próximamente visitará o invitará a los dirigentes de otros partidos.
Originario de Guadalajara, Jalisco, Vázquez cuenta con una larga trayectoria en el magisterio, que se remonta a 1971, cuando ocupó la presidencia de la Comisión Electoral de una delegación sindical del estado y que lo llevó --de 1980 a 1983-- a encabezar a los mentores jaliscienses.
Su ascenso al Comité Ejecutivo Nacional (CEN) se dio tres años después, cuando se desempeñó como secretario de Organización, pero los puestos clave en el sindicato los consiguió durante la gestión de Elba Esther Gordillo, en la que trabajó como secretario particular A y B, de 1989 a 1991.
Con Gordillo, sólo coincidencias
A propósito de su relación con la chiapaneca y las especulaciones surgidas sobre otro maximato como el de Jonguitud Barrios, quien mantuvo el control del SNTE de 1972 a 1989, responde: ``con la maestra Elba Esther tenemos coincidencias de muchos años. Tiene un lugar en la vida política. Somos coincidentes porque fuimos compañeros en la gestión del 83-85. Entonces avizorábamos un sindicato diferente, que rebasara el clientelismo, no corporativo, demandante, propositivo''.
--¿Llegará a romper con Gordillo como lo hizo su predecesor?
--No entiendo la ruptura todavía. Que yo sepa la maestra siempre ha sido muy respetuosa de la estructura sindical. Lo fue después de que dejó de ser secretaria general, con Humberto Dávila, y lo sigue siendo con Tomás Vázquez. Todas las acciones que hemos observado de Elba Esther Gordillo hacia el sindicato han sido para su fortalecimiento y para enriquecerlo.
--¿Cree que al sindicato le ha hecho daño la presencia de personajes fuertes, como Jonguitud y Gordillo?
--Creo que son dos figuras diferentes. La maestra ha sido siempre muy cuidadosa de la estructura sindical. Fuimos compañeros de lucha, tenemos una visión sindical muy parecida. Si eso es maximato, para mí son coincidencias entre compañeros de lucha que quieren a nuestra organización y que quisieran ver a los maestros en mejores condiciones y mejor a la educación de este país.
--¿Son diferentes Jonguitud y Gordillo?
--Responden a momentos políticos diferentes. Ella es una mujer que lucha siempre por sus particulares formas y por lo que cree. Es transparente y lo expresa. No quisiera descalificar al licenciado Jonguitud, pero obedece a otro momento. Fue un estilo que correspondió a un México diferente, a un sindicato diferente.
--Se dice que el CEN que usted encabeza está dividido entre los seguidores de Gordillo y de Dávila.
--No observo un Comité Ejecutivo Nacional dividido, para mí es responsable y preocupado por darle las mejores respuestas a los trabajadores. Estas disyuntivas que se han planteado son mucho de carácter especulativo. Hay procesos al interior del sindicato que son encuentros y desencuentros, pero cuando se concluyen los procesos, la estructura sindical se apropia con responsabilidad y objetivos de las reivindicaciones acordadas en los mismos congresos nacionales.
En torno a la CNTE, se muestra confiado en que hay puntos de coindicencia y explica que ha sostenido reuniones con los comités ejecutivos de las secciones 18 de Michoacán, 22 de Oaxaca y con la 9 del Distrito Federal.
Para Vázquez, la CNTE --con casi dos décadas de vida-- se originó por la insatisfacción que tuvo una parte del sector magisterial de los procedimientos internos, pero asegura que ese problema ya quedó superado con la reforma de los estatutos que permitió la elección de los dirigentes mediante voto secreto y nominal, el establecimiento del principio de proporcionalidad y la desvinculación del PRI.