La Jornada 27 de mayo de 1998

Fue una operación contra criminales despiadados: Lott a Zedillo

Notimex, Dpa y Ap, Washington, 26 de mayo Ť El presidente de Estados Unidos, William Clinton, lamentó que no hayan sido posibles las consultas con el gobierno de México sobre la operación encubierta Casablanca, indicó su vocero, Mike McCurry, quien reiteró que así se lo indicó el mandatario estadunidense a su homólogo mexicano, Ernesto Zedillo. Sin embargo, el líder de la opositora mayoría republicana en el Senado, Trent Lott, criticó al mandatario mexicano por protestar por el operativo secreto que destapó una red de lavado de dinero.

Anualmente el sistema financiero mundial estaría lavando cerca de 200 mil millones de dólares provenientes del narcotráfico, según un informe del Programa de las Naciones Unidas que será publicado en junio, y al que tuvo acceso el periódico británico The Financial Times. El estimado sería ``conservador'', tomando en cuenta que el comercio ilegal de drogas a escala internacional representa unos 500 mil millones de dólares anuales.

La Casa Blanca y el Departamento de Estado subrayaron el hecho de que la administración de Clinton lamentó haber realizado de manera unilateral dicha operación sin comunicárselo al gobierno mexicano. El viernes pasado Clinton llamó por teléfono al presidente Zedillo. En la conversación ambos mandatarios reiteraron su compromiso por reforzar la lucha bilateral contra el tráfico de drogas. ``Ambos acordaron que la cooperación México-Estados Unidos es vital para tener éxito ante el problema del narcotráfico que enfrentan ambos países, y por ello se comprometieron a realizar esfuerzos mutuos'', dijo el portavoz de la Casa Blanca.

Pero en una carta enviada al presidente Zedillo, el senador Lott afirmó que ``no es inaceptable, ni una violación de su soberanía. Es una acción decisiva contra criminales despiadados. Debería ser apoyada por todos los gobiernos interesados en combatir a los que se beneficien del tráfico de drogas ilegales''. Agregó que si bien no ha apoyado los esfuerzos por bloquear en el Congreso la certificación de México como aliado en la lucha contra el narcotráfico, tenía que destacar que México no ha extraditado a ningún ciudadano de su país por traficar drogas, a pesar de las promesas del gobierno.

Por su parte, el vocero del Departamento de Estado, James Rubin, confirmó que la semana pasada la secretaria de Estado, Madeleine Albright, se comunicó con la canciller mexicana, Rosario Green, para disculparse por la operación. ``La secretaria Albright, en términos generales, le expresó su disculpa sobre el nivel de las consultas (que no hubo), y por la manera en que se realizó el anuncio de la investigación en el Departamento del Tesoro'', indicó el portavoz.

En la plática entre ambas diplomáticas se habló básicamente de la operación estadunidense, tomando en cuenta la preocupación del gobierno mexicano, pero también del compromiso por seguir combatiendo al narcotráfico. Rubin agregó que la dependencia estuvo enterada sobre la operación Casablanca, pero rechazó comentar en qué momento supo de la investigación que se hacía a los bancos mexicanos.

Banca mundial lava casi 200 mil mdd

The Financial Times indicó que para que 1998 sea un buen año para los fiscalizadores del lavado de dinero proveniente del narcotráfico, deberían recuperarse más de 500 millones de dólares a través de medidas pertinentes. La operación Casablanca, con 157 millones de dólares ``a recuperar'', podría contribuir a ello. La globalización y las novedades tecnológicas como la banca electrónica --que imprimen velocidad de operación en el sistema financiero internacional--, han fortalecido el crecimiento del comercio de drogas a escala internacional.

Los lavadores de dinero reducen su riesgo de exposición operando a través de instituciones financieras off shore, que tienen escasas regulaciones y pobre supervisión. El diario agregó que ``muchas cuentas bancarias son móviles'', esto es, ``operan bajo instrucciones establecidas previamente de cambiarlas de una jurisdicción a otra ante la primera señal de que las autoridades han abierto una investigación''.


Reuters, Miami, 26 de mayo Ť Los bancos mexicanos y venezolanos investigados en Estados Unidos por presunto lavado de dinero podrían recibir la orden de cerrar en ese país si se les acusa ante tribunales, informó International Banking Regulator.

Según la publicación especializada en banca y finanzas, que cita a funcionarios de Estados Unidos sin identificarlos, este escándalo también limitará las posibilidades de que otros bancos de ambos países obtengan autorización para operar en Estados Unidos a corto plazo.

``Nuevos bancos mexicanos y venezolanos tienen pocas probabilidades de obtener autorización para ingresar a Estados Unidos en un futuro próximo, tras los procesos iniciados contra bancos mexicanos y venezolanos bajo cargos federales de lavado de dinero, la semana pasada'', dice International Banking Regulator.

``Un alto funcionario comparó a las instituciones mexicanas y venezolanas con Daiwa y Bangkok Metropolitan Bank. Ambas recibieron la orden de cerrar sus oficinas en Estados Unidos luego de que fueron acusadas en los tribunales de ese país'', señala.

El artículo agrega que la comparación hecha por el funcionario deja entrever que las autoridades consideran esa posibilidad. Si se declara a los bancos culpables de los cargos de lavado de dinero --proceso que podría llevar por lo menos dos años--, recibirían la orden de abandonar el país, de acuerdo con las normas aprobadas el año pasado. La Reserva Federal dijo el 18 de mayo que realizará audiencias en julio para analizar las evidencias contra las instituciones financieras.

La publicación agrega que, según sus fuentes, la Reserva Federal analiza varias opciones con las autoridades, con base en los resultados de la operación Casablanca.

Los departamentos del Tesoro y de Justicia de Estados Unidos dijeron que con las aprehensiones realizadas hasta ahora se ha desintegrado una red de lavado de dinero al servicio de los cárteles de Cali, Colombia, y Ciudad Juárez, Chihuahua. Esta red lavaba millones de dólares obtenidos del tráfico de drogas a través de sucursales de bancos mexicanos y venezolanos en Estados Unidos, pero fue infiltrada por agentes encubiertos del Servicio de Aduanas, en una investigación que duró casi tres años.